El pasado 12 de marzo en Puerto Montt José Omar Barría Imío cometió el homicidio. La hermana de Ana Almonacid, Carla, señaló que el ataque se originó luego que el agresor se enteró de la orientación sexual de la víctima.
Jueves 28 de abril de 2022
Este crimen de odio calificó como femicidio, por lo que el asesino se ve enfrentado a una pena prolongada, pero sin duda hablamos de un lesbofemicidio. ¿Cómo llegamos al punto en que se rocía a alguien con bencina por su orientación sexual?.
Desde que se creó la tipificación de femicidio en chile, existen 500 casos, sin dudas un número brutal, no debería existir ningún homicidio ciertamente y menos por ser mujer.
Cuando les estudiantes en toma hoy, exigen educación no sexista en sus petitorios, no es casualidad, esta demanda responde a la educación machista que hemos recibido desde siempre.
El femicida, no es un caso aislado y responde a una sociedad dónde sus autoridades han invisibilizado la educación de género y han promovido la privación a la salud mental en la mayoría de la población. No me refiero aquí a que el autor del crimen de odio hacia Ana esté "enfermo" sino que es un hijo sano de un sistema patriarcal como el que vivimos.
El poder judicial no puede responder esta problemática, ya que, su carácter punitivo solo resuelve el síntoma, no la enfermedad. Y es que el machismo en la sociedad se ha caracterizado como otra pandemia, según los estudios de la situación de las mujeres de la red chilena contra la violencia por ejemplo, quienes cada año hacen un seguimiento al número de femicidios. (Durante 2022 confirman 12).
Aunque esté tipificado el femicidio en el artículo 390 del código penal, esto no quiere decir que automáticamente se anulen éstos en la sociedad, ya que su causa, es mucho más compleja. Una de estas es sin dudas, la necesidad de una educación sexual integral, ya que estamos hablando de un lesbofemicidio.
Desde la comunidad LGTBIQ+ hemos dicho durante años en manifestaciones que una de las principales causas de el acoso y los crímenes de odio es la invisibilización de parte de los estados, negando nuestra existencia y dejando florecer el estigma social que perpetúan instituciones como iglesias, medios de comunicación masivas, el mercado, instituciones educativas, etc, a la comunidad.
Es por esto que, para que haya justicia, por Ana y por todes, es necesario revertir años de represión hacia las identidades lésbicas, el acceso al conocimiento y a la salud mental para toda la población es sin duda un tema fundamental para avanzar hacia este objetivo.
Para que no se repitan estos brutales crímenes de odio hacia mujeres lesbianas como Ana Almonacid, a quien recordaremos desde la comunidad LGTBIQ+, es necesario luchar por nuestros derechos fundamentales, para frenar la violencia machista, no basta con la ley. No basta con que se mencione el "respeto a nuestras identidades de género" en la convención constituyente, sino que son necesarias múltiples medidas reales, para incluir cada vez más la comunidad LGTBIQ+ al ideal colectivo y sobre todo, resolver nuestras necesidades inmediatas como acceso al trabajo, a la salud, educación, entre otras.
Para que nunca más tengamos que escribir una noticia tan triste, es preciso luchar por una sociedad donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres.