El conflicto de Nagorno Karabaj es el más antiguo en el espacio postsoviético, amenaza con una nueva escalada bélica en el Cáucaso Sur tras lanzar hoy Azerbaiyán una nueva operación militar.
Martes 19 de septiembre de 2023 12:48
Azerbaiyán ha lanzado una “operación antiterrorista” en la región de Nagorno Karabaj, diciendo que quería restaurar el orden constitucional y expulsar a lo que dijo eran tropas armenias, una medida que podría presagiar una nueva guerra.
Armenia y Azerbaiyán ya han librado dos guerras por la región en las tres décadas desde que colapsó la Unión Soviética de la que ambos eran miembros.
Estas son algunas de las claves de la disputa territorial que surgió entre Armenia y Azerbaiyán en el ocaso de la URSS y se ha prolongado desde entonces por más de tres décadas.
Sounds like grad artillery systems pic.twitter.com/A5y6lcGDsh
— Marut Vanyan (@marutvanian) September 19, 2023
¿Qué es Nagorno Karabaj?
Nagorno Karabaj, llamada como República de Artsaj por sus habitantes, es una zona montañosa sin salida al mar en el sur del Cáucaso. De hecho el nombre significa “tierras altas”.
El territorio está reconocido internacionalmente como parte de Azerbaiyán, rico en petróleo, pero sus habitantes son predominantemente de etnia armenia y tienen su propio gobierno, que ha disfrutado de estrechos vínculos con el gobierno de la vecina Armenia, pero que no ha sido reconocido oficialmente por este ni por ningún otro miembro de las Naciones Unidas.
Los armenios, que son cristianos ortodoxos, afirman tener un largo dominio histórico en la zona, que se remonta a varios siglos antes de Cristo.
Azerbaiyán, cuyos habitantes son en su mayoría musulmanes, también vinculan su identidad histórica al territorio. Acusan a los armenios de expulsar a los azeríes que vivían allí en los años 1990. Azerbaiyán quiere obtener control total sobre el enclave, sugiriendo que los armenios étnicos tomen pasaportes azeríes o se vayan.
Inicios del conflicto
A lo largo de los siglos, el enclave ha estado bajo el dominio de persas, turcos, rusos, otomanos y soviéticos.
Tras la Revolución Rusa de 1917, Armenia y Azerbaiyán se disputaron la región. Cuando Azerbaiyán se unió a la URSS, Armenia aceptó el control bolchevique, dando paso a la sovietización de todo el Cáucaso. Años más tarde las políticas de Stalin estuvieron orientadas a cambiar la composición étnica en la zona generando un punto de tensión futura en la región.
Nagorno Karabaj, con sus fronteras redibujadas para incluir al mayor número posible de armenios, siguió formando parte de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán, pero con autonomía propia. Su nombre fue "Región Autónoma de Nagorno Karabaj".
En 1988, durante el proceso de la "perestroika", la entonces autónoma provincia azerbaiyana poblada en su mayoría por armenios anunció el deseo de escindirse de Azerbaiyán para unirse a la vecina Armenia.
Después, el Parlamento de la República Socialista de Armenia aprobó -en el mismo 1988- la incorporación del territorio de Nagorno Karabaj, paso que nunca llegó a producirse puesto que el Gobierno central de la URSS bloqueó esa decisión.
La Primera Guerra de Nagorno Karabaj
Las tendencias nacionalistas en Azerbaiyán y Armenia continuaron creciendo y en 1992 entre las dos repúblicas emergentes estalló una cruenta guerra por el control de Nagorno Karabaj.
Los enfrentamientos bélicos se prolongaron tres años y causaron unos 30.000 muertos. Como resultado, Azerbaiyán perdió el control sobre Nagorno Karabaj y siete distritos adyacentes, ocupados por la parte armenia, que los consideraba como una "franja de seguridad".
Durante la guerra, en diciembre de 1991, en Karabaj se celebró un referéndum en el cual el 99,89 % de la población se pronunció a favor de la proclamación del territorio autónomo como una república independiente conocida como Artsaj.
Sin embargo, la autoproclamada república de Artsaj hasta el momento no ha sido reconocida por ningún miembro de la comunidad internacional, incluida Armenia, su principal aliado.
Desde la vista de Azerbaiyán esto significó una pérdida de una parte del territorio, y los armenios quedaron en control de la mayor parte de Karabaj, junto con una región adicional alrededor del perímetro de Karabaj. Desde entonces Azerbaiyán prometió recuperar el control del territorio.
Una frágil tregua
En 1994, entre las tres partes del conflicto -Azerbaiyán, Armenia y Nagorno Karabaj- fue suscrita una tregua, en una ceremonia que tuvo lugar en la capital de Kirguistán, Biskek, bajo el auspicio de Rusia.
Simultáneamente, en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europea (OSCE) fue creado el Grupo de Minsk para el arreglo en Karabaj, copresidido por Rusia, Francia y Estados Unidos.
A pesar de todo el esfuerzo de los mediadores, las partes enfrentadas no lograron un compromiso duradero y estable.
Según Armenia, una de las razones es que Nagorno Karabaj había sido excluido del proceso negociador, poco después de la firma de alto el fuego.
Mientras, Azerbaiyán insistía en que la solución del conflicto pasaba necesariamente por la “liberación de los territorios ocupados”, demanda que ha sido respaldada por varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Años de choques entre Armenia y Azerbaiyán
Tras varios años de calma relativa en la línea de separación de fuerzas, en abril de 2016 en Nagorno Karabaj fueron registrados nuevos enfrentamientos que reavivaron los temores de un conflicto a gran escala y recibieron el nombre de la "guerra de los cuatro días".
