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Red Internacional
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Paritarias. Brigadistas de incendios, otros esenciales descartables para el Gobierno

Los brigadistas del Servicio Provincial de Manejo del Fuego (SPMF) le exigen paritaria al Gobierno de Arcioni tras dos años sin respuestas e inician una campaña para respaldar el pedido. Conciliación obligatoria mediante, los trabajadores se resisten al acatamiento de la burocracia de ATE. Otro caso de esenciales descartables.

Viernes 16 de abril de 2021 00:57

Desde fines del año pasado se viene desarrollando un proceso de organización en el Servicio Provincial del Manejo de Fuego (SPMF). Luego de los incendios que arrasaron a la Comarca Andina, y a partir de la histórica marcha que brigadistas de los distintos servicios convocados a combatirlos protagonizaron en la región, el reclamo cristalizó en una campaña en redes por la apertura de paritarias.

El apoyo de la población al reclamo es muy amplio debido al conocimiento de la destacada labor que cumplen en cada incendio forestal. Pero también debido a la grave situación que atraviesan los trabajadores con dos años de ingresos y salarios congelados, deficiencias en cuanto a indumentaria y equipos, y un desfinanciamiento crónico.

Claro, no son los únicos. El conjunto de los estatales de la provincia atraviesan una situación similar, paritarias congeladas en 2020 y congelamiento salarial por 180 días en este 2021. Por ello, los brigadistas de la cordillera viajaron a Rawson y convocaron a otros sectores a acompañarlos en la presentación que hicieron ante la Secretaria de Trabajo de Chubut el 6 de abril, sin lograr ser recibidos.

Más allá del pago de parte de la deuda a un sector de docentes, todo sigue igual en la provincia, ante la paz social que imponen las conducciones sindicales de los gremios de los trabajadores provinciales. Por ello, la pelea por la apertura de las paritarias de los brigadistas es una bandera de todos los trabajadores.

Daniel Catalán es delegado de la base Trevelin y cuenta que el gremio no ha aportado ni siquiera vales de combustible a fin de viajar a llevar su reclamo a la capital provincial. "Entendemos que el gremio tiene que ponerse al frente del reclamo, es la herramienta que tenemos los trabajadores", comentó.

Idéntico reclamo hacen desde Río Pico. En ocasión de los dos focos de incendio que azotaron la región sur de la cordillera chubutense en marzo pasado, un brigadista contaba a este medio la imposibilidad de participar en la histórica marcha en la comarca ya que el viaje de 300 kilómetros debía ser costeado por los trabajadores sin ningún tipo de aporte del sindicato.

Al igual que en Neuquén, la política provincial de ATE, el gremio que nuclea a la mayoría de los trabajadores estatales, dista mucho de buscar resolver la situación de sus representados. La diferencia radica en que allí la política conciliadora con el gobierno del MPN de Quintriqueo, tuvo una respuesta desde los trabajadores y trabajadoras auto convocadas de salud que recibieron el apoyo de amplios sectores obreros y populares jaqueando al gobierno de Gutiérrez y poniendo en descubierto las formidables ganancias de las petroleras en Vaca Muerta en contraste con los miserables salarios de las y los trabajadores.

En el caso de Chubut, por decisión de su Secretario General Guillermo Quiroga, ATE se retiró de la Mesa de Unidad Sindical allá por 2018 y encaró la pelea salarial de manera autónoma. Pero esto no quedó allí, sino que Quiroga avanzó en la negociación sectorizada con el Gobierno, con lo cual debilitó enormemente el poder de fuego del sindicato al cerrar acuerdos que no implicaban al conjunto de los trabajadores sindicalizados.

Así lo hizo con auxiliares de educación en el marco de la negociación con los gremios docentes por la que Trotta logró imponer el retorno a la presencialidad. Pero no tuvieron la misma suerte otros sectores como brigadistas que continúan con atraso en el pago y congelamiento salarial.

Por ello, y ante el acatamiento inconsulto de la conciliación obligatoria a principios de abril por parte de la conducción, los trabajadores del SPMF exigen a ATE la liberación de partes a fin de poder encarar un plan de lucha que permita pelear una instancia paritaria con el gobierno. Esta fórmula legal es la manera de evitar que la conciliación se torne en una maniobra dilatoria por parte de la patronal y la conducción del gremio, que ya ha demostrado una y mil veces su nula voluntad de lucha.

La situación del sector es grave por donde se la mire, pero particularmente en la Comarca Andina. Los brigadistas de Lago Puelo esperan la reconstrucción de la base Golondrinas destruida durante el incendio del 9 de marzo. Al igual que para los miles de damnificados por aquella tragedia, la promesa del gobierno provincial permanece incumplida. El secretario de bosques, Rodrigo Roveta, se comprometió a la pronta reconstrucción de la base el pasado 26 de marzo. Hasta hoy solo se removieron escombros y plantaron unas estacas.

"Pasada la temporada de incendios, nadie se acuerda de los brigadistas" decía un miembro del SPMF Lago Puelo. La campaña que han iniciado desde la cordillera por apertura de paritarias, busca romper el silencio impuesto en torno a esta situación. De la solidaridad y la posibilidad de coordinar esta pelea con otros sectores depende que logren derrotar el ajuste de Arcioni y la complicidad de la burocracia de ATE.

La iniciativa de los brigadistas es un ejemplo para todos los trabajadores provinciales que sufren el ajuste del Gobierno de Arcioni, el aliado del Frente de Todos que sigue pagando la deuda externa mientras la salud, la educación, la vivienda y el trabajo son problemas cada día más urgentes para el pueblo trabajador. En la unidad y la coordinación de los trabajadores, la juventud, el movimiento de mujeres y los que defienden el ambiente está la fuerza para derrotar el ajuste e imponer las demandas del pueblo trabajador.