A raíz de la lucha emprendida por los trabajadores de la mina Cobriza para recuperar sus puestos de trabajo y hacer funcionar esta mina bajo control obrero, presentamos a continuación una breve reseña histórica del complejo metalúrgico de la Oroya y de la mina Cobriza. Esperamos contribuir así a socializar las razones por las cuales viene luchando este sector importante de la clase obrera peruana.
Jueves 10 de septiembre de 2020
Fotos: Antonio Hilares
El complejo metalúrgico de la Oroya nace en 1922 bajo la dirección de la empresa Cerro de Pasco Mining Corporation. En 1952, la Cerro de Pasco Mining Corporation descubre la mina de cobre ubicada en Huancavelica, llamada Mina Cobriza. Posteriormente, en 1974, el gobierno militar de Velasco Alvarado expropia el complejo minero de la Oroya y también la mina de Cobriza, dando vida así a la empresa estatal Empresa Minera del Centro del Perú CENTROMIN PERU S.A.
En 1997, Alberto Fujimori privatiza esta empresa y permite el ingreso de inversores extranjeros, especialmente americanos, a esta región minera del centro, entre ellos, la empresa DOE RUN PERU S.R.L. Esta empresa actualmente se encuentra involucrada en un proceso de liquidación que dura más de 10 años, sin tener certeza alguna sobre el porvenir de este importante centro minero.
Cronología de la Liquidación de Doe Run Perú y la Paralización de Funciones de la Mina Cobriza
Doe Run Perú SRL. es una empresa americana minero metalúrgica que logra ganar la buena pro del complejo minero La Oroya en 1997, por un valor de 247,9 millones de dólares [1], tras realizarse un proceso de subasta pública convocada por el gobierno de Alberto Fujimori, quien se adecuaba a las políticas de privatización de las empresas públicas, promovidas por el Fondo Monetario Internacional, para paliar la crisis económica desatada por el gobierno aprista de Alan García en la década de los años 80. Esta subasta forma parte del plan de subastas públicas para desarticular la empresa pública que operaba en la zona, Centromin Perú. Un año después, esta misma empresa logra adjudicarse la Mina Cobriza luego en Huancavelica.
Doe Run Perú SRL era hasta el 2006 parte de Doe Run Company, y luego pasó a ser, desde inicios del 2007, una filial del grupo Renco, también americano.
En el 2009 Doe Run Perú se declaró en insolvencia por problemas económicos y estos mismos llevaron a que la empresa no pueda cumplir con el último proyecto del Programa de Adecuación Ambiental (PAMA), programa necesario para un cierre de minas adecuado y sin perjuicio del medio ambiente, según lo establece el Reglamento de la Ley de Cierre de Minas, Ley Nº 28090.
Doe Run Perú planteó muchas veces la prórroga del plazo para presentar el PAMA, plazos tan extensos que generaban la paralización prolongada de la mina como de 30 meses, con la aceptación y complicidad del congreso fujimorista en el año 2006. [2] Sin embargo, pese a todas las condiciones favorables para que Doe Run Perú S.R.L genere el adecuado PAMA, ésta nunca se terminaba adecuando a las exigencias reales de cuidado del medio ambiente. El afán corporativo y capitalista de ahorrar costos fue de la mano del interés político de los partidos fujimoristas y aprista de la época, y del gobierno de Alejandro Toledo, motivo por el cual, lamentablemente se dio la paralización de actividades definitiva del Complejo Metalúrgico de la Oroya en detrimento de sus trabajadores.
En el 2010 Indecopi inició el proceso concursal sólo del Complejo Metalúrgico de la Oroya. La mina Cobriza seguía produciendo con normalidad. Una vez iniciado el proceso concursal, diferentes empresas liquidadoras tomaron protagonismo por ser las encargadas de administrar las deudas, pasivos y activos de la empresa Doe Run Perú.
Se realizaron diferentes Acuerdos de Juntas de Acreedores, participando los obreros por deudas de beneficios sociales y el Estado por deudas de tributos pendientes.
El principal acreedor de Doe Run Perú S.R.L. es el Estado Peruano, por una deuda de tributos y multas que asciende al 30% del total de la deuda, por lo que tranquilamente el Estado podría intervenir para evitar que tanto la refinería de la Oroya, así como la mina de Cobre de Cobriza en Huancavelica paralicen actividades, pero ello implicaría confrontar la Constitución de 1993 y el artículo 60 que impide al Estado participar en sectores claves de la economía.
En todos estos 11 años de proceso concursal, se llegó a varios acuerdos en la Junta de Acreedores, entre ellos, que la liquidación sea una liquidación en marcha, es decir, que el complejo metalúrgico de la oroya y luego Cobriza pueda ser vendida sin dejar de funcionar y sin vulnerar los puestos de trabajo de los obreros mineros. Otro acuerdo fue la dación en pago de los activos de la mina a cargo de los trabajadores de la refinería de la Oroya, y esto tampoco funcionó.
Muchos de estos acuerdos se han vulnerado por diversas empresas liquidadoras a cargo de este proceso concursal en todos estos años, sin llegar a una solución sobre el futuro de los puestos de empleo de los trabajadores mineros de Doe Run Perú S.R.L. Queda demostrado que, para los empresarios y para el Estado, los trabajadores mineros son un mero costo de transacción, y no personas con derechos humanos vulnerados pues no han planteado hasta la fecha ninguna solución y no tienen interés alguno en darla.
El caso particular de la Mina Cobriza
A pesar de la paralización de las funciones del Complejo Metalúrgico de la Oroya, la mina Cobriza, cuyo principal mineral es el cobre, ha continuado sus actividades con normalidad hasta diciembre del 2019.
En diciembre del 2019 se produce un accidente en la mina, la infraestructura del depósito de relaves mineros colapsa y se filtra parte de los relaves al socavón. Mueren dos personas, entre ellos el nuevo ingeniero contratado por la actual administración concursal. Ante esto, OSINERGMIN ordena el cese de actividades de la Mina Cobriza, sin dar mayor solución.
Han pasado 8 meses sin ningún tipo de novedad por parte de las autoridades peruanas a los trabajadores mineros y sus familias, quienes no tienen ningún tipo de ingreso desde diciembre del 2019. Por este motivo, los trabajadores del sindicato unitario de la Mina Cobriza han decidido reiniciar actividades bajo control obrero, pues, como dice el secretario general Elvis Yupanqui “Ya están cansados de esperar respuesta alguna del gobierno”.
Referencias:
1. El Comercio. Noticia de fecha 20 febrero 2020. https://elcomercio.pe/economia/peru/doe-run-peru-cronologia-de-los-hechos-que-marcaron-el-historial-de-la-empresa-minera-complejo-metalurgico-la-oroya-minem-noticia/ Visto el 20 de agosto del 2020. 10 am.
2. Honorio Pinto Herrera. “El PAMA de Doe Run Peru y sus prórrogas improrrogables”. Revista de Investigación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.