El sábado la fiesta se suspendió abruptamente por una tormenta eléctrica que cortó el sonido, las luces y tiró la estructura del escenario. Días antes el pronóstico anticipaba la tormenta, pero se hizo igual.
Lunes 30 de abril de 2018
La fiesta Buenos Aires Trance XV (BAT XV) en principio debía realizarse el 16 de diciembre de 2017 en el predio del estadio cubierto Malvinas Argentinas. Pero la fiesta era outdoor (al aire libre) y debido a la tormenta que también hubo esa noche, nunca comenzó, el público padeció la tormenta fuera del predio haciendo la fila para ingresar y alrededor de las 2 de la mañana anunciaron que se cancelaba el evento.
La reprogramación de la fecha fue para este sábado 28 de abril, con los mismos artistas (Ace Ventura, Alpha Portal, Astrix, Christopher Lawrence, Javier Bussola y Simon Patterson), pero el pronóstico también anticipaba tormentas eléctricas. Y antes de que comenzara la fiesta la lluvia ya se hacía presente.
Los asistentes tuvieron que padecer más de una hora de fila para poder ingresar, sumado a los cacheos invasivos que realiza la Policía de la Ciudad con grandes operativos contra el “narcotráfico”, donde en cada fiesta se llevan detenidos a jóvenes consumidores por tenencia de una pastilla de éxtasis o cigarrillos de marihuana.
Pero todo esto no solo sucedió allí. También sucede en Mandarine Park & Tent, el pasado 17 de marzo, en el festival Afterlife, donde la fiesta se tuvo que suspender antes de que termine por fuertes lluvias y relámpagos, estando muy próximos al río.
Durante toda la fiesta se padecieron lluvias persistentes, posteriormente se sumaron los relámpagos y lluvias cada vez más fuertes; hasta que comenzaron los rayos, cayendo uno muy próximo al lugar. Desde ese momento el público comenzó a ponerse muy nervioso y hubo quienes ya se iban dirigiendo hacia atrás.
Caída de rayo
Minutos más tarde, alrededor de las 3:15 ya del domingo, la lluvia se intensificó y el viento comenzó a soplar muy fuerte. En ese momento la gente entró en pánico. Algunos salieron fuera del predio, otros se encontraban en los baños químicos (muchos fueron tirados por el viento), los demás optaron por acercarse al ingreso del estadio cubierto buscando refugio.
Con la gran cantidad de gente desesperada por cubrirse de la tormenta, abrieron las puertas del estadio y comenzaron a ingresar.
Momento de la tormenta
Resulta totalmente ilógico que, habiendo un estadio cubierto al lado de donde se realizó la fiesta, no se lo utilizó cuando estaba pronosticada la tormenta y que además ya se había suspendido la fecha de diciembre por mismos motivos.
Pero esto toma algo de “sentido” para los que nunca fueron a una fiesta ni tienen plan de hacerlo. Se trata de quienes consensuaron la nueva ley para eventos masivos en la Ciudad de Buenos Aires (N° 5.641) que prohíbe la utilización de lugares cerrados o semicerrados para fiestas masivas de electrónica.
Esta ley entró en vigencia a fin de enero de 2017, luego de que las fiestas masivas de electrónica estuvieran prohibidas por nueve meses; después de lo sucedido en la tragedia de Time Warp dónde cinco jóvenes perdieron la vida por negligencia de la productora 2net, en la cual había casi el doble de asistentes de la capacidad permitida, los baños químicos no daban a basto con inmensas filas, no había agua potable al alcance ni en la barras ya que muchas de ellas se quedaron sin agua a mitad de la noche y lo más importante la casi nula existencia de servicios de atención médica.
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Esta ley exige la presentación de un programa de seguridad aprobado por Defensa Civil para que, en casos de emergencia, se pueda evacuar de manera ordenada y con roles definidos para organizar la evacuación. Esto nunca existió en BAT XV, el público se tuvo que autoevacuar. Y no solo eso, sino que el personal de “prevención” se predispuso a echar a la gente con métodos patoteriles del estadio cubierto alrededor de las 3:45, cuando aún seguía la tormenta, muchos aun traumatizados con lo sucedido y con mucho frío. Solo el personal de Cruz Roja se predispuso a atenderlos y brindarles algo de apoyo.
Poco a poco el público se fue yendo debido a la presión del personal de seguridad. Cabe aclarar que las fiestas Buenos Aires Trance se realizaban anteriormente en este mismo estadio cubierto y se podían disfrutar sin problemas. Si se hubiese organizado la fiesta en este lugar desde un principio nada de esto hubiese sucedido y se podría haber realizado en su fecha original, sin tener que postergarla, y a su efecto que los asistentes que vienen desde el interior del país no tengan que viajar a la Ciudad de Buenos Aires nuevamente.
Esta es la realidad que enfrentan los jóvenes que quieren salir a divertirse con amigos, a escuchar música, ver a sus artistas preferidos y bailar. Pagan entradas para eventos masivos que van desde los $ 500 a los $ 1.800 en algunos casos, para recibir eventos que no cuentan con medidas mínimas que los protejan.
Tampoco saben si van a poder recibir el festival en la fecha programada, porque un factor climático como la lluvia infiere en la realización. Esto podría ser totalmente prevenido si se realizaran en lugares cerrados adecuados. Y a todo eso se suma la cacería que realiza la Policía de la Ciudad en las inmediaciones del evento, revisando hasta zapatillas y ropa interior, llevándose detenidos a varios jóvenes.
Todo esto es lo que se vive desde Time Warp, las condiciones en vez de mejorar empeoraron. Entradas más caras, menor calidad de servicio y, lo más importante, que la gente sigue asistiendo sin seguridad.
Atención médica como corresponde, que se brinde información sobre reducción de daños para consumo de drogas y que se pueda disfrutar de un evento como corresponde. Basta de exponer y criminalizar a la juventud.