La base actual está 42 kilómetros hacia el este, en Pérez Millán, partido de Ramallo, donde Arrebeef tiene su planta industrial de 26.200 metros cuadrados, donde trabajan 1.000 personas para proveer de cortes enfriados y congelados a los consumidores más sofisticados de Europa, China, Estados Unidos, Egipto y Chile, entre los principales destinos. La faena diaria es superior a los 1.000 vacunos; más la articulación productiva con otras plantas en Escobar y Bernal, en un trabajo conjunto con otros frigoríficos que también están asociados al Consorcio ABC de exportadores de carne. ArreBeef está desarrollando un ambicioso proyecto de biogás en su planta, a un costo de U$S 6,5 millones. “Somos la única empresa frigorífica que se ha embarcado en un proyecto de este tip”. Los frigoríficos de consumo se tendrán que reconvertir, adaptarse a las normas sanitarias que exige el mundo. Siguen explotando Hugo Alberto Borrell, Carlos Alberto Riusech y José Omar Solassi son los titulares de la empresa con radicación en Panamá denominada Mainland Properties Management SA. Según se ventiló entre los documentos dados a conocer como Panama Papers, esta firma offshore fue creada en el año 2010 y tiene domicilio de operaciones en un estudio jurídico contable de la ciudad de Montevideo, cuyo nombre es J.P. Damiani & Asociados. La radicación de empresas en paraísos fiscales forma parte de un sofisticado mecanismo que montan grandes empresarios para evadir impuestos en el país y fugar dólares al exterior. Los trabajadores denunciaron salarios por debajo de la pobreza. Denunciaron maltrato del personal jerárquico y acoso sexual a las obreras. Denunciaron también que el sindicato les impedía elegir a sus representantes, derecho consagrado en la Constitución Nacional. La empresa, pese a la prohibición de despidos vigente y violando la Conciliación Obligatoria, megáfono en mano anunció el despido de mil trabajadores y amenazó con cerrar el frigorifico. Actuando como un empleado de la patronal, la justicia no solo permitió todas estas ilegalidades sino que ahora busca sembrar miedo entre los trabajadores, citándolos para imputarlos y amdrentarlos.Lágrimas de cocodrilo. En una de sus ultimas entrevistas ratificó el agradecimiento a la Federación de la Carne con quien negoció los despidos con el aval del Ministerio de Trabajo, y que luego a través de promesas a los trabajadores se encargó de evitar que continúen las medidas de fuerza. En palabras de Borrell, “hubo una fuerte intervención de la Federación de la Carne, me hicieron un gran acompañamiento”. Más de 80 aislados en Arrebeef por coronavirus. No es la primera vez que el frigorífico ArreBeef se convierte en un lugar de contagios masivos. El año pasado, en la primera ola de la pandemia, 900 trabajadores debieron ser aislados, dando positivo de Covid 19 cientos de ellos por la alta exposición al virus que se vivía a diario en la planta, exponiendo no solo la salud y la vida de los obreros y obreras sino también de sus familias. Hoy continúa maximizando su fortuna con poca plata, porque sostiene 1500 cabezas faenadas con cientos de trabajadores menos que hacen múltiples tareas. Así llegaron a los 100 años, con una familia explotando distintas generaciones del pueblo que trabajan con muchísimas horas laborales, altísimos ritmos de producción y salarios de hambre. Estos poderosos empresarios, que facturan en dólares y pagan salarios en pesos, que evaden impuestos y fugan divisas mediante firmas offshore, amasan sus fortunas a costa de una alta explotación laboral, con salarios de miseria y condiciones laborales precarias.