El presidente del Consejo Ciudadano de la CDMX dió a conocer este lunes los datos sobre violencia en los hogares, y reportó que las denuncias sobre violencia doméstica han aumentado considerablemente desde que se implementa la medida #QuedateEnCasa. En el 90% de los casos, las agresiones son en contra de niños, niñas y mujeres.
Diana Valdez México D.F. / @yellikann
Martes 31 de marzo de 2020
La violencia machista, agravada por medidas insuficientes sobre el tema de género que brincaba a la luz pública con el movimiento de mujeres, parecíó ser “opacada” por la pandemia del COVID-19.
Dentro de casa las mujeres y niños estamos más expuestos, pues el hogar muchas veces es el lugar más inseguro y, ante la pandemia, no hay mas opciones. Sin embargo, como lo expresamos cientos de miles de mujeres el pasado 8 de marzo, ya que hemos salido del espacio privado, de las cuatro paredes que servían para callarnos la boca, no daremos un paso atrás.
En el contexto de un país como el nuestro, en el que hay alrededor de 10 feminicidios al día, es urgente que se apliquen medidas efectivas para garantizar la seguridad de mujeres y niños que hoy viven en riesgo, a pesar de estar en casa.
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Miles de niños, niñas, adolescentes y mujeres están en alto riesgo. No hay escuela o trabajo o amigos para escapar de la violencia en casa. Y claro, bajo condiciones de encierro, las contradicciones sociales que detonan la violencia doméstica se potencian.
Por eso, es urgente que el gobierno federal, más allá de dar una línea telefónica de atención a víctimas, que es necesaria pero no es suficiente, otorgue salarios íntegros a todas las trabajadoras cuyas labores están suspendidas, y seguros de desempleo a aquellas que no cuenten con una fuente de ingresos, que permita independencia económica a las mujeres.
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Además es necesario que el Estado obligue a los grandes hoteles a poner sus instalaciones al servicio de crear refugios de emergencia, para niños, niñas, adolescentes y mujeres, que operen también como guarderías para las madres que requieran seguir trabajando en las ramas esenciales de la economía, como el sector salud, y que garanticen alimentos y servicio médico de manera gratuita, para que puedan pasar la crisis sanitaria en un lugar seguro y libre de violencia.
Sólo de esta manera se pueden prevenir un rápido y gran aumento de los feminicidios y maltratos o muertes infantiles.
