Entrevistamos al historiador Leónidas "Noni" Ceruti sobre la organización de los obreros aceiteros y desmotadores en los 70 en el norte santafesino y la represión de la dictadura.
Domingo 5 de julio de 2020 23:05
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A continuación presentamos una nota de Leónidas "Noni" Ceruti, en base a su libro "Aceiteros y desmotadores hacemos historia 70 años 1947-2017", donde el autor repasa la historia del sindicato aceitero, que se reflejan en las actas de todos los congresos, y muestra la historia del sindicato, pero también de lucha del movimiento obrero argentino y de los aceiteros y desmotadores de Reconquista en los años 70, y mostrando con el testimonio de Oscar Cacho Zarza la complicidad empresarial como la de Vicentin en la última dictadura cívico-militar.
Las luchas de los aceiteros y desmotadores de Reconquista en los años 70´
Desde la segunda mitad de los años 60, se fueron conformando gremios y agrupaciones con posturas anti burocráticas y anti patronales. Y fundamentalmente a partir de los Azos del 69, Cordobazo, Rosariazos, Choconazo, etc., se incorporaron a la lucha miles de obreros. Esos alzamientos populares parieron a los gremios clasistas y combativos. Ese fenómeno se dio en los grandes centros industriales como la Zona Norte del Gran Rosario (petroquímicos del SOEPU, ceramistas, químicos), Córdoba (Luz y Fuerza, Smata, Sitrac-Sitram), Villa Constitución (UOM de Villa), La Plata, etc.
Y en el litoral, se dio en el norte de la Provincia de Santa Fe (Reconquista), Chaco, Formosa, Misiones. En los sindicatos aceiteros de esa zona también se vivió ese proceso, donde distintas agrupaciones enfrentaron a la burocracia sindical de sus gremios y de la Federación Aceitera (FA).
Los dirigentes aceiteros y desmotadores en distintos Congresos y reuniones, denunciaron a los trabajadores combativos y anti burocráticos. Y son muchos los ejemplos que figuran en las actas de la FA. Ya en 1960, uno de los congresales de Reconquista, Rivero, invitó “a seguir luchando por una Argentina para los trabajadores, justa, libre y soberana, y que el señor Serafino Romualdi quien viene para dividirnos, pero no lo lograran, como así tampoco nos verán empuñar la hoz y el martillo a los trabajadores, menos ahora que todos unidos, no serán vencidos”.(1)
Con los años, en 1972, el Secretario General de la FA, Rosales, comentó la entrevista con el presidente de facto de la República, Gral. Lanusse, por parte del Consejo Directivo de la CGT y una cantidad importante de Secretarios Generales, y denunció la intromisión de las empresas en la confección de las listas para las elecciones de las Comisiones Directivas (CD) en las filiales, con amenazas y pedido de renuncia a integrarlas.
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Un miembro de la FA, advirtió que en la filial de Santo Pipo (Misiones), se planteó “un problema con un grupo de compañeros, muchos de ellos nuevos en el establecimiento, que se enfrentaban con la CD, que pedían su renuncia, y que se produjo una división en el gremio. La Federación envió un compañero para reorganizar el gremio”. Además denunció que algunos trabajadores influenciados por “elementos que conspiran contra esta organización, con fines políticos partidarios, que nada tienen que ver con el gremio, aprovechan la normalización para hacer políticas, y hacer declaraciones a la prensa, como al periódico “El Territorio de Misiones”, y se pidieron sanciones a los trabajadores señalados.
Otro dirigente afirmó que “debo aclarar que la declaración pública en contra del Secretario General de la Federación, no fue hecha por afiliados, sino por dos o tres compañeros que tienen otro fin y no estrictamente gremial, porque en Misiones como en toda la zona del litoral, especialmente en el Chaco y en la zona de Reconquista, se creó el Movimiento Agrario Misionero, que se denomina MAM. Este nucleamiento de productores está manejado por elementos totalmente de izquierda y uno de los que componen el MAM es socio de esa cooperativa. Entonces este señor hace que su hijo sea el candidato a Secretario General y vaya a hacer declaraciones en los diarios. Como no tiene capacidad para ello se vale de otra gente ajena al gremio para que las haga, bajo la responsabilidad de estos compañeros”.
Sobre el Movimiento Agrario Campesino este dirigente aseguraba que “el MAM, está ligado a un nucleamiento que existe en el Chaco que son la Ligas Agrarias Chaqueñas. No sé si en el Chaco, donde está manejada por los zurdos, en este momento lo está por los curas del Tercer Mundo y los comunistas, que manejan el MAM de Misiones, no les quepa la menor duda. Hemos tenido algunos problemas en Campo Grande por algunas medidas tomadas en el MAM un poco exageradas, pero al final terminan no haciendo nada y continúan protestando sin haber logrado el objetivo que se proponía, que era el de una mayor ventaja económica para los productores del campo misionero. (…) Yo puedo asegurar que es un asunto político y puedo afirmar cuáles son esas pretensiones del hijo de este señor que conduce el MAM, que ha tratado de explotarlo políticamente, y no podemos aceptar que se maneje desde afuera de la fábrica, sin ninguna responsabilidad e implicando a hombres que cumplían lo resuelto por el Consejo Directivo”.
