Después de tantos meses de espera, la nueva conducción de la CGT dice que no habrá paro a pesar del ajuste. Uno de estos dirigentes viene de Guernica.
Sábado 27 de agosto de 2016 11:30
“La dignidad de los trabajadores no se gana sino se conquista”, dice el pasacalle que colgaron los militantes del Frente Renovador del local de Blanca Cantero, esposa del flamante secretario general de la CGT unificada. Carlos Acuña, dirigente del gremio de trabajadores de estaciones de servicio y oriundo de Guernica, desde que ingresó a la vida sindical hace 40 años fue escalando en el ámbito sindical, desarrollando junto al PJ su ascenso político. Acompañó en su momento a Carlos Menem, a Duhalde, al kirchnerismo y ahora es diputado por el massismo.
Dirigentes que se enriquecen de un lado y del otro trabajadores que sufren una difícil vida, desde su trabajo precario o en la eterna desocupación; quienes tienen la suerte de tener un trabajo, con su salario por debajo la canasta familiar, jubilaciones de miseria. Nuestro pueblo trabajador sufre además la precarización en la salud, en la educación, sin obra pública para los barrios periféricos como El Roble, América Unida y otros, un transporte público pésimo, como también la falta de vivienda.
Los pasacalles dan a conocer el mayor logro de Acuña, llegar a la cúspide de la CGT. La organización que abarca a millones de trabajadores, con cuya fuerza se podría derrotar el tarifazo, reincorporar a los trabajadores despedidos, reducir las horas de trabajo y así poder repartir el trabajo para todas las manos disponibles, además de crear obras públicas y lograr un salario igual a la canasta familiar para todos. Por supuesto que esto se logra con la lucha y la organización, haciendo pagar la crisis a los patrones que se enriquecieron durante todos estos años con nuestro esfuerzo, cobrándole impuestos progresivos a las grandes empresas.
Lo cierto es que Acuña, Daer y Schmid continúan la tregua con Macri, favoreciendo los intereses de los que más tienen. El gobierno de Cambiemos le entrega el manejo de las obras sociales a la actual CGT y pasarían a disponer de $ 27.000 millones. Ayuda económica que se compensa con apoyo político al gobierno actual, sin paro a pesar del ajuste.
Los trabajadores no tenemos nada que perder, durante los últimos años venimos luchando, marchando, a veces ganando y otras perdiendo, tomamos experiencia y nos organizamos recuperando cuerpos de delegados, comisiones internas y sindicatos. Continuaremos denunciando y exigiendo a los jefes de los sindicatos que llamen al paro para derrotar el ajuste e imponer nuestras demandas.