Más de 300 personas asistieron ayer a la peña solidaria “en defensa de la educación pública y todas las luchas”, donde el dinero recaudado fue destinado al fondo de huelga de las y los trabajadores de Astilleros Río Santiago.
Domingo 14 de octubre de 2018 23:51
Cuando el gobierno de Cambiemos intentó cerrar el Astillero de la mano de la gobernadora María Eugenia Vidal, no imaginó que la tradición de lucha y la memoria escrita en la única fábrica del país que no pudo ser privatizada por Menem en los 90’, brotaría a raudales entre las y los trabajadores como así también la solidaridad de toda la población de Ensenada, Berisso, La Plata y alrededores.
Convocada por las agrupaciones La Marrón Docentes, Contraimagen y Pan y Rosas del PTS, más de 300 personas disfrutaron de una peña con figuras renombradas del folclore local que expresaron su solidaridad con el justo reclamo de las y los trabajadores de la fábrica, muchos de los cuales estuvieron presentes allí.
Ni las campañas mediáticas de Jorge Lanata para desprestigiarlos, ni las políticas de vaciamiento e intervención del gobierno, ni una durísima represión bastaron para amedrentarles. Acampe, paros, movilizaciones, hasta una toma pacífica de la fábrica y otra del Ministerio de Trabajo, empalmaron con la solidaridad activa de los habitantes de las tres ciudades, porque por aquí no hay quien no tenga algún familiar, amigo o compañero que trabaje en el Astillero, porque su reclamo es justo, y porque muchos sectores que también se encuentran en lucha entendieron que el único camino es la unidad.
Un hecho cultural, político y solidario
Las luces de colores se encienden en el centro cultural, la gente empieza a llegar, jóvenes de la agrupación Contraimagen junto a artistas plásticos de la Escuela de Arte pintan en vivo un mural con la temática de “separación de la Iglesia del Estado” y exponen serigrafías mientras el primer dúo (de Julián Rodríguez y Andrés Antonelli) comienza a cantar, y las primeras empanadas fritas salen del disco de arado.
“Es muy emocionante entrar y ver toda la gente que hay y la solidaridad y el apoyo para con nosotros. Decirles gracias solamente no alcanza”, comienza su saludo en el micrófono un trabajador de Astilleros presente en el lugar. “…tuvimos que vivir una represión, tomar la fábrica con el presidente adentro porque no quería firmar un compromiso para que sigamos trabajando, tuvimos que tomar el Ministerio de Economía para que los ministros se hagan cargo que nos den los suministros y tener lo que buscábamos que es nada más que trabajar y cobrar nuestro salario” recuerda parado en el escenario junto a otros de sus compañeros que sostienen una bandera blanca con el logo de la fábrica.
Y se despide: “…hablo de mí porque es la primer lucha que me toca vivir en carne y hueso; es especial esto que estoy viviendo, ver toda esta gente que no trabaja en Astillero y colabora con nuestra causa… el aplauso se lo tengo que dar a ustedes”, a lo que el público responde cantando “Unidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode, se jode”.
Cuando tomaron la fábrica, hace exactamente un mes, jóvenes de las asambleas universitarias en lucha junto a decenas de personas más, se agolparon del lado de afuera del alambrado, dispuestos también a bancar la lucha. Un hombre jubilado, que había trabajado allí en la década del 90, arengaba a quienes se emocionaban del lado de adentro por el apoyo recibido: “Te dejamos la fábrica abierta, que no te la cierren pibe” le decía a uno de ellos mientras apretaba con emoción su mano.
Y en ese sentido intervienen en la peña varios jóvenes trabajadores que impulsan la Comisión de Fondo de Lucha, hijos de viejos trabajadores de la misma fábrica, y cuentan cómo salen hoy a pelear siguiendo la tradición de sus padres luchando para no renunciar a los derechos conquistados por las viejas generaciones.
El evento transcurre armónicamente, personas de todas las edades arriman sillas y eligen una mesa, mientras otras se levantan a participar del taller de folclore que dicta el profesor Jorge Pasteris, entre aplausos y bandas que siguen pasando por el escenario de la mano de Laura Delgado, como el Dúo La Ocasión y Papacoca.
“La lucha del Astilleros me toca muy de cerca, la mitad de la economía de mi casa pasa por el Astillero ya que mi hijo mayor y el papá de mis hijos trabajan ahí” interviene Zulma Maldonado, docente de la ciudad, miembro de la Agrupación La Marrón, y agregó que “…las y los docentes estamos en pleno octubre y no tenemos resueltas aún las paritarias, perdimos a dos compañeros y este gobierno lo único que quiere es seguir ajustando, con un presupuesto a la baja y solo nos da represión, por eso este 24 de octubre tenemos que salir organizados a ponerle freno al ajuste. No podemos esperar a 2019, la lucha es ahora.”
Junto al cerrado aplauso, sube al escenario el conjunto “El Humedal”, a quienes luego se suma Julio Herrera, un reconocido músico berisense integrante del grupo “Los Hermanos Herrera”, representantes de la ciudad en el Festival Nacional de Folclore en Cosquín. El baile no se detiene más que para escuchar los saludos de quienes se acercan al micrófono a prestar su solidaridad o agradecimientos.
Juan Constrisciani, delegado de Astilleros y referente de la Agrupación La Marrón, también se acerca para compartir su reflexión: “Somos conscientes que los avances que venimos teniendo no son producto de la buena voluntad del Gobierno ni de la mediación de la Iglesia, sino producto de la fuerza que pusimos los trabajadores en la calle, junto a las casi 400 compañeras mujeres que vienen siendo parte de esta lucha codo a codo con nosotros. El gobierno sabe que estamos dispuestos a todo por defender nuestras fuentes de laburo.”
Y en relación a estos eventos solidarios y al fondo de huelga, remarca su importancia también política: “El gobierno lo único que tiene a su favor es que dispone de nuestros sueldos, pero tenemos compañeros que tomaron en sus manos el fondo de lucha para que todos los que quieren luchar puedan hacerlo teniendo resuelto el sustento de sus familias y la lucha no se pierda por hambre. El apoyo que vienen dando con iniciativas como esta peña, es la forma de mantener la lucha.”
Amanece domingo en Berisso, las velas se apagan y la ronda de baile se hace cada vez más chica. El evento se acaba. La enorme solidaridad que genera la lucha de Astillero se hace palpable en el primer evento cultural realizado en la ciudad para aportar a su causa. Catorce mil cuatrocientos pesos fueron recaudados para ellos, junto a nuevas relaciones, experiencias y emociones, sobre todo las de asombro y gratitud de los propios trabajadores expresadas durante todo el día de hoy a través de redes sociales.