En Alicorp, fábrica de la rama de jabones ubicada en San Justo (La Matanza) unos 20 trabajadores cobraron 0 pesos.
Sábado 30 de julio de 2016
Como si fuera una broma de mal gusto, la empresa entregó los recibos de sueldo con la cifra 0 pesos, en la suma total del salario quincenal. Claro está que la noticia lejos estuvo de haber sido tomada con humor por parte de los trabajadores, ya que con la comida de sus familias, no se juega.
Como se puede observar en la foto, el motivo es el mal llamado impuesto a las ganancias. Una podadora del salario que en esta ocasión se transformó en una verdadera trituradora.
La empresa argumentó que los trabajadores no completaron el formulario de AFIP a partir del cual se declara las bienes y cargas que tienen los trabajadores, a partir de lo que se deducen los descuentos de este impuesto al salario. Y que por lo tanto, el descuento afectado fue tan alto que le sacó hasta el último centavo que les correspondía cobrar por lo trabajado esta quincena.
“Cobre 0$!”…”Trabaje gratis”… “Trabaje para el gobierno”… Se escuchaba mientras arrugaban con bronca el recibo de sueldo.
Una burla descarada a personas que día a día dejan su tiempo, sus cuerpos y parte de su vida en el trabajo. Y encima, les quitan el salario que los trabajadores usan para dar de comer a sus hijos, mandarlos al colegio, viajar etc.
Sin embargo, como ya sabemos, el impuesto a las ganancias saquea el bolsillo del trabajador, pero a los que menos descuenta es a los que verdaderamente tienen ganancias, los empresarios. A ellos nunca los van a dejar con 0 $ en sus cuentas. Al contrario, bien que conocen de exenciones y todo tipo de maniobras para evadir impuestos, amparados por los gobiernos de turno, sean de Macri o de los Kirchner.
Para colmo, este tremendo descuento total del salario no viene en cualquier momento.
Se suma a los Tarifazos del 400% del gas, Luz, la inflación y unas paritarias firmadas por el sindicato que lejos están de cubrir esta perdida y también de volver a abrirse. Lo cual se convierte en un combo fatal para estos obreros, que en condiciones así pone en estado de desesperación a familias enteras.
Seguramente muchos de estos mismos trabajadores votaron a Macri con la ilusión de que podía llegar a modificar el piso o escala del impuesto. Pero la realidad es más fuerte, y basta poco tiempo para mostrar la hilacha de que intereses defiende.
Muchos compañeros acumulan rabia y quieren terminar con este impuesto y todas las medidas de ajuste.
Pero saben que tienen el obstáculo de las conducciones sindicales, que en vez de convocar medidas de fuerza, se guardan al silencio, convirtiéndose en el principal sostén de una política durísima contra los trabajadores y sus familias.
Mientras las empresas gozan de un gobierno servicial a sus intereses, y burocracias sindicales cómplices.
Pero a este desprecio por la vida obrera, más temprano que tarde, se le responderá en masa, y al dique de contención que significan las conducciones sindicales, la fuerza de abajo presionará hasta derribar, y derrotaremos la política económica de este gobierno patronal.