El dirigente de la UOM, hoy integrado en el Frente de Todos, no tuvo reparos a la hora de aclarar el rol que jugó la dirigencia sindical peronista en estos años de ajuste.
Jueves 3 de octubre de 2019 12:01
Foto: Mundo Gremial
“Si yo fuese el presidente Macri llamaría a la CGT y agradecería la gobernabilidad. No supieron aprovechar la gobernabilidad que les dieron los trabajadores, creyeron que se la daban los mercados, los bancos, pero se la dio el movimiento obrero”.
Antonio Caló no tiene pelos en la lengua. El ex secretario general de la llamada CGT Balcarce y eternizado dirigente de la UOM dice las cosas como son.
Las declaraciones tuvieron lugar en Tandil, donde el dirigente sindical estuvo de paso. Entrevistado por el portal El Eco, Caló ratificó lo que todo el país sabe: sin la complicidad de la dirigencia sindical el ajuste macrista no hubiera avanzado de la forma en que lo hizo.
Lo de Caló es, además, de una caradureza extrema. El dirigente sindical hizo estas declaraciones al mismo tiempo que señalaba como el ajuste golpea sobre el sector metalúrgico. Afirmó que en los últimos años se perdieron 50 mil puestos de trabajo y que en la actualidad hay 20 mil trabajadores suspendidos.
Las declaraciones de Caló expresan la política seguida por el conjunto de las conducciones sindicales. Con matices discursivos y alguna que otra diferencia a la hora de protestar, las diversas alas de la burocracia sindical bancaron el ajuste macrista con su inacción.
El crecimiento de la pobreza y la desocupación son también responsabilidad de esta dirigencia burocrática que, bajo el llamado a “derrotar a Macri en las urnas”, dejó crecer la miseria de las grandes mayorías.
Esta es la misma dirigencia que ya se perfila como garante de la mal llamada paz social hacia un eventual gobierno de Alberto Fernández. Los mismos que dejaron pasar miles de despidos en la era Macri se preparan para avalar otro ajuste en el futuro, esta vez bajo gestión peronista.
