La difusión del acuerdo, publicado por el periódico Financial Times en octubre del año pasado, ha generado en Gran Bretaña un debate sobre soberanía y privacidad de la información, ya que el contrato con un costo calculado entre 500 y 1000 millones de libras esterlinas por los próximos 10 años implica poner en manos de la norteamericana AWS los datos de su población.
Martes 18 de enero de 2022 09:00
Los servicios de Amazon se promocionan como: Informática en la nube para el Servicio de Inteligencia de EE.UU.
Los servicios secretos británicos no serían los primeros en entregar información clasificada a la división de almacenamiento en la nube de la plataforma estadounidense, quien ya aloja información de la CIA y las 17 agencias de seguridad estadounidenses. El objetivo declarado sería impulsar el uso de técnicas de inteligencia artificial sobre los datos de su población.
Según la publicación del Financial Times, citando fuentes involucradas, el acuerdo involucra a las tres agencias de inteligencia de Gran Bretaña: el Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno (GCHQ), junto con el servicio secreto interno (MI5) y el externo (MI6) y podría también involucrar datos del Ministerio de Defensa, cuando se realicen operaciones conjuntas con estos organismos. El GCHQ se encarga de la inteligencia de señales, es decir del monitoreo, intercepción y desciframiento de datos que incluye la vigilancia sobre los datos de la población [1] y la protección de los sistemas de comunicaciones del gobierno y depende, junto con el MI-6 del Ministerio de Exteriores.
Algunos de los argumentos que buscan justificar estas tareas de inteligencia sobre la población, son las llamadas luchas contra “el terrorismo, el crimen organizado y la pedofilia”. En febrero del 2020, ciber-espías del GCHQ informaron que adoptaron plenamente la inteligencia artificial como método para descubrir patrones subyacentes en grandes cantidades de información global para contrarrestar "campañas hostiles de desinformación", según información de la agencia Reuters.
El GCHQ lleva años utilizando técnicas básicas de Inteligencia Artificial tales como tecnología para traducción, pero planean ampliar su campo de uso para la prevención de delitos cibernéticos como el ransomware [2] y el criptojacking [3]. La utilización masiva y constante de técnicas de inteligencia artificial para análisis de grandes volúmenes de datos requiere de una disponibilidad y capacidad de cómputo que pocos proveedores a nivel mundial pueden brindar.
Más allá de los supuestos motivos declarados, los detalles del acuerdo no se harán públicos debido a la naturaleza confidencial del mismo y tanto AWS como los portavoces de las agencias han declinado comentar sobre el mismo. Sin embargo, la ministra del interior británica, Pritti Pavel, ha sido instada a brindar explicaciones a nivel parlamentario sobre los riesgos que implican tanto para la soberanía como para la seguridad nacional alojar la totalidad de la información secreta del país en una empresa privada basada en un país extranjero (EEUU) a pesar de que ha trascendido que la información permanecerá en servidores alojados en suelo británico.
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El gobierno de Gran Bretaña, no sería el primero en firmar este tipo de acuerdos con Amazon, ya que la CIA (agencia de inteligencia norteamericana) en 2013 ya había firmado un acuerdo en nombre de las 17 agencias de seguridad de ese país, incluídas la NSA y el FBI, por 10 años [4].
La pregunta subyacente, es quien regulará la protección de los datos personales de la población que manejan las agencias de inteligencia si la misma es alojada en empresas como Amazon y Google, cuando su privacidad sólo se encuentra asegurada por un acuerdo comercial firmado dentro del marco legal de un país como Estados Unidos.
[1] Entre estas técnicas se incluye la llamada inteligencia de fuentes abiertas, por sus siglas en inglés OSINT (Open Source Intelligence) basada en la información pública y de redes sociales de población
[2] Ransomware Secuestro de datos en inglés, consiste en el “secuestro de información” mediante la encriptación de los datos, por cuya desencriptación se pide un rescate
[3] Consiste en utilizar la capacidad ociosa de procesadores de terceros para minar criptomonedas si el consentimiento/conocimiento del dueño del hardware
[4] La información pública al respecto puede consultarse en la página web de Amazon, chequeando en https://aws.amazon.com/es/federal/us-intelligence-community