Bajo el confuso título de “La represión es el Otro”, los intelectuales salieron a defender a Alicia Kirchner y a Cristina por la “violenta intromisión” por parte de los manifestantes.
Meke Paradela @mekepa
Martes 25 de abril de 2017 11:36
Otros tiempos: Carta Abierta con el ahora "traidor" Florencio Randazzo.
Luego de un silencio de seis meses tras su última declaración, llamando a la conformación de un "frente de rescate" contra el avasallamiento de la justicia social, los intelectuales de la era K divulgaron una nueva Carta Abierta en respaldo total a la administración de Alicia Kirchner y, en consecuencia, a la figura de la ex presidenta Cristina Fernández.
Justificaron, de esta manera, la brutal represión sufrida el pasado viernes por los manifestantes en Santa Cruz.
La Carta comienza con una larga digresión sobre Venezuela, donde eligen victimizar al Gobierno en crisis de Nicolás Maduro. Crisis que es aprovechada por la oposición de derecha. Según estos intelectuales, debido a algún que otro error de la presidencia, se utilizar esa crisis para "echar, anular y generar un gigantesco olvido en torno a los movimientos populares".
En lo que definen como "Protocolos golpistas", los intelectuales pretenden amparar las represión del Gobierno venezolano en las maniobras imperialistas, absolviendo de cualquier responsabilidad a Maduro y al chavismo de conjunto.
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La introducción no es menor, ya que tiene como finalidad realizar una comparación directa con el macrismo y la provincia de Santa Cruz. La Carta toma como propio el discurso del Gobierno provincial, acusando al nacional de no enviar los fondos necesarios para el cobro de sueldos de los empleados municipales. Así, la provincia -y por ende Alicia Kirchner- son las "víctimas" de los embates del "Protocolo" macrista.
Sin embargo, los intelectuales van más allá. No solo se desdicen de cualquier hecho de represión durante el anterior Gobierno afirmando que "el del kirchnerismo fue efectivamente un gobierno cuyo destino democrático se expresaba, entre otras cosas, en no reprimir las manifestaciones", sino que además el Gobierno de Santa Cruz ahora fue "tenta(do) para actuar con violencia en nombre del amparo de su propia vida".
En otras palabras, que mediante la represión policial, tanto Alicia como Cristina tuvieron que "defenderse de una violenta intromisión en el domicilio particular de la gobernadora, donde se hallaba la ex presidenta Cristina corriendo muebles contra las puertas para protegerse".
Que el kirchnernismo no reprimió carece completamente de sustento en la realidad.Tan solo recorriendo los últimos años se pueden recordar la del 2011 contra los docentes de Santa Cruz en la Ciudad de Buenos Aires, las más de diez represiones en 2014 contra los trabajadores de Lear que luchaban contra despidos masivos, y en 2015, la represión a los trabajadores de la Línea 60. Corta memoria la de los intelectuales.
Si nos remontamos antes en el tiempo, podremos recordar la brutal represión en Mafissa en 2008 con Cristina Fernández, o las ocho represiones a los trabajadores y trabajadoras del Casino en 2007-2008.
Cabe recordar que la justificación de la represión ya surgió con fuerza días atrás por parte de los medios de comunicación K y por supuesto, por la propia Alicia Kirchner que hizo mención a su "sorpresa" y al "ataque planificado" por parte de manifestantes que hace semanas que acampan frente a la Gobernación en reclamo.
Lo que no sale a decir ninguna figura del kirchnerismo es que a los docentes no solo no les abonan el sueldo en tiempo y forma, sino que la única respuesta que recibieron fue una "oferta" del 3 por ciento de aumento salarial. No dicen que hace 23 días que acampan los jubilados frente a la Caja de Previsión Social exigiendo cobrar su jubilación. Tampoco hacen referencia a la situación que atraviesan los trabajadores judiciales que tomaron el Tribunal Superior de Justicia.
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Es el mismo ajuste que menciona Carta Abierta por parte del macrismo el que aplican en una provincia que viene gobernando ininterrumpidamente, hace 26 años, el mismo espacio político. Una provincia que recibió regalías millonarias durante la "década ganada" que solo fueron a parar a manos de sus funcionarios en detrimento de los empleados públicos.
Tanto el ajuste como los métodos de represión perpetrados por el macrismo son las mismas herramientas que usó y utiliza ahora el kirchnerismo. La "culpa" de la represión, tanto antes como ahora, siempre es del otro, del díscolo que no tuvo la mejor idea que hacer, en este caso, que la ex presidenta tuviera que mover muebles para "defenderse del malón", ignorando que la responsabilidad de la situación extrema del reclamo genuino los trabajadores lleva el apellido Kirchner.
Por último y no por ello menor, acosados por la falta de una nueva figura pública y ante la amenaza cada vez más posible de una candidatura de Florencio Randazzo en la provincia de Buenos Aires, así como los tironeos del PJ, los intelectuales de Carta Abierta convocan públicamente al retorno de Cristina, al implorar que "la persona que esa noche empujó los armarios de una casa para defender puertas y disuadir la violencia de los que las astillan, se haga presente en el papel principal de levantar los armarios de una nueva construcción política".
Se pueden leer así los estertores finales de una intelectualidad que se presentó como crítica en su momento y que ahora no hace más que rezarle a "la patrona" por la vuelta triunfal.
Meke Paradela
Nació en Capital Federal en 1985.