Y agregó que quería denunciar al “Dr. López Forestieri, trotskista metido a peronista, que buscó la adhesión de los trabajadores para poder predominar él políticamente. (…) Creo que este Congreso debe tomar medidas, para llevar tranquilidad a los trabajadores de la filial de Santo Pipo”. (2)
La sorpresa sucedió, en un congreso en el año 1973, cuando en el discurso de bienvenida del intendente de la Banda, Domingo Néstor Juárez, anticipó la represión que se viviría en el país, y ya en ese año habló de “hacer desaparecer”. Luego de destacar la labor de los delegados, del gremialismo, del gobierno del Gral. Perón, y que no dudaba del éxito del congreso, a pesar de “aquellos que proceden de lo foráneo, y que están actuando en la oscuridad y han sacrificado la vida de muchos compañeros. Esos deben desaparecer de raíz. Todos debemos colaborar desde los más apartados puntos de la República, para que esos “señores” desaparezcan de nuestra Patria una vez por todas. Queremos vivir en paz, en armonía y en comprensión. Ese es el sentir del momento”. (3)
Luego se escucharon discursos de ese tenor. Tras una reseña de la situación de la filial de Reconquista, donde por las elecciones se produjo una crisis, y la ocupación del local por algunos compañeros, que luego lo entregaron en forma pacífica, el miembro de la CD, Gallo, señaló que los compañeros disidentes “continúan mandando notas, panfletos, insistiendo para que nos plegáramos a ellos, desafiliarnos a la Federación. Por último, se decidió devolverle lo enviado sin abrir las cartas. Se fue incorporando gente nueva en la fábrica, y entonces comenzaron hacer contactos, a tener reuniones aparte. Hay algunos profesionales en Reconquista que tenemos conocimiento han sido expulsados, tal el caso del Dr. Moreno, justamente por actividades comunistas. Después vino la intervención del gremio, y cuando la Federación envía un delegado interventor, y se procedió a la apertura del local, había mucha gente ajena al gremio, mucha policía, y de esa gente viene a sumarse gente de Capital Federal que dice ser de Molinos, otros de San Lorenzo, otros de Puerto San Martín, y algunos del Chaco. Vinieron varios colectivos, y se han quedado, y están haciendo reuniones, que dicen ser de la Juventud de Molinos Río de la Plata”.
Y se precisó que esos compañeros funcionaban fuera del sindicato, de las disposiciones legales, y de la misma forma obraron en el gremio de la carne, de la construcción, etc. y que son gente ajena a los gremios.
El delegado reorganizador de la filial Reconquista, Barreda, explicó a los congresales que “el 19 de mayo asumí mi cargo, teniendo a Jorge R. Otegui como secretario, y se hizo pacíficamente y de acuerdo a la ley. Once días después y organizados por un denominado Movimiento Obrero de Reconquista de Recuperación Sindical (MORS) se realizó en el Ateneo Social de Reconquista, una asamblea a la que asistieron numerosas personas arribadas de diversos puntos del país y ajenas a nuestro gremio. El 31 de mayo del mismo mes, es decir al día siguiente de la asamblea, un grupo estimado entre 40/50 personas tomó por la fuerza el local del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros y Desmotadores de los Departamentos General Obligado y San Javier. Este acto se consumó sobre el medio día. Se hizo la denuncia en la justicia de la ciudad de Vera, que condenó a cuatro personas sindicadas como responsables de aquel movimiento extra nacional, que alentó la toma de nuestro local. Disconformes con ese fallo, el asesor y defensor del Movimiento Obrero de Recuperación Sindical, Dr. Omar Rubén Moreno, inició la apelación. Esa es la primera parte de los hechos”.
Sobre la estructura interna de la organización contaba que “actualmente ese movimiento está dividido en dos grupos, uno de ellos está dispuesto a conversar con la Federación, que designó a la compañeros Jorge Antonio Masin y Lorenzo Benítez, quienes reconocen haber obrado mal y haber sido asesorados equivocadamente, y se pusieron a disposición del delegado reorganizador y dispuestos a llegar a un acuerdo pacífico”. Y por otro lado, “de acuerdo con otras versiones, los compañeros Oscar Zarza y Ernesto Espinosa, juntamente con otros cuatro o cinco obreros aceiteros, integrarían el otro grupo, que se caracteriza como disolvente. Amenazan constantemente y vierten todo tipo de expresiones que manchan la integridad moral de quienes integran las mesas directivas de nuestra Federación y la filial de Reconquista. En síntesis la prédica malsana y el trabajo disociador de estos modernos quinta columna, que argumentan ser peronistas de línea combativa, ya no gravitan entre nuestros sorprendidos afiliados”. Y continuó: “Esta misión de esclarecimiento, ha sido fundamental para invertir el proceso de confusión de infamias que se intentó mantener y alimentar por los teóricos de la esclavitud. Este lamentable episodio está llegando a su fin”.
