El viernes pasado, algunos diarios informaron que la CUT y la CTB seguirán negociando una pauta común con algunas de las centrales sindicales que apoyaron directamente al golpismo.
Martes 24 de mayo de 2016 13:07
Hemos denunciado en diversas oportunidades que la CUT y CTB no hicieron nada para construir efectivamente una resistencia al golpe. También que el PT, partido al que está directamente ligada la CUT, viene garantizando una “oposición responsable” al gobierno golpista de Michel Temer.
Con poco más de una semana del alejamiento de Dilma Rousseff, los ataques a los trabajadores van pasando por la tranquera abierta por el golpe, y la postura de la CUT y del petismo sigue siendo la misma, negarse a dar protagonismo a los trabajadores en las luchas para parar los ataques y tirar abajo el gobierno golpista, en detrimento de un cálculo electoral para el 2018.
El viernes pasado, los diarios O Estado de S. Paulo y Folha de S. Paulo publicaron la noticia de que la CUT y la CTB, a pesar de no aceptar negociar pautas con Michel Temer, seguirán negociando una pauta común con algunas de las centrales sindicales que apoyaron directamente al golpismo y que apoyan directamente a Temer y a Eduardo Cunha, como es el caso de Força Sindical, del diputado Paulinho da Força (Solidariedade de San Pablo), además de la UGT, Nova Central y CSB.
Como quien busca defenderse, la CUT emitió un comunicado oficial a través de su site, en el que dice que “No retrocedió ni retrocederá” de su posición de “no negociar derechos con Temer”, alegando que la noticia publicada en los diarios era tendenciosa para hacer parecer que habrían aceptado negociar con Temer. Alegan ademas que están en contra de la reforma previsional y reafirman el “compromiso con el Foro de las Centrales Sindicales, creado en 2010. En este Foro, debatimos los intereses de la clase trabajadora y llevamos propuestas para impedir retrocesos y quita de derechos”.
Pero ¿qué tipo de acuerdos de interés para los trabajadores podemos esperar venidos de estas centrales sindicales ligadas directamente al golpismo o pasivas ante él? Sin duda ninguno consecuente y que responda a la tarea de para los ataques venidos para satisfacer a patrones y banqueros.
Además de no movilizar a sus bases para parar al golpismo, la CUT y el PT se contentan en poner en práctica a dicha oposición blanda para evitar incendiar al país. Servir de freno a las movilizaciones de los trabajadores ha sido siempre la agenda histórica de las burocracias sindicales y al petismo, lo que ya estaba claro cuando Lula fue trasladado por la fuerza a declarar, y luego desde arriba de un camión de sonido en la Avenida Paulista hizo un discurso de conciliación para convencer a empresarios y banqueros de que era capaz de salvar al gobierno de Dilma, aplicar los ajustes necesarios y de paso frenar el ímpetu de los trabajadores ante la lucha de clases. Hizo ese discurso para miles de personas que estaban dispuestas a luchar contra el golpe que en aquel momento caminaba con pasos largos.
Después de tantos discursos vacíos y sin plantear la lucha de hecho en la práctica, buena parte de la población que está en contra del golpe reaccionario y que en un comienzo llenaron las movilizaciones, fueron desmovilizándose, mientras aquí y allí el petismo ya se mostraba coqueteando con salidas que distaban mucho de apoyarse en las luchas, como las lejanas elecciones de 2018.
Entre elegir apoyarse en la inmensa base de trabajadores hoy vinculados a sus sindicatos o seguir insistiendo en las alianzas electorales o de las cúpulas del poder, el ahora exoficialismo prefiere la segunda opción, aunque eso signifique entrar en alianzas con aquellos que hoy los golpea. Ni siquiera las elecciones municipales de este año, con el golpe todavía fresco en la mente de la gente fue capaz de hacer que el petismo actúe con alguna dignidad ante aquellos a quienes acusaba de golpismo. Puede verse la declaración del presidente del PT de que este partido no prohibirá alianzas con el PMDB u otros partidos para la contienda de este año, con la única condición de que los candidatos no hayan defendido el impeachment públicamente.
Fue justamente por apropiarse de los métodos de gobernar de los partidos de la burguesía que el PT fortaleció la derecha que ganó cuerpo y lo sacó del poder para implementar mucho más rápidamente los ataques necesarios para satisfacer a la burguesía en tiempos de crisis económica, pero el petismo, por su propia lógica de existencia, es incapaz de romper con esa realidad.
Por eso, para los trabajadores, la única salida para luchar realmente contra los golpistas y sus ataques no puede estar en la alianza con esos sectores reaccionarios, al contrario, es necesario tirar abajo este gobierno e imponer a través de las luchas una asamblea constituyente libre y soberana que cuestione de arriba a abajo este régimen que nutre la corrupción y explotación.