¿Qué hay detrás de la censura de Vladimir Putin en Rusia? La historia de la novela de un amor que la sociedad prohíbe. Columna de Cultura en El Círculo Rojo, programa de La Izquierda Diario los jueves de 22 a 24 por Radio Con Vos FM 89.9.
Celeste Murillo @rompe_teclas
Viernes 4 de noviembre de 2022 01:52
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· En una votación unánime la cámara baja del Parlamento ruso aprobó una ampliación de ley “anti propaganda gay” sancionada en 2013. De esta manera, el presidente Vladimir Putin profundiza su política de persecución a las personas LGBTIQ+ y todo tipo de publicaciones, ya que ahora incorpora aquellos contenidos que llegan al público adulto.
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· El proyecto dice que busca evitar la circulación de referencias a comportamientos que contradigan (según el gobierno) “los valores familiares”. La realidad es que va a censurar cualquier producción cultural que hable de personas o relaciones no heterosexuales. Que se las considere legalmente igual que la promoción de la violencia o el fomento de tensiones raciales, étnicas y religiosas.
· No pasa solamente en Rusi}. Escuchamos los mismos argumentos en muchos países de Europa, como Italia donde acaba de ganar la ultraderecha con Giorgia Meloni, cuyo lema era “a favor de la familia natural, contra el lobby gay”.
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· La censura y la persecución política, no solo contra las personas LGBT sino contra cualquiera que difunda producciones culturales que hablen de cualquier forma de personas LGBT, no tiene nada que ver con los valores ni los derechos de chicos y chicas.
· Se explotan prejuicios para defender determinados intereses, que le sirven a determinado sector en un momento (por ejemplo: los “valores familiares”). El proyecto de Putin profundiza la persecución estatal contra las personas y organizaciones LGBT. Para esa persecución explota prejuicios y discriminaciones que circulan en todo el mundo.
· Un bonus track reaccinoario: se borra una parte de la tradición literaria rusa porque en la clasificación propuesta entra la novela Kryl’ia (Alas) de Mikhail Alekseevich Kuzmin publicada en 1906, una de las primeras novelas modernas que habló de un coming out y una relación romántica entre personas del mismo sexo.
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La novela de un amor que la sociedad prohíbe
· En 1952 se publicó El precio de la sal, más conocida como Carol, de la escritora Patricia Highsmith. Fue la primera novela estadounidense que contaba la historia de amor entre dos mujeres que no tenía final trágico.
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· Patricia Highsmith escribió en el epílogo de la reedición de 1990 de Carol: “Antes de este libro, las personas homosexuales en las novelas estadounidenses habían tenido que pagar por su desviación cortándose las venas, ahogándose en una piscina o haciéndose heterosexuales”. Nada de eso pasaba en su novela.
· El precio de la sal fue una rareza en la literatura de Highsmith. Su obra estuvo marcada por el género policial de suspenso, como el libro que la consagró Extraños en un tren o El talentoso señor Ripley y su saga.
· Unos años antes de la fama, Highsmith consiguió un empleo temporal de Navidad en las tiendas Bloomingdale’s de Nueva York para completar sus ingresos de escritora freelance. Ya era una autora publicada pero todavía no había cobrado los derechos por la adaptación cinematográfica de su novela (filmada por por Alfred Hitchcock con guión de Raymond Chandler) y tenía que pagar el alquiler en Greenwich Village. Mientras trabajaba en la sección de juguetes, conoce a una mujer que le da la idea para contar la historia de Carol y Therese.
· La lleva a su editorial que la rechaza por la temática, su agente tampoco estaba convencida y le recomendó el seudónimo porque la iban a encasillar. Finalmente otra editorial acepta publicarla, sale en 1952 con la firma de Claire Morgan y recibe críticas decentes.
· Todo explota cuando se publica la versión de bolsillo o económica y empieza a venderse en los mismos lugares que las novelas pulp. Eran publicaciones baratas, con tapas llamativas, circulaba literatura erótica, fantástica y noir. En esos estantes empieza a hacerse conocida casi sin publicidad.
· En la época que se publicó Carol, las primeras organizaciones LGBT llevaban pocos años de existencia. Hablaban de homofilia porque homosexualidad cargaba con un gran estigma: era un crimen y una enfermedad.
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· Un año antes de que se publicara Carol, el senador Joseph McCarthy declaraba que las personas homosexuales “contrarios a los estándares normales aceptados de comportamiento social” y proclives a inclinaciones comunistas, por eso por ejemplo no podían tener un empleo público. McCarthy fue el arquitecto de la persecución ideológica de los años 1950, la “caza de brujas” que hasta hoy conocemos como macartismo. Se prohibieron muchos libros, pero Carol pasó desapercibida porque los censores no le prestaban atención a la literatura romántica.
· En este contexto, el impacto del libro fue enorme. Una biografía de Patricia Highsmith cuenta que durante los primeros cinco años, la editorial recibió un promedio de 15 cartas por semana agradeciendo a la autora haber creado un universo en el que su existencia era libre y no perseguida.
· Hace algunos meses se publicaron los diarios de Patricia Highsmith en castellano, que muestran cómo era esta escritora. Una narradora extraordinaria que no simpatizaba con ninguno de los movimientos contra la opresión existentes cuando su libro circulaba de mano en mano. Sin saberlo (y probablemente contra sus propios cálculos), escribió un hito literario y cultural que sigue cosechando lectores y lectoras setenta años después.
Celeste Murillo
Columnista de cultura y géneros en el programa de radio El Círculo Rojo.