El delegado reorganizador Barreda, finalizó señalando que “la disciplina debe ser una línea recta que corra paralela a la verticalidad. Así lo sostiene uno de los argentinos más lúcidos y preclaros que el 12 de octubre de 1973 asumió por tercera vez la presidencia de la República, para continuar por el destino de grandeza, ayer interrumpido por un golpe militar, que reprobamos primero, resistimos después y derrotamos electoralmente como corolario de nuestra lucha. Pero ese grupo disolvente, han vuelto a decirse combativos, y llevará un tiempo más obtener la pacificación o ir rompiendo el grupo de gente de Capital, y San Lorenzo”.
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A continuación, Silva, de STADyCA del Chaco, tomo la palabra, revelando que “los problemas de Reconquista, se están suscitando en otros lugares como hace poco en Santa Pipo, y que preocupa a los aceiteros chaqueños y preocupa al bloque gremial que los representamos en el Parlamento Argentino.” Y preguntaba: “¿Cuál es el motivo por el que los auténticos dirigentes de las organizaciones reconocidas quieren ser copados por grupos que se tildan de peronistas, pero que parece que fueran manejados por gente que vive y tiene ideas que no son precisamente las nuestras? Quizás sean manejadas desde el exterior, quizás sean manejadas por la CIA norteamericana, quizás las intenciones de ellos vayan más allá del bienestar de los trabajadores argentinos. Yo pienso que esto es una cosa muy seria. No nos podemos dejar influir por gente trasnochada, que quiere influir para que en nuestra organización entren ideas que no son las nuestras”.
“Ese intento fue conjurado en el Chaco. He hablado con los representantes de la juventud trabajadora, universitaria, y se habla del tema del poder en forma violenta. Nosotros decimos que si hemos luchado 18 años para tener un gobierno constitucional, no se puede negar que el movimiento obrero es uno de los pilares fundamentales para tener al Gral. Perón en el país. Ellos dicen que han derramado sangre en las calles. Nosotros preguntamos cuántos compañeros nuestros han muerto en el camino. Si tuviéramos que hacer nombres los compañeros llegarían al centenar, y entre ellos tendríamos a Vandor, Vallese y últimamente a Rucci, matado por criminales al servicio de ideologías extrañas, porque yo no creo que quienes mataron a Rucci, siquiera lo conocían. Lo mataron porque se lo han ordenado. Esa gente procede a sangre fría y no conoce a quienes matan. Ese asunto lo debemos tomar muy en serio, porque este brote se puede presentar en cualquier filial. Cada uno de nosotros debe tener un equipo de confianza para que no le suceda lo que ha sucedido en Reconquista, hombres de confianza, que quieren luchar por los colores azul y blanco y no por el color rojo y que estén siempre dispuestos a luchar por una Argentina libre, justa y soberana. Los trabajadores argentinos no podemos estar con lo que ellos dicen: Patria Socialista. Nosotros solamente estamos con la Patria Peronista. Porque para nosotros nuestro único líder es Perón, y la única mujer es Isabel Perón, y vivimos con el recuerdo de aquella extraordinaria mujer que se llamó Eva Perón”.
El representante por Capital Federal y Gran Buenos Aires, González, específico: “Quiero agregar algunas cosas de lo que dijo Silva. Nosotros en Capital Federal, hemos tenido elecciones hace dos meses. Allá también hay un grupo de compañeros que se tildan de Juventud Trabajador, si bien está circunscrito a una sola fábrica, también se mueven y abultan mucho, pero no arrastran a gente del gremio, porque la mayoría de los que andan con ellos en las reuniones, inclusive visitan algunas fábricas, son toda gente ajena al gremio. Por suerte hemos tenido elecciones, inclusive les dimos una chance y hemos ganado la elección bien. Ahora este movimiento ha perdido fuerza. Hemos normalizado las comisiones internas que tenían los mandatos vencidos. Creemos que en Capital, si bien existe este pequeño brote, ha sido superado y va perdiendo fuerza. Pero si tenerlo en cuenta, porque estos señores que trabajan en la sombra, manejan muchos millones de pesos, porque han sacado solicitadas en los diarios que cuestan mucho dinero y se han movilizado con vehículos, con micros que cuestan muchos millones”. (4)
Y en 1974, nuevamente se comentó la situación de la filial de Reconquista, de la que se dijo que “lamentablemente en esa filial no hemos podido llegar a una solución deseada, por cuanto se han creado situaciones de distinta índole relacionadas con su accionar y hasta ese momento se mantiene el delegado reorganizador, porque las circunstancias de acuerdo a las facultades que se le habían dado no se produjeron para convocar a elecciones, por cuanto se había dispuesto la normalización y se creó una situación de extrema ebullición interna a raíz de las retenciones que se impusieron en aquel Congreso, en el aumento que vino de la Ley 20.517 de los 20.000 pesos (…)”. Y continuó: “Con la imposibilidad de hacer elecciones, porque los desmotadores habían paralizado sus tareas y trabajaban solamente los aceiteros que significan el 50% de los compañeros que integran ese sindicato, que abarca los departamentos de Gral. Obligado y San Javier de la provincia de Santa Fe, todo el norte de esa provincia”.
