En la fabrica de plásticos y espuma Greiner Perfoam GmbH, en la ciudad austriaca de Linz, los trabajadores pararon el trabajo durante dos horas el miércoles de mañana y realizaron una asamblea en las puertas de la empresa, a pesar de la suspensión del derecho a la protesta
Jueves 19 de marzo de 2020
En la fabrica de plásticos y espuma Greiner Perfoam GmbH, en la ciudad austriaca de Linz, los trabajadores pararon el trabajo durante dos horas el miércoles de mañana y realizaron una asamblea en las puertas de la empresa, a pesar de la suspensión del derecho a la protesta. Los trabajadores justificaron su accionar con el "comportamiento irresponsable de la patronal", que no toma en cuenta los riesgos para la salud de sus empleados. A pesar de que la comisión interna y el director de producción hayan logrado presionar a los huelguistas para que terminaran la protesta y reanudaran el trabajo, se trata de un caso de vanguardia en el país.
Se han registrado casi 300 casos confirmados de Coronavirus en Linz, la capital de la región deAlta Austria, y ya hay más de 1.400 casos en toda la república, por lo cual no es de extrañar que los trabajadores acusen a la dirección de la empresa de su comportamiento, que se niega a modificar la producción de manera que no se ponga en peligro la salud de los trabajadores y sus familias.
Los trabajadores decidieron ir a las puertas de la empresa, según la Federación de Sindicatos de Austria (ÖGB) ante la consulta de Klasse Gegen Klasse, ya que no se pudo realizar ninguna reunión con la distancia de seguridad necesaria dentro de la fábrica. Así, muestran cómo se supone que funcionan las medidas de confinamiento: la población debe retirarse de la vida pública en gran medida para frenar la propagación de la pandemia. Al mismo tiempo, la producción debe continuar para que las empresas puedan enriquecerse. Sin embargo, la comisión interna no apoyó las demandas de los trabajadores y pactó con la gerencia. No es en absoluto una excepción: la Confederación de Sindicatos de Austria está negociando con los "interlocutores sociales" unas tasas netas de sustitución del 80% en caso de trabajo a jornada reducida, pero rompió las negociaciones para los sectores asistencial, social y sanitario debido al virus.
Austria no es el primer país europeo en el que los trabajadores se declaran en huelga para defenderse de los ataques a su bienestar físico. En el País Vasco, 5.000 trabajadores de Mercedes Benz paralizaron la producción en la planta de Vitoria-Gasteiz el lunes. Demuestran que la protección de la vida humana no es de interés para los patrones, que deberían ocuparse de la salud de sus trabajadores.
En lugar de confiar en una tregua entre los trabajadores y el capital, como hace la ÖGB, estos ejemplos nos muestran el camino: para asegurar nuestra salud y vida, tenemos que confiar en nuestra propia fuerza como trabajadores, jóvenes y oprimidos. Hay que realizar comisiones de higiene y salud autoadministradas en todas las empresas y exigir licencias pagas con el 100% del salario.