Lejos de la realidad del pueblo trabajador, la provincia de “maravillas” que describe el oficialismo es parte del relato electoral que pretende sostener la candidatura presidencial de Gerardo Morales. Una forma de borrar el desastre de su gobierno macrista que aún está fresco.
Jueves 11 de noviembre de 2021 10:14
“Jujuy es una isla floreciente”, lo afirmó Gustavo Bohuid, ministro de Salud y candidato a diputado nacional en una entrevista en el programa “Detrás de las noticias” que se emite por Canal 7.
El relato oficial muestra una provincia que es una “maravilla” respecto a “lo que la gente vive en Buenos Aires” según Bohuid. Repiten el mismo libreto de Gerardo Morales quien está en modo “presidente” 2023.
La realidad de la mayoría del pueblo trabajador es otra. Desde 2016 hasta el primer semestre de este año la pobreza creció un 65% y supera el promedio nacional de pobreza (40,6%) con 42,5%.
Está claro que no hubo “pobreza cero” como prometía Morales junto a Macri (es lógico que ahora trate de evitar el tema, aunque siga operando dentro del frente macrismo, como fue la foto con Patricia Bullrich), tampoco se llenó la heladera como insinuaba el gobierno nacional del Frente de Todos.
En el relato de Gerardo Morales sobre su gestión “exitosa” de la provincia, un modelo de “exportación” al resto del país, hay más mito que realidad. Esto lo analiza el economista Gastón Remy en este artículo dedicado a los mitos del relato del frente oficialista “Cambia Jujuy”.
Durante la misma entrevista, Bohuid, volvió a descargar los ataques del oficialismo sobre la izquierda. Esta vez intentando persuadir a sus votantes, “si tenes bronca, mejor vota en blanco pero no a la izquierda”.
Se nota cierta preocupación por parte del oficialismo respecto a que la bronca que hay con los partidos tradicionales (UCR y PJ) siga creciendo junto a la izquierda. “Están nerviosos” dijo Alejandro Vilca, quien en el cierre de campaña en San Salvador, aunque advirtió sobre un fraude de manos del oficialismo que no aceptaría perder un diputado nacional de manos del FITU.
Parafraseando el discurso oficial, el próximo 14N está en juego si entra un diputado más de Morales para seguir alimentando el relato de las “mil maravillas”, o si con el apoyo popular llega por primera vez un diputado trabajador y de la izquierda al Congreso.
Se puede hacer historia y así fortalecer la organización de cara a las peleas que vendrán en un país donde las mayorías trabajadoras chocarán de frente con las imposiciones del FMI. Sabemos que, más tarde o temprano, el FdT y Juntos, terminaran votando un acuerdo con el fondo en el mismo Congreso.