El asesor de Macri, conocido por sus cursos de “alegría”, habló sobre el gobierno y la situación política. Un intelectual muy alejado de la realidad y a la medida de Cambiemos.
Martes 21 de marzo de 2017
Alejandro Rozitchner es un intelectual a la medida de Cambiemos. En 2010, este filósofo escribió el libro Ganas de vivir. La filosofía del entusiasmo., el cual difunde a través de sus cursos motivacionales de “entusiasmo” y “alegría”. Amigo personal de Macri, tiene una oficina en la Casa Rosada donde funge como asesor. Fue Marcos Peña –al que llama “el gran terapeuta nacional”- quien lo eligió el año pasado como parte del gabinete de Cambiemos. “Participo en distintas reuniones pero nunca sé exactamente cuál es mi aporte. Es como un negocio familiar donde no sabés exactamente qué hacés, pero está tu pedacito.”, confesó recientemente en una entrevista al diario La Nación. Un “negocio”, vale aclarar, que le deja una suma cercana a los $70 mil pesos mensuales…
El día de ayer, en FM Cultura, Rozitchner habló sobre la situación que atraviesa el país y el gobierno de Mauricio Macri. Si había sorprendido cuando tildó a este último de “democrático-revolucionario”, a lo largo de la entrevista volvió a demostrar su desapego de la realidad.
“Me preocupa que el país no esté a la altura de sus decisiones. (…) Creo que la Argentina está usando a Cambiemos para hacer algo que quiere hacer: crecer.”, decretó el “intelectual M”. En este sentido, habló de un “precio de la evolución” que la sociedad debe pagar, y puso como ejemplo la suba de tarifas. Frente a una pregunta sobre los funcionarios del gabinete, se limitó a afirmar: “es un equipo de gente súper capaz”, “un grupo impresionante”.
Como es costumbre para el oficialismo, no faltó la justificación basada en la pesada herencia. “Dejaron una situación terriblemente conflictiva, un país quebrado, muy cerca de algo parecido a lo que se vivió en 2001”, alegó Rozitchner. Aunque, contradiciendo las fábulas de un “complot kirchnerista” –con el cual el gobierno pretende obscurecer las masivas movilizaciones recientes-, aceptó que “las calles no son de Cristina”.
Desatendiendo el creciente descontento hacia el macrismo así como las recientes estadísticas, se animó a decir que “Cambiemos es el gobierno más popular, determinado y decidido para ayudar a los pobres”; y le atribuyó “un enfoque muy ligado al desarrollo social, de ningún modo favoreciendo a los más ricos”. Para rematar, acusó de a Mirtha de pecar de “populista” durante su entrevista al presidente y deslizó que “no le parece grave” que éste desconociera en el monto de la jubilación mínima.
Este asesor motivacional demostró ser muy ducho en la fraseología vacía que caracteriza a Cambiemos. Sin embargo, a pesar de la forma, su discurso tiene un claro contenido ideológico -de derecha-. El año pasado, apareció en los medios al alertar que el “pensamiento crítico” es un “valor negativo” enseñado en las escuelas. Contra esto, planteaba que “lo más importante no es criticar la sociedad y señalar sus defectos, sino desarrollar la capacidad creativa, la invención, la comprensión, el deseo, las ganas”.
Alejandro Rozitchner, inflador oficial de globos amarillos, se presenta a sí mismo como un “intelectual, rockero y neohippie” para lavarle la cara a una política de ajuste. Filosofía barata y zapatos de goma, quizás es todo lo que te di...