Con una escasa participación se realizaron este domingo (26) los actos de la derecha llamados por el Movimento Brasil Livre (MBL- Movimiento Brasil Libre) y Vem Pra Rua (Vamos a la Calle) y otros grupos de derecha afines.
Domingo 26 de marzo de 2017 17:35
Los actos fueron convocados en defensa de la Operación Lava Jato (que investiga los casos de corrupción de la estatal Petrobras) y en apoyo a todas las medidas reaccionarias del gobierno de Temer, como la reforma previsional y la ampliación de la tercerización laboral, recientemente aprobada en la Cámara de Diputados.
En los actos también participaron sectores que piden la vuelta de la dictadura militar
Convocados para convertirse en un “gran día de movilización”, los actos a favor de la Operación Lava Jato y de la derecha no lograron reunir un número significativo de personas, más allá de un grupo reducido que apoya las medidas autoritarias de la Operación Lava Jato y las medidas del gobierno golpista como la reforma previsional y la ampliación de la tercerización. En los actos también participaron sectores que piden la vuelta de la dictadura militar.
A pesar de los esfuerzos de grupos mediáticos como O Globo que inflaron el número de participantes, las fotos dejan en claro el fracaso completo de la convocatoria. Según el diario G1 se desarrollaron actos en 10 capitales reuniendo en Alagoas 30 personas, en Amazonas 40 personas, en Bahía 1500 personas, en el Distrito Federal 500 personas, en Belo Horizonte 500 personas, en Río de Janeiro 2 mil personas. En San Pablo, aunque el acto continuaba por la tarde, los números no son diferentes ya que algunas de las fotos divulgadas por los mismos medios permiten ver que concurrieron pocas personas y además en el caso de Río de Janeiro el acto se mezcló con personas en la playa y en la calle.
Durante el periodo previo al golpe institucional contra el gobierno de Dilma movimientos como Vem para Rua y el MBL ganaron visibilidad a partir de su participación en los importantes actos que convocaban a favor del impeachment contra Dilma y a favor de la Operación Lava Jato, apareciendo como una nueva derecha. Sin embargo, el desarrollo de la política nacional posgolpe hizo que el problema principal no se reduzca a la corrupción, sino sobre cómo profundizar los ataques a los trabajadores y la población. En esta agenda, estos movimientos respaldan la reforma previsional y laboral, medidas profundamente antipopulares que el gobierno de Temer está intentando implementar.