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Red Internacional
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Represora. Al gusto de Macri: Patricia Bullrich será ministra de Seguridad

La ex ministra de Seguridad de Mauricio Macri, que pocos meses atrás había sido tildada de "montonera tirabombas" por el Presidente electo Javier Milei, fue designada por este para ocupar nuevamente el cargo. La responsable de la represión a la movilización popular de diciembre de 2017 y de la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado, vuelve a entrar en funciones.

Diego Iung @IungDiego

Jueves 23 de noviembre de 2023 19:24

En el medio de idas y vueltas en los últimos días por la desginación del nuevo gabinete, finalmente Javier Milei confirmó a Patricia Bullrich como ministra de Seguridad. En la disputa por la presidencia, la candidata de Juntos por el Cambio había sido acusada por el Presidente próximo a asumir de ser "una montonera tirabombas en jardines de infantes".

Ahora, y a tono con el "pacto de Acasusso" mediante el cual el macrismo y Javier Milei llegaron a un acuerdo hacia el balotaje y que se coronó en el triunfo del libertario el último domingo, la ex ministra de Seguridad de Juntos por el Cambio volverá a ocupar ese puesto en el gabinete del gobierno del ultraderechista.

Patricia Bullrich tuvo un paso por ese cargo que es claramente recordado por amplios sectores, debido a su responsabilidad política en la desaparición seguida de muerte en el caso de Santiago Maldonado a manos de la Gendarmería, el asesinato de Rafael Nahuel por las fuerzas de la Prefectura Naval, por su respaldo al policía asesino Chocobar (quién la acompañó en el debate presidencial), así como por numerosas represiones a la movilización popular, como es el caso de aquellas de diciembre de 2017, cuando decenas de miles de personas se movilizaron contra la reforma jubilatoria del macrismo.

Se trata de una defensora de la mano dura, cuya campaña electoral busco constantemente hacer eje en este punto. En el debate electoral, cuando disputó contra su ahora jefe, Javier Milei, planteó acalorada: "basta de piquetes, vamos a terminar con los piquetes, con la toma de tierras en la Patagonia" y provocó directamente al comentar, sobre Santiago Maldonado "les mando un abrazo a los gendarmes que fueron absueltos".

Su llegada al ministerio de un gobierno que propone un ajuste de shock significa una nueva muestra de la preparación para reprimir la resistencia popular que busque combatir estos ataques a los derechos del pueblo trabajador.

Esta designación, junto con otros nombramientos que se están barajando en estos momentos, como el probable ministro de economía, entre otros, parecen demostrar que el macrismo estaría imponiendo una serie de ministros en áreas clave del gabinete mileista. El discurso "anticasta" se choca de lleno con la rosca por la gobernabilidad.

El nombramiento también se da de frente con los anuncios que Milei había realizado en campaña y una vez electo, donde repitió en varias ocasiones que las áreas de Seguridad y Defensa serían organizadas por la vicepresidenta próxima a asumir, la negacionista de los crímenes de lesa humanidad Victoria Villarruel. La minoría en diputados y senadores, no contar con la gobernación de ninguna provincia ni intendencia, en definitiva, la debilidad estructural con la que nace su gobierno, estarían llevandolo a conformar un gobierno fuertemente condicionado por sus flamantes aliados de las filas del PRO y sectores del radicalismo.

Cabe destacar, además, que contra todo el discurso de la "casta" que planteó Milei a lo largo de su campaña, Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, descendiente de la oligarquía criolla, es una clara exponente de esta "casta" en toda la linea: fue diputada por el menemismo, ministra de Trabajo durante la Alianza - gobierno en el cual es recordada por recortar el 13 % del ingreso de los jubilados -, además de su paso por el PRO y el gobierno macrista, entre otros varios cargos públicos, desde los cuales siempre se dedicó a atacar a las grandes mayorías.

Luego del triunfo del derechista Milei, la preocupación de distintos sectores de trabajadores viene llevando a un estado de debate y organización en distintos lugares de trabajo. Son pasos necesarios para avanzar en enfrentar el ajuste de shock que el próximo Presidente viene anunciando anticipadamente y que buscará descargar sobre los trabajadores y amplios sectores populares.