Mientras que Barreda, interventor de las filiales de Gral. Obligado y San Javier (Santa Fe), dio a conocer el documento entregado a la FA, en su carácter de Delegado Reorganizador de la filial Reconquista (Santa Fe), agradeciendo a la FA por el apoyo, y luego reveló que:“Nuestra principal tarea ha consistido en lograr contacto entre sí. Tarea esta que la cumplimos todos los días, clarificando a los compañeros sobre los distintos aspectos del momento actual que vive el país, lo cual está dando resultados positivos muy apreciables. Desde luego que hay numerosos inconvenientes de índole local, tales como las divisiones políticas que indiscutiblemente influyen sobre los trabajadores. Aunque para satisfacción nuestra podemos decir que la inmensa mayoría de los trabajadores aceiteros y desmotadores son peronistas. En estos momentos concurren, muchos afiliados al local sindical con el fin de interiorizarse sobre los problemas y en su mayoría se van satisfechos con las explicaciones que le damos. (…) hemos podido romper una “trenza” muy bien urdida y hecha en contra del avance de la entidad sindical y de sus directivos, llámense sindicato o Federación Aceitera”.
Sobre las elecciones gremiales planteaba que: “Podemos decir que si hubiera elecciones en este momento la conducción sería netamente peronista tanto en la Federación como en las filiales, siguiendo los lineamientos que imprime la CGT, para todos los trabajadores organizados y por supuesto que debe estar dentro la Rama Político-Gremial que marcan las 62 Organizaciones para los trabajadores peronistas”.
Lo que preocupaba a Barreda era que “el inconveniente mayor no reside en la unidad peronista pues progresivamente se va arribando a ella, ya que tácitamente hay coincidencia en lo fundamental o sea en lo ideológico. En esta zona, lo que puede considerarse como un peligro permanente son los elementos subversivos que han elegido a Reconquista como centro de operaciones de este tipo de actividades y en la cual convergen desde distintos puntos del país los emisarios del extremismo que establecen contacto y difunden las consignas y directivas que provienen de algunas siglas conocidas como ERP, Montoneros, la llamada Tendencia, la JPT, Peronismo de Base, FAR; FAL; etc., contando con la colaboración (sé que interesada) de los elementos trotskistas y comunistas lugareños. No es exagerado afirmar, ni carente de veracidad, decir que dichos elementos han elegido como principal y codiciada presa al gremio de aceiteros y desmotadores dada su importancia en el ámbito gremial de la zona. Ya que se trata de una organización equipada, conforme a su gravitación y antigüedad, pues cuenta con locales propios y todos los elementos necesarios para la vida sindical y que por otra parte, actuó definidamente en las filas peronistas con la cual ha logrado un merecido prestigio y el propio Movimiento Nacional Justicialista. Los que no aman a su Patria, los que no desean el progreso del país, han puesto sus puntos de mira y sus afanes en posibilitar el experimento y la toma de la conducción de la entidad que representa a los trabajadores aceiteros y desmotadores”.
Denunció “el accionar de los llamados elementos subversivos, por copar la filial de Reconquista, que cumplen instrucciones precisas, que cuentan con muchos medios económicos, que su accionar es permanente que no dan tregua, y que tienden afanosamente a lograr interrumpir y aún anular el cumplimiento del Pacto Social cuya concreción, sería su propio fracaso. Todo esto hemos podido frenarlo trabajando de idéntica manera, defendiendo el Pacto Social, los intereses permanentes de los trabajadores, y brindando sin retaceos el más amplio apoyo al gobierno popular que preside la compañera Isabel Martínez de Perón. Por ello, es necesario seguir afrontando a los traidores del Movimiento Obrero, para lo cual debemos dejar constancia, hemos contando con la leal colaboración y apoyo de la Delegación Regional de la CGT y de las 62 Organizaciones, como así también individualmente de las organizaciones peronistas de Reconquistas y su zona de influencia”.
