Hablamos con el diputado de la CUP en el Congreso de los Diputados, Albert Botran, sobre la reforma laboral de Yolanda Díaz y el anuncio de su voto en contra. Se suma a las voces que consideran que se está revalidando buena parte de la reforma de Rajoy de 2012.
Jueves 20 de enero de 2022
Ni como "un vaso medio lleno", así describes la reforma laboral de Yolanda Díaz en una reciente columna en Público ¿Qué es lo que revalida el texto que se ha querido vender como un acuerdo histórico?
Todo lo que había en la reforma del PP del 2012 y que ahora se ha renunciado a derogar. Ya inicialmente el acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos lo dejó fuera. Pero aun así, continuaron hablando de derogación, de derogación y de derogación. Y claro, hay cuestiones que como que no se han tocado, las dan como intocables y, por lo tanto, le cierran la puerta. Esta es nuestra crítica principal. Todo lo que hace referencia a los despidos queda entre estas cuestiones intocables e intocadas. Igual que las indemnizaciones, los salarios de tramitación o la autorización administrativa de los ERE. Por lo tanto, todo esto queda revalidado porque no se dice ni que se tocará en un próximo cambio.
Además de los artículos que quedan intactos de la de 2012 ¿Qué efecto crees que puede tener el relato "progresista" y de las direcciones de CCOO y UGT de que ya se ha derogado la reforma del PP para el próximo periodo?
Aquí el problema es que se está vendiendo una cosa por parte del PSOE y de Unidas Podamos, desde que el PP impuso esta reforma que es que su compromiso era derogarla. Por lo tanto, la bandera ha sido la de la derogación, y lo han llevado en sus programas, lo han dicho y lo han dicho muchas veces. En el momento en que toda la fuerza que tú has acumulado detrás de esta bandera de la derogación, se concreta en una reforma que no deroga, sino que deroga algún aspecto pequeño, pero que mantiene muchos otros… Pues aquí el efecto es desmovilizador. Porque la patronal dará por bueno este acuerdo, no querrá volver a sentarse… Por lo tanto, no volverás a crear un marco donde la patronal acceda a negociar, costará mucho más crear un marco movilizador porque darán por cerrado este tema. Así, para futuras conquistas es muy jodido que toda la fuerza que han acumulado con el eslogan de la derogación de la reforma laboral se acabe en este fraude.
La CUP habéis anunciado que votaréis en contra ¿Qué les decís a quienes os piden un sí y, seguramente, os acusen de votar junto a la derecha?
Nosotros lo que lo decimos es que se pierde una oportunidad. Ha habido cierta fuerza acumulada en relación con la derogación y que, si lo matamos aquí, hay debates que no se volverán a abrir en mucho de tiempo. Costará mucho volver a abrir debates como el de las indemnizaciones o recuperar por completo algunas cosas que solo recuperamos parcialmente, como es la prevalencia del convenio de sector por encima del de empresa. Entonces nosotros rechazaremos el texto, pero si quieren que igualmente se aprueben las cuestiones positivas que contiene, nosotros no nos hemos cerrado nunca a que las lleven por separado y se aprueben. Como así fue el caso de la primera de estas medidas, la prohibición del despido por enfermedad, esto se votó por separado y votamos. Es decir, estamos a favor de todos los avances. De aquello que no estamos a favor es de que se venda como adelantos cosas que han estado renuncias por el camino. Porque entonces creas un mensaje confuso y dificultas mucho los próximos avances.
El sindicalismo vasco y catalán ha convocado las primeras manifestaciones, la izquierda sindical en otras partes del Estado preparan otras. ¿Cómo crees que tendría que articularse la respuesta para conseguir una verdadera derogación de las reformas laborales precarizadoras?
Por un lado, todas las voces críticas tenemos que sumar esfuerzos, todo el sindicalismo crítico. Por otro lado, tenemos que tomar nota y ver que es en todas las naciones sin Estado, es decir Galiza, Euskal Herria y Països Catalans, donde está teniendo más contestación y esto es por alguna razón. Nosotros insistimos a nuestras ideas históricas, que es en estas naciones donde hay la fuerza constituyente para una ruptura en el ámbito político que también querría decir avances en el ámbito social y económico. Entonces insistimos en nuestra tesis que para los avances sociales es necesaria la independencia.