Datos a los que accedió La Izquierda Diario revelan que el frigorífico de Pérez Millán es un gran negocio. Pero sus dueños amenazan con el cierre de la planta para negociar a la baja los salarios.
Lucía Ortega @OrtegaLu_
Jueves 4 de marzo de 2021 22:00
Vista aérea de la planta frigorífica en Pérez Millán.
El frigorífico ArreBeef, propiedad de la familia de Hugo Borrell, registró exportaciones por U$S 218 millones en 2020, uno de los años récord de ventas externas del rubro de la carne.
De acuerdo a datos de exportaciones a los que accedió La Izquierda Diario, la empresa viene facturando por arriba de los U$S 200 millones en los últimos tres años.
Según cuenta su propio dueño en una entrevista en Prensa Económica, el negocio viene marchando exitosamente, tal es así que el año pasado realizaron una inversión de U$S 5 millones en la compra de un biodigestor.
Lamentablemente, como ocurre con los negocios de las empresas privadas por lo general, no es fácil acceder a sus balances contables y a los registros de su actividad, ya que suelen guardarse bajo siete llaves para que no se conozca el "secreto" de su ganancia, que no es otra cosa que obtener un excedente del producto de los trabajadores.
El último balance al que accedimos data del año 2012, en donde ya se observaba una facturación del orden de los U$S 200 millones y un resultado neto en torno a U$S 430.000 anuales. Ante el crecimiento del negocio y la baratura de los salarios de allí en adelante, no hay razones para pensar que la empresa no tiene posibilidades de mejorar los sueldos de sus empleados. Incluso en pleno año de pandemia, la carne aumentó con creces su precio interno y su volumen exportado.
A esto debe sumarse que los salarios estuvieron duramente afectados por la devaluación del peso desde 2018 en adelante, mientras que las ganancias son facturadas en dólares.
Bajo el supuesto de que toda la facturación de 2020 hayan sido los U$S 218 millones de exportación (es decir, suponiendo que no vendió nada en el mercado interno), y considerando una planta de mil trabajadores con sueldos de entre 12 mil y 20 mil pesos la quincena, resulta que el pago de salarios (incluyendo los aportes y contribuciones a la seguridad social) representa apenas un 4 % de los ingresos por ventas.
¿Cómo puede justificar su dueño Borrell que no alcanza para pagar salarios? ¿El 96 % restante está comprendido todo por costos de insumos e impuestos? Imposible. Es evidente que las empresas buscan cualquier excusa para evitar perder márgenes de ganancia.
La empresa tampoco tiene en los últimos años ningún problema financiero ni de moras por deudas.
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ArreBeef es la segunda exportadora en su rubro. En palabras de Borrell “no hay techo para la demanda de la carne”, “…el año pasado [por el 2019] crecieron muchísimo las exportaciones de carne del país y sigue en la misma tónica. Nosotros estábamos procesando 1.000 a 1.200 cabezas diarias y ahora vamos a las 1.400 a 1.500 cabezas por día. Debemos ser la única empresa argentina del sector que destina el total de su producción a la exportación”.
Asimismo, es una de las pocas beneficiarias de la famosa Cuota Hilton (que representa el 80 % de la exportación de carnes del país), que comprende en 2020/2021 unos 29.500 toneladas de cortes de carne premium, de alto valor comercial, con destino al mercado europeo. De ellas, en último ciclo la empresa de la familia Borrell se ubicó en el séptimo lugar de la cuota, con un cupo de 1.613 toneladas, y se estima que a un precio cercano a los U$S 10.000 la tonelada.
De acuerdo a CICCRA (Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina) en el año 2020 “las exportaciones de carne vacuna alcanzaron un nuevo récord histórico, al totalizar 616,2 mil toneladas peso producto (tn pp). Este volumen resultó 8,6% superior al máximo que se había registrado en 2019 (+48,8 mil tn pp)”.
El pasado jueves 4 de marzo fueron miles los vecinos de Pérez Millán (de 5 mil habitantes) marchando por sus calles exigiendo una respuesta a los reclamos de los trabajadores del frigorífico, cansados de cobrar salarios de miseria y de los chantajes de la patronal, así como de la connivencia del sindicato con el empresario.
¡Todo el apoyo a los trabajadores de ArreBeef!
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Lucía Ortega
Economista UBA. Coeditora de la sección de Economía de La Izquierda Diario.
