Envalentonados por la campaña mediática alrededor del problema de la “inseguridad”, un grupo de transeúntes golpeó salvajemente a un joven que habría robado una tienda en la peatonal Córdoba. Mientras algunos pedían que no le hicieran daño, otros apalearon al chico.
Martes 13 de septiembre de 2016
Luego de dos marchas consecutivasque se caracterizaron por el pedido de más "seguridad" y mano dura, los resultados del impacto social y mediático tuvieron, en la tarde de ayer, su primer resultado. Un grupo de personas golpearon brutalmente a un joven que habría robado en un comercio del centro rosarino. Entre gritos de algunos que pedían que no se manifiesten de manera violenta y otros que alentaban el hecho, se llevó a cabo un nuevo linchamiento en la ciudad.
Es preciso recordar que cuando los gobiernos insisten con los discursos de mano dura y fortalecimiento de las fuerzas policiales dan lugar a trágicas situaciones como los linchamientos que en Rosario se llevaron la vida de David Moreira, hace pocos años, caso en el cual no hay culpables imputados y su familia sigue exigiendo justicia.
Esta es una de las consecuencias de este tipo de campañas: instalan el discurso de que el ladrón merece morir otorgando una credencial de impunidad para quienes quieren hacer “justicia por mano propia”. Como venimos expresando en La Izquierda Diario lamentablemente un sector de la izquierda se prestó a legitimar estos discursos y planes represivos digitados por Cambiemos y el Partido Socialista. Sólo el PTS en el Frente de Izquierda y la concejala Celeste Lepratti del Frente Social y Popular fueron quienes rechazaron de manera contundente este acuerdo entre los gobiernos de Macri y Lifschitz que tiene como objetivo la saturación policial como forma de represión preventiva y control social para contener la respuesta de los trabajadores y sectores populares ante el ajuste en curso. Y que en el peor de los casos, concluyen en la aceptación social de brutalidades como este linchamiento.
