A horas del paso de Cristina Fernández y Lázaro Báez por los Tribunales Federales, el periodista dialogó con LID sobre los casos de corrupción, la Corte Suprema y el rol político de la Justicia.
Miércoles 6 de julio de 2016
¿Cómo ves la evolución a ritmos acelerados de las causas contra funcionarios del anterior gobierno? ¿Cuánto hay de operaciones políticas y cuánto de corrupción real no combatida en el anterior gobierno?
Generalizando, los jueces son medianamente oficialistas hasta que el oficialismo abandona el poder. Un ciclo político se apaga y ahí se aceleran las causas contra los funcionarios salientes. Pasó con el menemismo. Y ahora, al igual que pasó luego del menemismo, el tema de la corrupción parece monopolizar la conversación sobre la política, lo cual me parece nocivo. No veo operaciones orquestadas por el PRO. Le resulta funcional la proliferación de causas, eso sí, claro. Sí veo un frenetismo impuesto por los medios. Los jueces perciben ese clima, sienten esa presión.
Y sí, claro que hubo corrupción. El kirchnerismo además nunca sintió como propio el speech en contra de la corrupción en la política: hizo hincapié en los privados, en la corrupción del "sistema", como el financiero (debates interesante, a veces acompañados con acciones y otras no), pero no en la de los funcionarios públicos. Una corrupción que, como el caso de López, excedió el recurso de sobreprecios para financiar la política, algo que tampoco debería justificarse. Además en algún punto todo se mezcla.
¿Cómo evalúas el futuro de la Corte Suprema con la incorporación de Rosatti y Rosenkrantz?
Incluso podrían intentar sacarle a Lorenzetti la presidencia. Sospecho que van a operar en ese sentido. Sobre los casos de corrupción, me parece que Lorenzetti alienta que haya actividad en ese sentido. Respecto al conflicto social, no sé, veremos. No veo que la Justicia vaya a poder contenerlo, en caso de que crezca. Tampoco creo que vaya a haber un comportamiento monolítico en la Corte ni en Comodoro Py.
Con estas medidas aceleradas contra ex funcionarios, ¿la Justicia logra recuperar algún prestigio social?
De todas formas, sigue siendo el poder más opaco y aristocrático, con cargos vitalicios a los que se accede con algún grado de apoyo político (o de los servicios de inteligencia), en los que no hay ninguna obligación de rendir cuentas. Con esto tampoco quiero decir que todos los jueces sean iguales.
* Andrés Fidanza es periodista. Trabajó en la sección política de Crítica de la Argentina y en la revista Newsweek. Escribe regularmente en Perfil y en la revista Anfibia. También ha colaborado con Brando, Playboy, Miradas al Sur, Crisis, Lonely Planet, Un Caño, entre otros medios.