En noviembre de 2015 el joven recibió tres disparos y quedó cuadripléjico. El juicio oral debía comenzar este martes, pero el Tribunal Oral Criminal 1 porteño lo pospuso hasta abril.
Lunes 11 de febrero de 2019 20:13
El 9 de noviembre del 2015 el joven Lucas Cabello, padre de una niña, había salido a comprar un sándwich de milanesa a la panadería de la esquina de su casa, en el barrio de La Boca. Frente a la puerta de su domicilio fue baleado a quemarropa. Un disparo le pegó en el mentón y luego, ya estando en el piso, recibió otros dos tiros.
Las balas fueron disparadas por el agente de la Policía Metropolitana (la antecesora de la Policía de la Ciudad) Ricardo Ayala. En ese momento se encontraba de “consigna” en el lugar.
Lucas quedó cuadripléjico. Hoy está en silla de ruedas, luchando por no perder la alegría de vivir. Más una vez se lo escuchó decir que es “el hijo de todas las madres que perdieron a sus hijos, le gané a la muerte y voy a seguir luchando”.
Leé también Lucas Cabello: "No entiendo y no entenderé jamás"
Leé también Lucas Cabello: "No entiendo y no entenderé jamás"
Desde hace más de tres años, junto a su familia y organizaciones solidarias de La Boca, viene peleando por justicia. Y desde hace meses estaba pautado para este martes 12 el inicio del juicio oral en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de la Ciudad de Buenos Aires, donde el policía Ayala debe ser juzgado por intento de homicidio agravado.
Sin embargo, sobre el final de la semana pasada, los abogados de Lucas recibieron la notificación de que el juicio se posterga hasta abril. Con tan solo días de anticipación desde el Juzgado informaron que el juicio no se realizaría, argumentando que “no terminaron con otro juicio que vienen realizando”. Y este lunes les informaron que será postergado para el 9 y 11 de abril.
El colectivo “Justicia para Lucas” llamaba a solidarse con su reclamo y convocaban para este martes a movilizar a los tribunales de Talcahuano 550, donde iban a realizar una radio abierta.
Queda en evidencia, una vez más, que el Poder Judicial es rápido para criminalizar a la juventud de los barrios pero muy lento cuando se trata de investigar y juzgar a los representantes de las fuerzas represivas. Algo similar ya pasó en el caso de otro joven del barrio de La Boca, Nehuén Rodríguez, atropellado y asesinado por un policía de la Metropolitana.
Carolina Vila, madre de Lucas, fundó el merendero “Madres en Lucha” contra la violencia institucional junto a Roxana Cainzos, madre de Nehuén, e Ivonne Kukoc, la madre de Pablo Kukoc, el pibe asesinado por el policía Luis Chocobar. Desde ese espacio, frente a cada nuevo caso de gatillo fácil o movilización en reclamo de justicia, las tres están firmes en acompañar y aconsejar a otras madres.
Por eso a Carolina no la van a doblegar con esta postergación. Ya está curtida con los manoseos y el encubrimiento de la mal llamada “Justicia”.
La indignación de Lucas y su familia frente al destrato (primero no dándoles motivos claros y después postergando el juicio) no les hará bajar los brazos. La lucha por verdad y justicia no se detiene.
Vale recordar que en su momento el ministro de Seguridad de la Ciudad, Guillermo Montenegro, había dicho frente al caso de Lucas que el joven “estaba armado” al momento de recibir el ataque del agente Ayala. Una mentira que quedó demostrada en la investigación judicial. María Eugenia Vida, en ese entonces vicejefa de Gobierno de Mauricio Macri, cínicamente en medio de la campaña electoral salió a decir que se trató de un caso de “violencia de género”, defendiendo el accionar del policía.