El miembro de la Comisión Directiva de la Federación Aceitera, Gaetani, continuó con la misma línea discursiva afirmando “no podemos dejar de pasar por alto el problema de Reconquista, que es un problema que se crea por elementos mercenarios al servicio de las grandes potencias y arriba se ponen de acuerdo pero luego a los países subdesarrollados pretenden someterlos y pretenden frenar su desarrollo. No nos engañemos, todos sabemos cómo trabajan las superpotencias para que los países no se desarrollen y no les hagan sombra en el mundo y así tenerlos sometidos y llevar la materia prima más barata. Hay gente que todavía no despierta y no aprenden que los propios pueblos tienen que independizarse de aquellos que vienen a cantar loas y regalarles laureles, pero para que vivan muertos en la miseria, la desesperación y el hambre. Ese es el problema de Reconquista, gente que se ha enquistado en esa zona para dominar los sindicatos, no sólo de aceiteros sino de la carne y todos los otros sindicatos, que pretenden someter en la miseria a esa zona, así que nosotros hemos hecho frente a esa situación y hasta tanto no reúna las garantías necesarios de argentinidad, patriotismo y en su doctrina justicialista, hemos dicho, no vamos a dar elecciones y vamos a presentar esta situación ante este Congreso, por eso quiero ser crudo y decir la realidad de que es lo que resolvió la CD, no vamos a entregar ni a la extrema derecha ni la extrema izquierda, vamos a entregar a los argentinos, vamos a entregarles a los dirigentes justicialistas este sindicato”.
Se aprobó una declaración de apoyo a la Presidenta de la República, repudiando a la subversión y la violencia, manteniendo la verticalidad. Estos fueron los conceptos “la Federación desde su fundación hace 27 años, tiene una política definida dentro de la línea nacional que se enmarca en el Justicialismo instituido por el Gral. Perón, y considerando que los trabajadores aceiteros son parte integrante del gobierno consagrado por la decisión de la abrumadora mayoría, forjada en la persecución e inspirada en la antorcha enarbolada por el Conductor con precondición de genio. Que pasó por siempre la hora de los sectarismos y ambiciones, vengan de donde vengan, con intentos de usurpación de los derechos del pueblo. Que no hay lugar para los que carecen de coraje cívico. Si perviven en la admiración reverencial ante las luces de los imperialismos que los encandilan, intimidan o cautivan, que no son de confiar los que vegetan nutriéndose de “apoliticismo” o para la infiltración en nuestra hora, y que a la hora de la adversidad, se identifican con la prepotencia en la declaración condenatoria para la adhesión sin dignidad a las razones de la fuerza, siempre propicia para la vejación de los derechos populares. Que la soberbia fatua, de los que pretenden ser esclarecidos no les permite en su obnubilación, entender que no pasen de ser mentes colonizadas y comprender que solo el pueblo salvará al pueblo, eligiendo sus conductores. Que no son válidas las imágenes personales de simpatía o antipatía que se forme cada uno, pues no hacen a la esencia del objetivo de independencia económica, justicia social y soberanía política que se cumple inexorablemente. Que no podemos delegar nada en cerebros marchitos o corazones intimidados, pues a la hora de rendir cuentas para el balance de la historia, los justicialistas serán los que pongan cara al frente para asumir sus responsabilidades en el error o el acierto, viendo cómo se evaden para el juicio crítico, los pusilánimes que solo por conveniencia se embarcaron en la empresa y que presto se sumaran al coro del derrotismo aunque este se geste en la traición artera para el avasallamiento del derecho. (5)
Y cuando la situación social y política se fue derechizando, los dirigentes de la Federación continuaron denunciando, las distintas posiciones gremiales al interior de las fábricas, los debates y posturas que se adoptaban frente a las patronales, y expresaron: “Hoy tenemos en una fábrica de Capital Federal, a una parte de la comisión interna y un grupo disociador que está pidiendo aumentos de salarios a pesar que eso ya lo ha empezado a tratar el gremio, ahí tenemos que poner en evidencia que esto pareciera que es un acuerdo de aquellos que quieren dividir el movimiento obrero y debilitar a los trabajadores y al gobierno popular. Por eso compañeros, les estoy diciendo del problema que se le puede plantear a la Federación, se están haciendo las gestiones y considero que nosotros tenemos que poner en evidencia que existen los anti patrias, porque no solamente está en peligro el País y la clase trabajadora por la extrema izquierda, sino también por la extrema derecha representada por las empresas y los empresarios, aunque hay empresarios que son honestos y dentro de la realidad, la mayoría de los trabajadores también están por la Argentina, pero acá pareciera que un extremo con el otro se han dado la mano y están presionando estos grupos que acabo de nombrar y específicamente la empresa Molinos Rió de la Plata no quiere esperar a que el gremio haga las gestiones en el orden general, sino individualmente estarían tratando el problema con esos grupos disociadores. Esto compañeros es muy serio para los trabajadores aceiteros, para nosotros, consideramos que van a conseguir, posiblemente el aumento a espaldas de la organización, porque la empresa está dispuesta a darlo, pero consideramos que tienen que ser para todos, considero que acá el Congreso debe tomar una resolución para poner en evidencia a aquellas empresas que se prestan para eso, eso lo dejo a consideración de ustedes”.