Durante esa escalada, murieron al menos tres centenares de personas en ambos bandos y varios centenares resultaron heridos.
Entre 2016 y 2020 los choques entre los dos países comenzaron a registrarse no solo en la zona de Nagorno Karabaj, sino también en la frontera estatal entre Armenia y Azerbaiyán.
Durante estos enfrentamientos, que causaron más de 20 muertos en ambos lados del conflicto, las partes emplearon no solo armas ligeras sino también artillería pesada y aviación.
La segunda guerra de Nagorno Karabaj
Después de décadas de escaramuzas, Azerbaiyán inició una operación militar el 27 de septiembre de 2020 con bombardeos azerbaiyanos en todo el frente y de Stepanakert (Jankendi, según Azerbaiyán), la capital del enclave, rompiendo rápidamente las defensas armenias. Azerbaiyán, respaldado por Turquía, obtuvo una contundente victoria en la guerra de 44 días, recuperando partes de Karabaj.
Los analistas militares citaron el uso de drones comprados a Turquía e Israel como una de las principales razones de la victoria de Azerbaiyán.
Las fuerzas azerbaiyanas lograron recuperar cientos de localidades en las regiones controladas por Armenia y tomaron la ciudad de Shushá, cercana a Stepanakert.
La guerra, en la que murieron más de 2.800 militares azerbaiyanos y 2.900 militares armenios, se extendió hasta el 10 de noviembre, cuando concluyó por la mediación de Rusia, que sentó a la mesa al presidente azerí, Ilham Alíev, y el primer ministro armenio, Nikol Pashinián.
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Como parte del acuerdo, Rusia estableció un contingente de paz que debía velar por el cumplimiento de los acuerdos por ambas partes.
Según el acuerdo, Azerbaiyán recibió todos los territorios que rodean Karabaj. Eso dejó a los armenios étnicos en Karabaj con un territorio mucho más pequeño. Armenia calificó el resultado de la guerra como un desastre y estallaron protestas en Ereván donde el primer ministro Pashinián tuvo que llamar a elecciones anticipadas en las que volvió a ganar su partido.
Tres años de agresiones
Aunque el acuerdo a tres bandas detuvo las hostilidades, las tensiones entre ambas partes se mantuvieron y las negociaciones para llegar a un acuerdo de paz quedaron en papel mojado.
El contingente de paz ruso denunció en reiteradas ocasiones violaciones del cese al fuego en la zona bajo su control.
A ello se sumaron ataques fronterizos de los que ambas partes se acusaron mutuamente, en los cuales murieron más de dos centenares de militares de los dos bandos.
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Pero el mayor factor de tensión fue el bloqueo impuesto en diciembre de 2022 por Azerbaiyán al corredor de Lachin, que une el enclave de Nagorno Karabaj con Armenia, con el argumento de que Ereván lo utilizaba para extraer ilegalmente recursos naturales azerbaiyanos y suministrar armas a la autoproclamada república.
Armenia acusó a Azerbaiyán de genocidio, al tratar de matar de hambre a la población karabají u obligarla a abandonar sus hogares.
Aunque el acuerdo de alto el fuego preveía el despliegue de fuerzas de paz rusas en Karabaj para proteger el Corredor de Lachin y la construcción de una nueva ruta a lo largo del corredor, estas nunca intervinieron en favor de Karabaj.
El Kremlin dijo que no había alternativa al acuerdo de alto el fuego de 2020 entre Armenia y Azerbaiyán y que estaba trabajando en conversaciones entre Bakú y Ereván.
La crisis en el Corredor de Lachin tensó los lazos entre Rusia y Armenia, que pidió repetidamente a Moscú que haga cumplir el alto el fuego de noviembre de 2020 y abra el Corredor de Lachin, mientras que Moscú ha dicho que Armenia se niega a entablar conversaciones de paz con Azerbaiyán.
Stepanakert now… pic.twitter.com/2G8X6VO8my
— Marut Vanyan (@marutvanian) September 19, 2023
Los nuevos combates
Tras el bloqueo de 10 meses a Nagorno Karabak, las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán han iniciado una campaña de bombardeos de artillería y drones sobre Stepanakert y otras localidades. El ataque se inició en respuesta a las supuestas “provocaciones” armenias y con el objetivo de “desarmar y asegurar la retirada de las Fuerzas Armadas armenias” del Karabaj, según un comunicado del Ministerio de Defensa de Azerbaiyán.
Armenia ha denunciado horas después otra agresión a gran escala" por parte de Bakú "contra la población de Nagorno Karabaj", y ha dicho que "está destinada a completar su política de limpieza étnica", mientras que Azerbaiyán ha argumentado que ataca únicamente "objetivos militares legítimos".
Por su parte, Rusia ha hecho un llamamiento al fin de las hostilidades y a retomar el proceso de diálogo, ante el riesgo de un nuevo conflicto a gran escala en la región, incluido el posicionamiento de países de la zona a favor o en contra de los actores implicados.
Turquía ha expresado en todo momento un firme respaldo a Azerbaiyán, con el que comparte lazos culturales e históricos, mientras que Irán -que comparte frontera con ambos países- advirtió durante el conflicto de 2020 de una posible "guerra regional".
Se conoce que detrás de los planes de Azerbaiyán está el forzar un corredor que unifique su territorio de Nakchivan al oeste de Armenia. Lo cuál la situación puede forzar a una guerra aún más compleja y prolongada. En ese contexto, Nagorno Karabaj continúa sufriendo el hostigamiento del gobierno azerí, donde la guerra y el bloqueo de 10 meses forzaron el desplazamiento de más de 100,000 personas, reduciendo a la mitad la población del territorio. Hoy viven allí alrededor de 120,000 personas que podrían sufrir un nueva limpieza étnica.