Las medidas del ministro candidato no resuelven los problemas de fondo que afectan al pueblo trabajador, una combinación de inflación y ajuste que no se aguanta más. La devaluación la aplicó este gobierno para cumplir con el FMI, luego de convalidar la deuda fraudulenta del macrismo.
Miércoles 13 de septiembre de 2023 20:09
El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció la creación del Programa “Compre sin IVA” que implicará la devolución del impuesto del 21% en la compra de los productos de la Canasta Básica para 9 millones de trabajadores que cobran salarios de hasta $ 708.000. El reintegro tendrá un tope de $ 18.800 por mes y será efectuado a las 48 hs de haber realizado el pago con tarjeta de débito. La medida llega el mismo día que el Indec confirmó que la inflación de agosto fue del 12,4 % (siendo especialmente fuerte en los alimentos) y a poco más de un mes de las elecciones.
En la conferencia de prensa, desde el Palacio de Hacienda, el candidato de Unión por la Patria afirmó que instruyó a la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) "para que establezca de manera sistémica y automática por resolución el beneficio”. Habrá que esperar al escrito que presente el organismo para evaluar la implementación de la medida, pero su monto limitado ya deja a la vista que no compensa la pérdida en el poder de compra provocado por la devaluación aplicada por Massa.
El ministro comenzó su discurso intentando hacer responsable al FMI por la devaluación del 22 % implementada al día siguiente de las PASO, pero la realidad es que fue una decisión del peronismo convalidar la fraudulenta deuda externa solicitada bajo el gobierno de Macri. Massa había anunciado la modificación en el impuesto a las ganancias que afectaba a un sector de los trabajadores asalariados, con la devolución del IVA apunta a un universo más amplio. Son medidas de último momento para intentar revertir el tercer lugar obtenido en las urnas, pero mientras el acuerdo con el Fondo siga vigente el plan de conjunto seguirá siendo el ajuste.
La situación para los sectores de menores ingresos es crítica. El rubro de alimentos y bebidas aumentó 15,6 % en agosto. Entre los alimentos los que más aumentaron se encuentran los cortes de carne que crecieron hasta un 39 %.
Las grandes empresas aprovechan la vía libre para remarcar y realizan ganancias millonarias. Según un informe de Cifra de la CTA, Arcor y Molinos Río de la Plata (alimenticias) registraron un margen de ganancia en torno al 10-15% durante el año pasado y en lo que va del presente. El Gobierno evita por todos los medios afectar a estos monopolios que están entre las principales responsables de que llegar a fin de mes sea cada vez más difícil para las familias trabajadoras.
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La inflación mensual de dos dígitos está golpeando los bolsillos de los asalariados cuyo poder adquisitivo viene en retroceso desde hace 6 años de forma consecutiva, sus ingresos cayeron más del 23 % en relación al 2015. Los trabajadores informales fueron los más afectados y los que están recibiendo menos medidas para recuperar al menos una porción de lo perdido. La devaluación de Massa para cumplir con el FMI es un ataque a los salarios, jubilaciones y asignaciones sociales que se complementa con los recortes en el presupuesto nacional.
Las conducciones de la CGT y la CTA mostraron su apoyo a Massa esta semana en un acto realizado en Plaza de Mayo. Deberían dejar de convalidar el ajuste en curso y llamar a un paro nacional y plan de lucha que sirva para empezar a defender los intereses de la clase obrera. Una pelea común donde confluyan los trabajadores ocupados y sus organizaciones junto a los movimientos sociales y de desocupados.
Cobrar IVA a los productos de la canasta básica es un impuesto directo sobre aquellas familias que se encuentran sumergidas en la pobreza y debería ser eliminado. La devolución con un tope y por un plazo acotado, no resuelve el problema de fondo. Es urgente recomponer los ingresos de las grandes mayorías, garantizando que nadie gane menos de lo que cuesta una canasta básica, en la actualidad es de $248.962 (julio), en el camino de lograr un salario mínimo igual a la canasta familiar que los trabajadores del Indec calcularon en $ 384.657 (julio).
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