En la carrera por ver quién es más de derechas en la que el PP, Ciudadanos y ahora con más personalidad y notoriedad VOX compiten dándolo todo, Albiol se esfuerza por aparecer en escena para “recuperar” lo que alguna vez fue su bastión en territorio hostil.
Federico Grom Barcelona | @fedegrom
Miércoles 10 de octubre de 2018
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El popular dio a conocer esta intención en una conferencia de prensa haciendo gala de sus "dotes intelectuales", una tradición en su partido de larga estirpe de la cual un tal legendario M. Rajoy ha dejado el listón muy alto. “Quiero empezar esta conferencia con cinco palabras. Y esas palabras son: me presento a la alcaldía de Badalona”, sentenció Albiol mostrando su conocimiento sobre las matemáticas.
Pablo Casado, la nueva cara del PP, en un ejercicio de cinismo infinito sostuvo que “Albiol es una referencia para el Partido Popular de toda España en la defensa de nuestros principios; un ejemplo de resistencia frente a la xenofobia y el supremacismo del nacionalismo”. No pareciera hablar del mismo Albiol que sale, en un informe del Consejo de Europa, como ejemplo de político xenófobo y racista.
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Y vamos si Albiol logró notoriedad con sus primeros movimientos de campaña. Su primer spot para recuperar la alcaldía de Badalona de manos del PSC no puede dejar a nadie indiferente. Quien ya nos sorprendió es su día con su anterior campaña electoral “limpiando Badalona” (de personas migrantes), esta vez bajo el titular “Albiol planta cara a los okupas” puede verse a Xavier García Albiol haciendo una peculiarmente deleznable campaña electoral.
En el Spot, el candidato del PP se encara con supuestos ocupantes de una vivienda del barrio de la Salut y los increpa en tono amenazante por entrar a la vivienda vacía.
En un vídeo “cutre” con música de tensión de película de cine z en donde sale con pose de macho alfa y aires de justiciero, lo único que deja claro nuestro protagonista es no tener el más mínimo sentido del ridículo.
“No puede haber ningún follón dentro de la casa, no quiero ningún follón, como haya ruido vamos a tener un problema todos”, zanja la conversación después de ponerse a dar lecciones, mano en cintura, de lo que se puede hacer y lo que no.
Sin embargo, quien da las lecciones es su partido, el Partido Popular, que permitió y se benefició de la especulación inmobiliaria. Llevó durante años una caja B en su partido que se financió ilegalmente de tramas de corrupción y repartió sobresueldos a su personal en sobres.
Salvó a la banca con dinero público, dio por perdido el dinero dejando una enorme deuda a nuestras espaldas, desahució a decenas de miles de forma “express”, beneficia a la iglesia, la mayor propietaria del Estado, con la excepción de pagos de impuestos entre otros regalos y sentó las bases de una nueva burbuja inmobiliaria.
Lamentablemente tampoco el PSOE, ni ningún bloque progresista, quieren cambiar esta realidad ni hacer nada serio sobre este gran problema que padecen las mayorías sociales.
Hoy la situación de la vivienda puede resumirse en más desahucios, una enorme gentrificación con epicentro en algunas ciudades como Barcelona o Madrid, que está disparando los alquileres y la falta de oferta de vivienda pública. Todo en beneficio de los de siempre.
Solo durante el 2017, según el propio Consejo General del Poder Judicial, se produjeron en el Estado español 100 desahucios diarios con motivo de impago de alquiler. Más de 35.600 familias fueron desahuciadas por este motivo, frente a las 22.300 que perdieron su casa por impago de hipotecas.
Y esta realidad no mejora, sino lo contrario, cuando la media de los alquileres ya ha subido 12 veces más que el salario medio mientras aumenta cada vez más la precariedad laboral.
Es curioso como estos “héroes” son capaces de invadir Catalunya con decenas de miles de policías, apalear a la población pacífica y encarcelar a casi todo su gobierno por querer votar sobre su relación con el Estado; algo que prohíbe la constitución post franquista del 78 mientras no mueven un dedo para resolver el problema de la vivienda, también consagrada en la misma constitución. Mas bien lo contrario.
No solo no les basta con violar este derecho desde la justicia y la policía desahuciando a decenas de miles, sino que Albiol ha querido dar el paso de dedicarse personalmente al matonaje de los que se ven arrojados a esta realidad por necesidad.
¡Que suerte que tenemos a Albiol, un tío duro, para resolver este problema! ¡Ahí dando caña! Eso sí, siempre a los pobres, a los de pocos recursos, a los trabajadores y las trabajadoras.
El Chuk Norris de Badalona al servicio de la Corona, de las élites empresariales y de las finanzas.