Jaime Mañalich en un nuevo informe epidemiológico diario informó un aumento de 392 nuevos casos de contagio de coronavirus según las cifras oficiales, y 10 nuevos fallecidos hasta las 21.00 hrs del día de ayer, cifras que dejan un total de 7.917 casos de contagios en total y 92 fallecidos.
Martes 14 de abril de 2020
A su vez se contabiliza un total de 397 pacientes en cuidados intensivos, de los cuales 323 están conectados a ventiladores mecánicos. Mañalich insistió, por otro lado, en mostrar un aumento “aplanado” de la curva de contagios, que según el ministro marca un aumento de entre un 9% y un 4% en los últimos días.
Por otro lado señaló que desde el viernes se comenzarán a aplicar testeos masivos a sectores específicos como casa de asilo u otros, pero no explicó las cifras aleatorias de test realizados y procesados de manera diaria, sin aclarar porque se redujo la cantidad que se realizan, pasando de más de 4 mil a comienzos de abril, a los 2.759 realizados en las últimas 24 horas.
Claramente si se disminuyen la cantidad de test realizados también baja, de manera artificial, la cantidad de nuevos contagios y así se aplana “milagrosamente” la curva de contagios.
Y si bien Mañalich insiste, en cada conferencia diaria, en comparar las cifras de Chile, en concordancia con la información que ha circulado en medios respecto a que una nueva estrategia de La Moneda estaría centrada en aparecer como el país que mejor enfrenta el virus en la región, los números totales no acompañan a ese discurso, si consideramos que Chile tiene más muertos por millón que Argentina, Colombia y México.
Falta infraestructura, faltan insumos, se arriesga la salud de los trabajadores
El día de ayer destacaron las denuncias realizadas por trabajadores de la salud, quienes organizaron protestas y declaraciones en diferentes hospitales del país: Gustavo Fricke, Juan Noé, Sotero del Río, Barros Luco, entre otros, por la falta de insumos para la protección del personal de salud.
A esto se le suma la falta estructural de ventiladores mecánicos, considerando, según cifras oficiales, que hay 1299 ventiladores, pero tan sólo 554 disponibles, los cuáles, según los escenarios hipotéticos que el propio gobierno ha planteado (desde 43 mil hasta 100 mil contagiados a la vez), no darían abasto para toda la población contagiada en el momento del peak del virus.
Continúan así con una política criminal, “jugando a la lotería”, mientras insisten sin vergüenza alguna en que su estrategia es “un contagio paulatino de la población” como señaló la subsecretaria Paula Daza y reafirmó Mañalich, la cual ha demostrado ser un fracaso en países como Inglaterra. Lo único que hacen, al sostener la precariedad estructural del sistema sanitario, es arriesgar la vida de cientos de miles.
Y en este caso, particularmente la de trabajadores y trabajadoras de la salud. Jaime Mañalich, con total descaro, y en una muestra de desprecio de la vida de los funcionarios, ante la pregunta por el caso de las 6 matronas contagiadas en el Sotero del Río, “señaló que pero los directores de los hospitales tienen los instrumentos y recursos para reemplazar a esa fuerza de trabajo y enfrentar esta situación”.
El Ministro es un sinvergüenza total, porque su discurso contrasta con la realidad que denuncian los propios trabajadores de la salud, que desde la FENATS Barros Luco el día de ayer, junto al hashtag #SueltenLosInsumosYa, denunciaron una total falta de personal y una consecuente sobrecarga para los trabajadores activos.
Y eso se relaciona evidentemente con la falta de medidas básicas por parte de las autoridades para la protección de los funcionarios de la salud, ya que sólo en el Barros Luco, según un catastro realizado por la FENATS, hay 122 funcionarios en cuarentena por riesgo de contagio, y 22 contagiados.
¡Insumos ahora! ¡Hay que enfrentar las medidas del gobierno!
La realidad que se vive en los hospitales, como el recientemente inaugurado Félix Bulnes, que a las pocas horas ya tenía una fuga de agua, contrasta con el discurso exitista y triunfalista del gobierno, que utiliza ese recurso con un objetivo claro: quieren hacernos creer que la crisis será pasajera para que asumamos sumisamente sus medidas precarizadoras como la ley de protección del empleo, que reduce los salarios y los financiará con dineros del seguro de cesantía de los propios trabajadores si es que se suspenden los contratos laborales producto de la crisis.
Realmente son unos criminales: no pierden oportunidad para aumentar sus ganancias, incluso a costa de una crisis que puede transformarse en una enorme tragedia para el pueblo trabajador.
Por eso, la lucha es ahora. Es hoy que debemos enfrentar las medidas del gobierno y pelear por un plan de emergencia que parta por garantizar todas las medidas de protección básica para los trabajadores de la salud, unificando el sistema de salud público con el privado bajo gestión de sus trabajadores para poner toda la infraestructura al servicio de enfrentar esta pandemia y que atienda gratuitamente sin importar la previsión.
Para esto, la CUT debe romper su tregua con el gobierno, y junto a las grandes centrales sindicales, convocar a un paro nacional ya para enfrentar las medidas del gobierno, para que sean los empresarios quienes paguen los costos de la crisis y no los trabajadores y sus familias.