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Red Internacional
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Paro Internacional de Mujeres. Ayer se realizó la primera asamblea para organizar el 8M en Salta

La reunión fue en el Centro Cultural Holver Martinez Borelli y habrá una nueva reunión el próximo viernes para avanzar en definir las consignas convocantes. Para el martes 19 se prepara un pañuelazo en la Legislatura.

Daniela Planes Docente y referente del PTS Frente de Izquierda Salta | @DaniPlanesS

Martes 12 de febrero de 2019

Ayer se reunieron distintas organizaciones de mujeres, la diversidad sexual y de derechos humanos, junto a activistas feministas en la calle Alvarado 551 de la ciudad, para comenzar con los preparativos de la jornada del próximo 8 de marzo.

Se hicieron presentes referentes de la Campaña por el derecho al aborto, Mujeres Trans Argentina, de la Multisectorial de Mujeres Salta, la Cámpora, CESAL (Coordinadora de Estudiantes de Salta), La Colectiva, Pan y Rosas y Plenario de Trabajadoras, las dos últimas parte del Frente de Izquierda, entre otras. También participó de la asamblea una delegación de mujeres de Brasil quienes contaron la situación que se vive en su país en el marco del gobierno derechista de Jair Bolsonaro.

Los principales debates

El debate hacia el 8M, que continuará en una nueva asamblea el próximo viernes a las 19hs en el mismo lugar, estuvo atravesado por distintos ejes de discusión. En algunos hubo acuerdo y en otros seguirá el debate.

Por unanimidad se expresó que el 8M debe ser un Paro Internacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis y Transexuales sumando a la convocatoria el carácter plurinacional. También, la exigencia a las centrales sindicales, como la CTA y la CGT, el llamado a un paro general que abrace las demandas del movimiento de mujeres y sectores LGBT para que el 8M seamos cientas de miles en las calles de todo el país.

Además, y como parte de enfrentar el avance de la derecha y el imperialismo en la región la asamblea definió que la consigna "Fuera yankys de América Latina" tiene que ser convocante.

Un eje importante en los que habrá que profundizar el intercambio es sobre si permitir o no la participación de hombres en la movilización de marzo, algo que ya fue superado en tantos Días Internacionales de Mujeres, marchas por Ni Una Menos y el derecho al aborto, y por las demandas de las mujeres y el colectivo LGBT a lo largo de la historia.

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Por el pan y también por las rosas

Desde Pan y Rosas remarcamos la importancia de que el movimiento de mujeres de conjunto sea el que pelee contra la injerencia del imperialismo yanky en América latina, planteo que hicimos ayer y vamos a profundizar en nuevos encuentros entendiendo que nada bueno podemos esperar de los gobiernos de derecha y el imperialismo. Y esto lo vemos en Argentina con despidos, tarizafos y el plan de ajuste de Macri, los gobernadores del PJ y el FMI. Pero, en el vecino Brasil se da con mayor fuerza y consideramos que el intento golpista en Venezuela debe ser repudiado por la fuerza de las mujeres acá también.

Frente a todo esto, sostuvimos que este 8M es necesario que se exprese la más amplia unidad (sin policías, por favor) en las calles, en los lugares de estudio y de trabajo, como una fuerza arrolladora donde los hombres que abracen nuestra lucha también sean parte para fortalecer la lucha.

Contra los femicidios y transfemicidios, por derechos elementales como el aborto legal y Educación Sexual Integral. Contra las políticas de los gobiernos como el de Gustavo Sáenz, en la mira por estos días a nivel nacional por hechos de corrupción, el de Urtubey y el de Macri, que con su ajuste a las primeras que atacan son a las mujeres.

Para enfrentar a la Iglesia que quiere avasallar nuestros derechos, como fue en el caso de la niña en Jujuy que fue obligada a parir, negándole la Interrupción Legal del Embarazo. Por eso, también el grito de separación de la Iglesia del Estado debe resonar en las bocas de todas y todos.

Ninguna sororidad con las ratis

La primera asamblea hacia el 8M había iniciado con un repudio a la policía del gobernador Juan Manuel Urtubey quien se hizo presente con dos agentes femeninas con mucha puntualidad aduciendo que habían sido invitadas al evento, y por eso vestían su ropa de gala. Las activistas que había en ese momento las invitaron pero a retirarse, viendo en su accionar una provocación total ya que es la maldita policía, y en esto no hay distinción de sexo, la que lleva adelante un rol represivo gobierne quien gobierne. Y las mujeres trans, los pueblos originarios y las y los trabajadores son quienes más lo sufren en carne propia.

La asamblea votó sacar un comunicado en repudio al accionar policial que reproducimos a continuación.

En la tarde de hoy, cuando iniciaba la Primera Asamblea Transfeminista para preparar el Paro del 8M, se hicieron presentes dos agentes de la policía de la provincia de Salta, vistiendo uniforme y portando sus armas reglamentarias.

En un hecho inédito en este tipo de reuniones, las agentes pretendieron ingresar al Centro Cultural Holver Martinez Borelli donde iba a desarrollarse la actividad.

Desde la Asamblea Feminista expresamos nuestro enérgico repudio a este accionar de parte de la policía salteña, que pretende amedrentar al movimiento de mujeres, travestis, transexuales y disidentes, que se organizan para luchar en defensa de sus derechos.

Cuando se les preguntó por su presencia, las agentes dijeron que estaban allí porque “las habían mandado”, lo que revela una decisión de parte de personal jerárquico de la institución y pone en alerta sobre esta actitud que no puede sino entenderse como intimidatoria.

Una fuerza que está sospechada de haber sido partícipe, cuando menos, de la muerte de 3 jóvenes en la última semana, una fuerza que persigue sistemáticamente a nuestras compañeras trans y travestis!

Exigimos al Ministerio de Seguridad de la provincia, que encabeza el abogado Carlos Oliver, que informe sobre las causas de este hecho y brinde las garantías necesarias para que la Asamblea Transfeminista pueda reunirse y organizarse libremente, sin interferencias ni presiones de parte de las fuerzas de seguridad, algo indispensable en un contexto democrático.