El gobierno apuesta al éxito del blanqueo para poder administrar el ajuste. Oficialistas y opositores definen que será central para los próximos meses de Cambiemos.
Victoria Sánchez @VickytaTw
Viernes 22 de julio de 2016
La realidad económica y social a más de siete meses de Mauricio Macri en la presidencia, dista de la “revolución de la alegría” que tanto él como los funcionarios de Cambiemos prometieron para el segundo semestre.
El panorama económico que incluye recesión, miles de nuevos desocupados, una inflación que según diversas estimaciones supera en términos interanuales el 47 % en junio, junto con la caída del consumo, que solo en el mes pasado según consultoras privadas fue del 6,4 %; generan un malestar social que se expresó hace menos de una semana con las manifestaciones en distintos puntos del país en rechazo a los tarifazos.
Para el gabinete de Cambiemos el “cocktail de sinceramiento” que combino devaluación, quita y baja de retenciones, pago a los fondos buitres y “normalización de tarifas” con la quita de subsidios, brindaría las señales suficientes que los empresarios necesitaban para “esta vez si” apostar por el país.
Sin embargo parece que las señales no alcanzaron, y mientras el gobierno les hablo a los empresarios con el corazón, ellos respondieron con el bolsillo. Y a pesar de haber ganado en estos meses millones por las medidas tomadas, las inversiones aún no llegan.
Esbozar un intento de respuesta, respecto de porque sucede esto llevaría a un análisis en sí mismo, no obstante algunas de las razones que señala la propia burguesía, así como sus escribas son el “alto costo salarial” que hay dentro del país, así como la “incertidumbre” financiera. Lo que hay de fondo es que el empresariado todavía no considera a Cambiemos como “su” gobierno. Y es que el relato de la buena onda, no enamora ni convence a nadie.
Bajo este panorama, el gobierno juega sus fichas a que el blanqueo de capitales que se votó junto con la ley de “reparación histórica” a los jubilados, le permita alcanzar una recaudación fiscal suficiente para poder “pasar el invierno” pre electoral.
La sanción de la nueva ley de blanqueo, se da en un marco internacional particular. Ya que a partir del 2017 entrará en vigencia un acuerdo de intercambio automático de información financiera, impulsado por la OCDE. A través del cual, y progresivamente los 101 países que lo firmaron intercambiarían información sin trabas. El “fin de los paraísos fiscales” como le gusta decir a algunos entusiastas, según especialistas no sería más que una pantalla.
En esta situación Mauricio Macri viene repitiendo en sus últimas apariciones públicas, como en la participación la semana pasada de un aniversario de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires incentivos a que los empresarios se sumen al blanqueo, señalando “esta es la última oportunidad”, y que “todos tenemos que ser parte de este momento, todos pongamos el hombro y sinceramos nuestra situación”. El que no ponga el hombro, será encontrado por “Alberto”, en relación al titular de la AFIP.
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¿Vientos de Cambio?
Por el momento ningún analista se aventuro a dar una cifra aunque sea aproximada de cuanto se podría recaudar, desde el gobierno señalan que estiman que se declare entre U$S 20.000 y U$S 25.000. De cumplirse esta estimación se lograría blanquear un monto ampliamente superior al logrado por el Kirchnerismo en su último intento del 2013. Como anticipo de lo que podría ser una reacción generalizada de distintos miembros del anterior gobierno, el ex sub ministro de Economia Emmanuel Álvarez Agis señalo ayer que el blanqueo impulsado por el gobierno de Cristina Fernández "no tuvo buenos resultados" por "impericia de los funcionarios" que lo diseñaron, ya que no eran "especialistas en negrear plata". A lo que agrego que "me parece que el mejor equipo de los 50 años, como le gusta llamarlo al Presidente, tiene alguna ventaja. Ellos sí entienden cómo diseñar de manera muy eficiente el blanqueo".
La centralidad del éxito del blanqueo para que el oficialismo logre sortear aunque sea coyunturalmente la difícil situación ha sido ha sido señalada por diversos periodistas, tanto afines como opositores a Cambiemos.
En una entrevista radial realizada ayer en FM La Tecno, Alfredo Zaiat señalaba que “el blanqueo es el arma más fuerte del Gobierno para revertir el deterioro socio económico". En relación a los montos señalados por el gobierno de lo que se podría blanquear y recaudar dijo que “forman parte de la estrategia de dar expectativas positivas y de incentivar a la gente y empresas para que blanqueen. Este es un blanqueo muchísimo más amplio y con más oferta.” Algo así como incentivar los “animal spirits” de los evasores.
En la misma línea, desde el grupo Clarin, Daniel Fernandez Canedo en su columna de ayer dijo que, si bien predecir el monto que se blanqueará resulta difícil ya que se trata de “plata negra”, una de las opciones que permite “sincerar” a costo cero, como es el bono a siete años que pagará 1% anual y que permitirá blanquear 3 dólares por cada uno declarado “podría resultarle atractivo a los blanqueadores”. Y que “si ese bono tiene muchos compradores el Gobierno podría dar un salto financiero cualitativo”. Si llegara a funcionar, Canedo agrega que “Dicen en la Casa Rosada que, por esa vía, el ministro Alfonso Prat-Gay podría armar un programa en el que la Argentina no tuviese necesidad de salir al mercado a buscar financiamiento externo por los próximos dos años”.
Calentando los motores
En la edición de ayer del diario El Cronista, Guillermo Kohan realiza una estimación extremadamente cautelosa de cuánto podría llegar a blanquearse. En ella señala que “si consideramos que unos 50 mil argentinos estarían en condiciones de blanquear dinero en cuentas del exterior” y “Dividimos esos 50 mil argentinos en cinco grupos de 10 mil. Y suponemos que cada grupo de 10 mil tiene cuentas con saldos entre u$s 300.000 los más pobretones, y u$s 5 millones cada una los potentados, en promedio".
"Si todo esto fuera cierto, y todos los 50 mil argentinos aludidos blanquearan todo, se llegaría a unos u$s 90.000 millones que serían declarados, con una recaudación potencial de unos u$s 6000 millones para el país, suponiendo que la tasa promedio que se pagaría fuera 7% dado las distintas alternativas para blanquear.” De esta forma, Kohan concluye que “lo más probable es que efectivamente los ricos terminen salvando a Macri. El costo, dicen los oficialistas, de no ser la Venezuela de Chávez y Maduro.”
Si bien hay que “ver para creer” y quienes deseen sumarse al sinceramiento, tienen tiempo hasta fin de año para pagar una penalidad máxima del 10 %, que saltará al 15 % para los que se sumen en el lapso del primer trimestre del 2017, el mercado ya comenzó a hacer sus apuestas. Y desde comienzo de mes la city trabaja a contra reloj para armar las opciones que más convenzan, entre ellas fondos inmobiliarios a partir de los cuales se blanquearía a un costo cero.
El éxito del blanqueo, es lo que le permitiría al gobierno contar con una caja para avanzar con un ajuste gradual y no tener que hacerlo más bruscamente. Irónicamente para poder mantener una política “gradualista” necesita del favor de quienes durante años escondieron sus riquezas y las fugaron. No hay extraños en esta larga lista, el mismo Macri es uno de ellos, como lo evidencio su aparición en los Panama Papers.
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Victoria Sánchez
Nacida en Bs. As. en 1986. Es economista y docente. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2010. Coedita la sección de Economía de La Izquierda Diario.