El delegado de Capital Federal, Ceferino González, reafirmó la postura de la conducción de la FA y alegó que “El compañero Gaetani, ha dicho una gran verdad, hay grupos disociadores, principalmente en Molinos Río de la Plata, todos sabemos bien que Molinos Río de la Plata, tiene problemas en todos lados, pero nuestra Federación apoyada por todos nosotros siempre tiene que llegar primero, una vez nos dijo el Gral. Perón que “la parte más sensible del hombre es el bolsillo”, estos grupos disociadores hacen eso gracias a que tenemos un gobierno del pueblo, porque cuando estaban los militares les daban cuatro palos y se terminaban los revolucionarios, entiendo yo que la mejor forma de combatir a esos grupos disociadores es con el aglutinamiento de los obreros, ganarles siempre de mano y repudiar a las empresas que están dispuestas a darles mil pesos de aumento y nosotros por nuestro lado no conseguimos nada, nuestros compañeros van a decir ´si somos terroristas pero ganamos mil pesos más´. Entonces todos juntos tenemos que ganarles a esos agentes del caos. Por eso voy hacer moción para que este Congreso aplauda decididamente las gestiones de la Federación y si tenemos alguna vez que salir a la lucha, saldremos, porque si hemos tenido una actitud prudente no es por miedo, pensamos que con la metralla no vamos a buscar el porvenir de nuestro lujos, sino con el trabajo, no nos van a torcer para ningún lado, ni para la izquierda ni para la derecha”.
Por su parte, Mascali, de Rosario, hizo una moción concreta en el sentido que “se faculte a la CD de la Federación, para denunciar ante el Ministerio de Trabajo, Secretaría de Comercio y Ministro de Economía, a la firma Molinos Río de la Plata, por su actitud y su insistencia permanente desde hace tiempo en querer negociar con los grupos de delegados trotskistas y bolches que tienen, porque no es la primera vez que esto sucede en la firma, de esa manera, facultando, como resolución del Congreso y de inmediato por la CD, se haga la denuncia respectiva y el Congreso del apoyo moral y solidario al Sindicato de Capital Federal, por cualquier medida que se adopte contra esos compañeros, por parte de los señores que trabajan en Molinos Rio de la Plata, y que por su cuenta pretende adelantarse y conseguir cosas que saben que se están gestionando por la Federación”. La moción fue aprobada por aclamación.
Quedó evidenciado en esos discursos la política de delación de compañeros con otras posiciones de la conducción de la FA y de los dirigentes del sindicato de Capital Federal. Un hecho condenable y repudiable.
En Buenos Aires, decidieron hacer las elecciones directamente en las fábricas y manifestaron que había un inmenso grupo que estaba en contra del sindicato, por lo que se resolvió votar en las empresas. “Para darles una idea respecto al grupo que está en la disociación debemos decir que la lista celeste saco 2032 votos, la blanca 703, sobre un 80% de los votantes, esto da la prueba que estamos en lo serio y en lo correcto”. (6)
Posteriormente, luego del golpe genocida del 76´, un histórico dirigente Silva, del Chaco, comentó que la Federación Aceitera estaba haciendo obras a pesar de la emergencia que vivía en el país, a lo largo y a lo ancho y que se estaba trabajando, poniendo de manifiesto un espíritu de “gran patriotismo”, y agregó que: “Nuestro gremio ha salido casi ileso totalmente, todos sus hombres que han estado ocupado cargos electivos, o que han estado ocupando otros cargos por mandatos de sus compañeros, tanto allá en Buenos Aires, como en el interior, han dejado bien sentado los prestigios de la Federación. Ahora, como en el año 1955, el movimiento obrero seguirá en vigencia, porque el movimiento obrero argentino está organizado. De eso tiene cabal conocimiento el gobierno nacional, y tal es así, que tiene inclusive conocimiento de la honestidad y del trabajo que realiza nuestra Federación. Eso se debe a que los nuestros dirigentes han estado en una filosofía auténticamente nacional, por eso seguirán el mismo camino y en este momento lo que más debe interesarnos a nosotros son los supremos intereses de la Patria”. Y Palacios, de San Juan, remarcó: “La rapidez y el entendimiento del Congreso, y que se desarrolló sin inconvenientes, sin roces”. (7)
Al año siguiente, en los discursos de inauguración se pudieron escuchar palabras de acuerdo a los tiempos que se vivían, “Esta es una familia que debe seguir fraternalmente vinculada por lazos cristianos, no existe entre nosotros discriminaciones políticas, sociales ni religiosos. Nosotros abrazamos la hermandad cristiana que nos ha unido hasta ahora. Los felicitamos primeramente en un momento tan difícil y para ello han hecho un gran esfuerzo y para analizar la difícil situación por la que está atravesando el gremio. Todo el país y en especial la clase trabajadora está soportando una carga pesada y nuestros sueldos no alcanzan para llegar a fin de mes. De acuerdo a las disposiciones legales vigentes, estamos limitados en nuestras deliberaciones. El orden del día fue aprobado por el Ministerio de Trabajo de la Nación. Llevó tranquilidad a todos que se realiza dentro de las disposiciones legales”. (8)
