El 7 de noviembre el Gobierno quiere aplicar el Operativo Aprender. Este martes aplicarán el Enseñar en los terciarios. Pruebas estandarizadas para profundizar la precarización y culpar a los docentes de la crisis de la educación pública.
Domingo 29 de octubre de 2017 11:23
El "Operativo Aprender" está dirigido a estudiantes de sexto grado y quinto y sexto año de secundaria en todas las escuelas públicas y privadas. Además se hará una prueba muestral a cuarto grado de primaria en 220 escuelas. La prueba costará $ 380 millones.
El "Operativo Enseñar" es de carácter muestral, se realizará sólo en algunos terciarios y se aplicará a los estudiantes de cuarto año de institutos superiores de formación docente.
El año pasado el mismo Operativo del Gobierno fracasó en muchos distritos y provincias debido al enorme rechazo y resistencia que cosechó. Las seccionales opositoras del Suteba llevaron adelante un paro que tuvo importante adhesión, además de Neuquén donde también hubo medidas de fuerza.
En marzo de este año y en medio de la lucha docente, el Gobierno anunció los resultados del cuestionado operativo usándolos como fundamento para proponer el proyecto de ley denominado “Plan Maestro”.
Resistencias
En estos días el ministro de Educación Alejandro Finocchiaro y la secretaria de Evaluación Educativa Elena Duro salieron a cuestionar a los sindicatos docentes que se opusieron y se oponen a la prueba. Este nuevo ataque por parte del Gobierno se da a pocas semanas de que lanzaran una brutal campaña contra la docencia que habló de Santiago Maldonado en las escuelas.
El hecho de fondo es que el Gobierno quiere avanzar en una contrarreforma profunda en la educación pero tiene claro que no lo va a poder hacer fácilmente porque va a encontrar resistencia. La gran lucha desarrollada en la Ciudad de Buenos Aires por estudiantes y docentes que se opusieron férreamente a la “Secundaria del futuro” es una muestra clara.
¿Qué implicancias tendría la reforma que quiere implementar el Gobierno?
Este tipo de reformas basadas en evaluaciones censales, externas y estandarizadas vienen siendo impulsadas y aplicadas desde hace más de 10 años en gran parte de América Latina. El Banco Mundial es su principal impulsor e ideólogo. Esto se puede apreciar claramente en la publicación que hicieron hace dos años titulada Profesores excelentes, cómo mejorar el aprendizaje en América Latina. Allí el Banco Mundial analiza la implementación de reformas educativas durante la primera década de este siglo y saca conclusiones para imponerlas con la “menor resistencia posible”.
Si miramos a los países modelo de estas reformas, como Chile, el sueldo que perciben los docentes, como el presupuesto que se destina a cada escuela, depende del puntaje que se obtenga en las evaluaciones. Salarios atados al “mérito”, ceses y despidos de docentes son algunas de las consecuencias de estas reformas.
En México esta reforma viene acompañada de una nueva currícula, a partir de un modelo copiado de Estados Unidos, donde han recortado contenidos relacionados con la filosofía y la sociología, por ejemplo, y se eliminaron cargos docentes.
El Banco Mundial recomienda pensar la función de la supervisión y la dirección en términos de “gestión” y “liderazgo” que se mide por su eficiencia, a tono con la concepción mercantilista y empresarial de estas reformas.
Organizar una gran campaña de rechazo
A medida que se acerca la fecha de realización de los Operativos crece el rechazo en institutos terciarios, escuelas y distintos sindicatos.
Mientras el Gobierno intenta avanzar por distintos flancos contra la docencia, los sindicatos como Suteba, cuya conducción es kirchnerista, se oponen de palabra pero no llaman ni a una asamblea para organizar la resistencia.
Este ataque del Gobierno nos exige no sólo tener una posición de rechazo, sino repensar los objetivos de la educación pública, los planes de estudio y la relación de sus contenidos con la sociedad. Es decir, pelear por una educación pública de calidad que parta de arrancar un aumento inmediato del presupuesto educativo al 10 % del PBI y quitarle los subsidios a la educación privada, laica y religiosa.
Como votó la asamblea de Suteba La Matanza, hay que exigir a Suteba provincial y a la Ctera la convocatoria a asambleas y plenarios de delegados para votar un paro nacional y provincial contra el plan Aprender y el ataque de los gobiernos nacional y provincial a la educación pública.
La Ctera tiene que ponerse al frente de una campaña que explique a cada uno de los docentes de todo el país y al conjunto de la comunidad, el carácter de las evaluaciones y para qué quiere utilizarlas el gobierno de Mauricio Macri. Debería sacar comunicados, videos, charlas y recorrer las escuelas explicando que las condiciones laborales van de la mano de las evaluaciones, y que el presupuesto educativo también.
Hay que exigir a la conducción celeste de Roberto Baradel que impulse la organización de un boicot activo en cada escuela de todo el país y garantizar las condiciones para un gran paro nacional para el 7 de noviembre que muestre que nosotros queremos otra educación y que defendemos las conquistas que tenemos.
Las bancas del Frente de Izquierda son un importante apoyo en esta pelea. En esta semana Nathalia González Seligra, docente y diputada nacional, estará presentando en el Congreso un proyecto de ley de rechazo a las evaluaciones externas.