El fenómeno se da en el contexto del departamento más grande, menos poblado y ciertamente uno de los pocos con tradición minera de la provincia. Sin embargo, ni la propaganda oficial -que sitúa al departamento sureño como defensor acérrimo de la minería-, ni el lobby empresarial que embarca en una misma nave a empresarios, técnicos “orgánicos” y políticos, pudo ocultar que este modelo extractivo nada tiene que ver con la minería que a mediados del siglo pasado lograba generar empleo a centenares de malargüinos.
La megaminería contaminante es otra cosa, parecen entender los asambleístas del sur mendocino: un negocio transnacional que se asienta en la apropiación indiscriminada de recursos, la rifa de los bienes naturales y culturales, la incompatibilidad de este negocio con otras posibilidades de desarrollo y la hipoteca del futuro por unas monedas.
Frente a esto y con la partida de la megaminera Vale (que dejara más de cuatrocientas familias sin empleo), como un argumento más, luego de la publicitada presentación de los proyectos Hierro Indio y Cerro Amarillo el 9 de setiembre pasado, los asambleístas sureños pronunciaron su oposición a los proyectos en una proclama que denuncia tanto la depredación ambiental y cultural de estos proyectos, como la ilegalidad de su asentamiento burlando normativas como la Ley Nacional de Protección de Glaciares.
La Izquierda Diario, comparte con sus lectores el pronunciamiento ambiental de la Asamblea por los Bienes Comunes Malargüe en relación a Cerro Amarillo:
“LOS POLÍTICOS Y EMPRESARIOS MEGAMINEROS nos vinieron a explicar que:
Nuestro departamento no tiene agricultura, por lo tanto el agua no importa, Así arrancó el discurso del Ministro Zandomeni, minimizando el uso agrícola del agua en Malargüe. Los responsables de la empresa Meryllion explicaron que van a extraer cobre, pero NO mencionaron el oro, el molibdeno y los otros minerales que sí aparecen en su informe en inglés entregado a las autoridades provinciales. Se instalaría una planta de tratamiento de cobre (eso propone el informe) que utilizará agua y “químicos biodegradables” en un área que es parte de las nacientes del Rio Grande. No se ha realizado un estudio de geoformas de origen glaciar y periglacial. Cabe recordar que los artículos 3, 4 y 5 de la Ley Nº 26.639 de Proteccion de glaciares establecen que debe hacerse un inventario de “glaciares y geoformas periglaciares que actúan como reservas hídricas existentes en el territorio nacional”. Este inventario todavía no se ha concretado en la cordillera de Malargüe; aún faltan las cuencas de los ríos Malargüe y Grande. Sin embargo, las autoridades provinciales pretenden que la empresa avance en sus tareas de prospección. Los mineros dejaron entrever que las vegas, arroyos y las familias de puesteros de la zona no son tan importantes como los “supuestos” empleos que va a generar la megaminería. Es claro que no se toma a esos valles como ámbitos socioculturales llamados veranadas. De construir la mina, en Valle Noble piensan hacer una instalación de procesamiento de relaves. Estos “relaves” son los líquidos y sólidos que sobran de la planta de flotación y que debe confinarse en un lugar seguro. La planta constará de una gran extensión de terreno, generando un lago con presa de cierre, de modo que no infiltre líquidos y que no pueda causar un accidente por deslizamiento de los terrenos en que está dispuesto. Vean las fotos de la represa de relaves que tiene Chuquicamata. Los responsables de la empresa Merllion explicaron que el yacimiento de Cerro Amarillo es el doble de grande que el yacimiento el Teniente en Chile, por lo que se deduce que la explotación de la mina va a generar una especie de cráter gigantesco, dos veces más grande que el mencionado yacimiento y conocido en el mundo como una de las alteraciones antrópicas que se pueden ver desde el espacio.
- Creemos que se prioriza una actividad económica de alto riesgo, a pesar de que el modelo territorial deseado para mendoza (2045), promueve el derecho humano al agua. Se hace caso omiso a esto, porque la megaminería favorece a pocos, en cambio el valor del agua como bebida es para todos. Las vegas de cordillera, no existirían sin el agua, y son el sustento de los puesteros (crianceros de chivas y vacas) durante la veranada. Por lo tanto, las Asamblea por Los bienes Comunes Malargüe expresa que:
El agua, la tierra, las pasturas, los minerales son bienes naturales y culturales. En este modelo territorial (Mendoza 2045) que deseamos todos los mendocinos (del que somos parte los malargüinos), no están priorizados polos mineros en la cordillera mendocina. Sí están priorizados en la cuenca del Río Grande polos turísticos y la presa Portezuelo del Viento Ente ello, nos preguntamos; ¿Cómo compatibilizamos los mega emprendimientos metalíferos con el desarrollo de una Mendoza, que según lo expresado por nuestros propios gobernantes debe implementar estrategias para la preservación, la conservación y el uso sustentable de los bienes naturales y culturales? ¿Qué valor territorial le daremos a Valle Noble con una planta de relaves de cobre? Qué es Noble por sus aguas, por sus pasturas, por sus paisajes!! Asamblea por los Bienes Comunes Malargüe.