El delegado de Chaco, justificó el golpe del 24 de marzo, las causas del mismo, y augurándole buen gobierno a los genocidas dijo: “Frente a los momentos difíciles que estamos viviendo, destaco la unidad y solidaridad del gremio. Indudablemente esta situación que estamos viviendo se debe a un solo flagelo y digo así porque el gobierno constitucional no ha caído porque haya andado mal, diría compañeros, que la toma del poder por las FFAA, el 24 de marzo de 1976, se ha debido por culpa de esos apátridas que quisieron implementar en nuestra tierra una nueva filosofía que no concuerda con la ideología argentina y a la actitud de los terroristas. Por eso le pido a Dios que para el año que viene, que los argentinos, más unidos que nunca, hayan podido erradicar de nuestro país esas ideas marxistas, que hasta hoy han costado tantos dolores de cabeza a todos los trabajadores argentinos y tantas vidas a todos los sectores del país. Yo diría que lo que está sucediendo con nuestra obra social, lo que estamos soportando, es nada más ni menos que por culpa del marxismo. Si no hubiera sido por el marxismo, no habría caído el gobierno popular. Yo ruego a Dios que ilumine la mente de los hombres que en este momento están gobernando nuestro país para que dentro de poco tiempo los trabajadores podamos actuar sin limitaciones”. (9)
Paros, tomas de fábricas cabildos abiertos
En el 64 Congreso Ordinario de la Federación Aceitera del 2014, el compañero aceitero Oscar Cacho Zarza, quien fuera militante en los años 60-70, perseguido y preso gremial, comentó sus años de actividad sindical. Relató ante los congresales, las resistencias obreras en el norte santafesino, la experiencia del conflicto sindical aceitero de 1973, la toma del sindicato, mientras continuaban las gestiones para reanudar el proceso electoral y la reincorporación de los trabajadores despedidos, en una asamblea celebrada el 25 de mayo de 1973, donde se resolvió realizar paros en caso de no tener respuestas positivas.
Se extendió sobre lo acontecido en ese año, cuando se generalizaron los conflictos laborales: “El país vivía un proceso político, social y económico de grandes convulsiones. La crisis había llegado a los sindicatos, y se usaba la violencia como forma de debilitar a cualquier oponente. El clima de tensión no se hizo esperar entre quienes luchaban por la democratización de los organismos sindicales, las mejoras de las condiciones laborales y aquellos que, pretendían mantener el poder y continuar en la dirección del gremio. Quizá al norte santafesino no le ha dado el lugar que merecen los hechos suscitados en los años 1973 al 1976 con respecto a la lucha encarnada por los trabajadores aceiteros y el camino hacia la democratización del sindicato, pero afortunadamente existe el testimonio vivo de uno de sus protagonistas. Los registros periodísticos del diario “Noreste”, hablan de una cobertura significativa de los acontecimientos del ’73”
Y sobre su experiencia relató: “Comencé a trabajar en Vicentín, el 20 de 1970. Iba a cumplir 20 años. El primer año, fue un año normal. A mediados de ese año me sortean para el servicio militar. Allí paso 9 meses, hasta octubre. Unos días antes del día del aceitero, me dan de baja en el ejército”.
En la ciudad de Reconquista, un año simbólico por el descontento, fue en 1968, debido a la situación social del norte santafesino de aquel entonces: ingenios y textiles cerradas, manifestaciones de obreros de Villa Ocampo que habían quedado sin trabajo, ocupaciones de fábricas y talleres de reparación de vagones tomados, que se sumaban a la problemática de cientos de personas provenientes de las zonas rurales que migraban en busca de mejoras laborales. Este panorama dio origen a la Marcha del Hambre, que partió desde Villa Ocampo a pie, hasta la ciudad capital de Santa Fe.
Sobre esta situación Zarza contaba que “el trato a la gente era malo, era un desprecio total, discriminación general a los trabajadores, sobre todo a los que venían del campo, al peón, al criollo que venía de viejos emprendimientos como la caña de azúcar, la forestal, los hacheros, u otras fábricas que venían dejando la actividad”.
En ese momento Vicentin “era ya por entonces una importante exportadora de producción de aceites y afines, que generaba ganancias enormes, pero que no se traducía en beneficios para sus trabajadores. Y por eso, comenzaron los reclamos, tenías que trabajar mucho más para tener un salario acorde a tu situación familiar. Era cuestión de hacer doble turnos, de hacer otros trabajos...no había siquiera horas extras, eso fue también un punto de conflicto”. Y continuó: “Los salarios bajos, el mal trato hacia el personal, la mala distribución en las tareas y las suspensiones de la obra social, fueron acrecentando el descontento con la dirigencia sindical, integrada en aquel tiempo por Osvaldo Gallo, secretario general y Juan Rivero, vocal primero. El gremio respondía por entonces a los intereses de las 62 Organizaciones Peronistas”.
