Por sus posiciones es muy parecido a un moderado republicano norteamericano, o a un demócrata de derecha de ese país. De operador político de Clarín a candidato de Cristina Kirchner.
Mirta Pacheco @mirtapacheco1
Sábado 18 de mayo de 2019 12:29
En julio del 2008 deja el gobierno de Cristina Kirchner, luego de que el "campo" le ganara la disputa por la 125. Aunque en verdad fue una disputa por migajas que no iba a cambiar las condiciones de una sola trabajadora o trabajador en este país. Todo el mundo sabe y la misma Cristina lo dijo públicamente, tenían un “topo” de Clarín adentro, porque Alberto Fernández funcionaba como operador político de Magnetto.
Claro, su abandono del gobierno fue porque se puso del lado de Clarín.
Alberto, que fue kirchnerista, luego massista, luego de Randazzo (aunque eso duró apenas una campaña. Y antes que nada, fue Duhaldista) ahora acompaña el intento de “volver” del kirchnerismo ( muchos estarán por estas horas pensando, en relación al kirchnerismo: “ya no sos mi Margarita, ahora te dicen Margot”).
El mismo Massa que lo tuvo como su jefe de campaña, y activo integrante de su espacio político, al conocerse la noticia declaró “tengo respeto por Alberto Fernández” y dejó abierta la puerta para un diálogo "constructivo", según las palabras que le gusta usar a quien también fue parte del gobierno de Cristina.
Alberto Fernández por esos años se encargó en cuanto programa fue invitado de criticar desde el republicanismo al gobierno de Cristina Kirchner (si se hace el ejercicio de mirar esos videos, casi no hay diferencias entre la cosas que planteaba y las que podía decir hasta la misma Carrió en cuanto a la defensa de un supuesto “republicanismo”).
Volviendo a su ex aliado político, por las redes sociales los mismos seguidores de Massa, pero también kirchneristas, le piden que se sume a ese espacio. ¿Sergio Massa candidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires?
Amigos son los “traidores”
Lo cierto es que a quien Cristina nombró la semana pasada en la presentación de su libro “Sinceramente”, como el que la había convencido de escribirlo, que por estos meses se convirtió en su operador político y a partir de este sábado 18 en su candidato a Presidente, es el hombre que tiene más aceitada la relación con el Peronismo Federal.
Hoy por hoy, luego del triunfo que obtuvo en Córdoba, el exponente con mayor peso de ese espacio es el gobernador Juan Schiaretti, pero tambiéne están Urtubey, Pichetto. Con ellos Fernández (el que se mueve y piensa como un republicano moderado de Estados Unidos), mantiene un constante diálogo.
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Esta fórmula permite esa “unidad” tan mentada, pero que no va a hacer más que profundizar las penurias del pueblo trabajador. Por ejemplo, en innumerables reportajes Alberto Fernández ya adelantó que la deuda externa hay que respetarla, renegociándola (como dice el kirchnerismo). Pero el resultado será igualmente que millones y millones de dólares no se inviertan en las necesidades de la población. Ese es el principal punto del programa de esta flamante fórmula.
Hasta el periodista Bercovich por twitter planteó que él sí se imagina a Alberto codeándose y negociando con los popes de Wall Street.
Por lo pronto ya otros pre candidatos peronistas se bajaron, como Felipe Solá y Daer el líder de la CGT que no se cansó de darle tregua al gobierno, traicionando a los trabajadores (ahora la central sindical llamó a un paro para el 29 de mayo), salió a felicitar esta fórmula presidencial.
Ya no son sapitos (como decía Gioja que es necesario tragar), son grandes batracios los que ahora vende Cristina Kirchner. Que pasó de un proyecto “nacional y popular” a aliarse con quien le puede garantizar atraer al ala derecha del PJ, como es ese Peronismo Federal.
Las piruetas de los políticos tradicionales hacen que siempre caigan con el pie derecho.