El ajuste también se siente en las colas de las agencias de empleo de La Matanza. Así lo viven miles de jóvenes.
Viernes 5 de febrero de 2016
A las 6 am suena la alarma del celular, hora de levantarse para arrancar la recorrida, mientras te preparás vas imaginando si esta vez “tu suerte” cambia. Te ponés la pava para unos mates y mientras ves la tele o los diarios que los despidos siguen y cada vez son más y más y pensás: conseguir algo, ¿valdrá la pena toda la caminata del día? Y enseguida piensas que no te queda otra que salir igual.
Salís de tu casa, el sol empieza a calentar, arrancás viaje a recorrer todas las agencias que pueden existir en tu zona, vas a una y a otra y a otra y la situación son similares en todas, filas de jóvenes y también gente “adulta” que se quedo sin laburo supuestamente por baja producción o porque ya para el sistema laboral ya “estas grande”. Cada tanto charlas con uno y con otro y todos te dicen lo mismo, me quede sin laburo hace dos meses, dos semanas, dos días.
Los verdugos de tu futuro se regocijan cuando entrás por la puerta a la empresa a la que le encomendás tu destino por tres meses o, como es modalidad ahora, contrato indeterminado, ya que te pueden solicitar por un día y nada más. Cuando tenés “la suerte” de que te hayan llamado para una entrevista sentís un alivio, una ilusión de que se corte la mala racha, y cuando vas a esa entrevista ves cómo nos ponen a competir entre los mismos pretendientes para ese puesto y te ponen a prueba para ver a quién pueden explotar mejor.
Esa es la situación que viven miles y miles de jóvenes a diario en la zona oeste del conurbano tratando de conseguir algún empleo; las agencias de trabajo temporal fueron las que se llevaron en pala junto a las patronales durante estos últimos doce años, y ves cómo los políticos burgueses se jactan de haber generado fuentes de laburo, pero no dicen que son en estas condiciones, por contratos basura, heredadas de los noventa con la famosa ley de flexibilización laboral que mantuvo el kirchnerismo y, ayudados por la burocracia sindical, hicieron que esa sea su base para que hoy el Gobierno de Macri esté desatando el ajuste feroz sobre nuestras espaldas.
Se calcula que es un 40 % de los laburantes que está en esta situación y cada vez va a empeorar más porque sabemos del riñón de qué viene Macri, que cada vez profundiza más su CEOcracia (gobierno de gerentes) y ayuda a que seamos más y más los que nos veamos obligados a salir a “patear la calle” todos los días en busca de un empleo, y, sumándole la suba de las tarifas y posibles aumentos en el transporte, que seamos más los que tengamos que salir en busca de una salida.
La única salida que tenemos los más explotados es organizar la resistencia con Nicolás del Caño y Myriam Bregman para que cada lucha se transforme en una trinchera para enfrentar el ajuste.