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Red Internacional
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HUELGA DE LOS PETROLEROS. Brasil: la FUP impone el fin de la huelga en el Norte Fluminense

La Federación Única de Petroleros (FUP) convocó a asambleas en Campos dos Goytacazes y Macaé para desmovilizar al principal bastión entre los petroleros, el Norte Fluminense.

Martes 24 de noviembre de 2015

Foto : Assembleia em Campos dos Goytacazes, fonte Sindipetro-NF

El Norte Fluminense junto con Espírito Santo, fueron los dos últimos sindicatos dirigidos por la FUP que se mantenían en huelga. Desde que la Federación apeló a reuniones relámpago, convocando a carneros, metiendo miedo y división entre los trabajadores para que levantaran la huelga desde la semana anterior, cuando comenzó a poner en práctica el desmantelamiento de esta huelga histórica.

Este lugar estratégico para la producción de petróleo y gas natural del país es el lugar por excelencia que cada petrolero toma como referencia para definir si sale o no a la huelga. Al poner fin a la huelga en esta base, la otra que permanece “rebelde”, Espírito Santo, dirigida por la FUP, así como las dirigidas por la Federación Nacional de Petroleros (FNP), también seguirán su ejemplo.

La FUP decidió levantar la huelga a pesar de la enorme disposición de lucha de este sector a nivel nacional, que se expresaba en centenas de piquetes en el Norte Fluminense, propagados a través de los aeropuertos de todo el estado de Río de Janeiro para impedir el embarque de los carneros a las plataformas.

De norte a sur la los petroleros se rebelaron frente a la propuesta de su Federación mayoritaria que propuso abandonar la huelga sin garantizar el pago de los díasparados ni la no punición a los huelguistas, particularmente del Norte Fluminense, donde se ocuparon plataformas y la terminales de Cabiíunas, siguiendo la orientación de la misma FUP.

Desde el viernes pasado los huelguistas habían logrado derrotar a su dirección en cinco sindicatos de la FUP (Duque de Caxias, Ceará, Norte Fluminense, Minas Gerais y Espírito Santo) y logrado mantener la unidad con los cinco sindicatos dirigidos por la FNP (Rio de Janeiro, Alagoas-Sergipe, Maranhão-Pará, Litoral Paulista y São José dos Campos). Desde entonces la FUP hizo de todo para sembrar el miedo, la división entre los trabajadores y derrotar la huelga para proteger al gobierno de Dilma y el PT. Logró finalmente derrotar a los “rebeldes” en Ceará y Duque de Caxias el lunes(16), Minas Gerais el miércoles (18) y por último, el viernes (20) en el Norte Fluminense.

Esta operación no tuvo éxito en Espírito Santo. Sin embargo, con el indicativo del Norte Fluminense, ésta base debería volver al trabajo, como ya fue señalado por la FNP que dio la misma orientación a los sindicatos que dirige, siendo que São José dos Campos votó la vuelta al trabajo para el próximo lunes (23).

La continuidad de la huelga durante una semana más logró la reapertura de las negociaciones con la empresa sobre los días parados y la promesa, por escrito de que, lo que las direcciones de los sindicatos firmen con la empresa con respecto a días parados sólo entrará en vigencia a partir de de enero del año que viene. Este retroceso de la empresa expresa la fuerza de los trabajadores incluso divididos por la política de la FUP. Si no fuera por esta dirección que “rifó” la huelga de los petroleros para proteger a “su” gobierno, la huelga podría haber obtenido conquistas mayores.

Esta gran batalla de los petroleros comienza a llegar a su fin, pero se trata de una primera batalla. La privatización de la empresa sigue su curso y todos los días los diarios nacionales informan sobre cómo el gobierno de Dilma está trabajando sin descanso para entregar los recursos nacionales a las empresas imperialistas. Los petroleros necesitan sacar las lecciones de su histórica huelga para que las próximas batallas se desarrollen bajo su control y no sea dirigida por la actual dirección oficialista.

La fuerza de esta nueva generación de trabajadores, que fue vanguardia en esta huelga, podrá imponer un movimiento superior si se da una política para crear una dirección democrática y nacional y así poder entrabar una verdadera batalla contra la privatización. Para lograrlo será necesario derrotar a la FUP y superar los límites “rutinarios” y economicistas de la FNP, que no luchó activamente para que la Central Sindical Popular (CSP-Conlutas) y otros sindicatos que enfrentan al gobierno en todo el país fueran en nuestra ayuda.

Los petroleros necesitan luchar ahora, día a día, para reorganizarse y coordinar a nivel nacional en las próximas batallas, sacando lecciones de esta histórica huelga.