Y el malestar con los cabecillas del sindicato se profundizó porque: “Los dirigentes de la Federación Aceitera, Estanislao Rosales y Rogelio Coria, secretario general de las 62 Organizaciones, anunciaron en Reconquista que se iba a hacer un descuento a los trabajadores, de un aumento que había dado el gobierno nacional, porque estábamos en medio de una inflación en el 72´ y 73´, con los militares. El objetivo de ellos era que tenían que traer a Perón, para pacificar. Entonces, todo ese descuento era porque ellos iban a ser los ’privilegiados’ de venir en avión con Perón”, contó Cacho aún con indignación.
“Este hecho motivó el enojo y el repudio hacia cúpula sindical. Inmediatamente comenzaron las reuniones entre grupos de trabajadores, con asesoramientos de abogados comprometidos en las causas populares, como lo fue el Dr. Omar Moreno. La intención era organizar una lista que dispute el espacio sindical en las futuras elecciones. La polarización entre ´la base´ y ´las cúpulas´ sindicales, se hace evidente.” En ese entonces: “Las reuniones fueron convocando a numerosos trabajadores que querían cambiar el orden de las cosas en el sindicato y en la empresa, y así presentar una lista opositora en las elecciones de abril de 1973”.
Pero la reacción de Vicentin no se hizo esperar: “Tras varios intentos por parte del sindicato de frenar la participación en los comicios gremiales, finalmente la empresa despidió a dos de los integrantes de la Lista Amarilla-celeste y Blanca que llevaba como candidatos a Jorge Masín y Oscar Zarza”. Relata Zarza: “Cuando llegó las fechas de las elecciones, el Sindicato y la Federación de entonces, conformados con personas muy pesadas, hacen un acuerdo con el Ministerio de Trabajo- que todavía era de facto- anulan la elección, intervienen el sindicato y me despiden a mí y a un compañero, Massín, de la fábrica Buyatti”.
Ante los despidos “lo que vino después fue una sucesión de asambleas con amplia presencia de abogados, dirigentes de otros sindicatos, sacerdotes e independientes. Llegaron a constituir estas reuniones, alrededor de 1800 personas. El pedido de reincorporación en los puestos de trabajo, había sido rechazado, y fue así, que tras proponer distintas mociones, se decide tomar el Sindicato: En una de las asambleas, se dieron tres posturas: una era, tomar las fábricas; la otra, tomar el sindicato; y la otra, cortar la ruta. Nos decidimos por tomar el sindicato, en vísperas de las elecciones nacionales, del 31 de mayo de 1973”, recordaba Zarza.
Mientras continuaban las gestiones para reanudar el proceso electoral y la reincorporación de los trabajadores despedidos, “en una asamblea celebrada el 25 de mayo de 1973, se resuelve realizar paros en caso de no tener respuestas positivas. El 31 de mayo, comienza un paro por 24 horas en todas las fábricas y desmotadoras, con una adhesión del 95%. Al paro programado por 24 horas, se sumaron las instrucciones sobre la conducta a seguir por todos los participantes, en el sentido de evitar todo acto de provocación o violencia. Además se determinó hacer movilización seguida por la toma del sindicato”.
Ante esto la justicia se puso del lado de la empresa: “Nos hicieron denuncia por usurpación, nos hicieron denuncia por reunión no autorizada, con días de arresto...4 o 5 días de arresto. Así estuvimos, hasta que llega la orden de desalojo, a los 45 días de la toma, del ministerio del interior. Los sindicatos generales, Construcción y Aceiteros, de entonces...nos mandaron las patotas, hasta con cuchillos, para sacarnos. Tal como lo siguen haciendo ahora (…)”
El conflicto continuó y “hacia mediados de junio del 73´, los trabajadores dispusieron extender la medida de fuerza a otras empresas y fábricas de la zona. La patronal, alertada, reincorpora a fines de ese mes a Zarza y Massín.” Y más tarde la Corte Suprema provincial y nacional, declara como legal la ocupación del sindicato: “Con varios abogados, estuvimos intentando apelar la sentencia. Nosotros queríamos saber por qué íbamos a tener esa condena. Los abogados se basaron en que cómo se iba a tratar de una usurpación de local, si entramos a nuestra casa. El sindicato no era de una persona, era de todos los trabajadores. Ese argumento ganó. Y así fue que la declararon legal, porque la confirmó la Suprema Corte de Justicia provincial y la nacional”, sostuvo Cacho Zarza
Y así fue que “en agosto del ’74, la empresa Vicentin solicitó al MORS y al conjunto de obreros que se terminen los paros; que ya no querían más conflictos, que plantearan sus necesidades. Así fue que lograron conquistas muy importantes para el contexto: una sala de espera, un comedor, mozos para la hora de descanso, el pago doble de horas extras, bebederos de agua, cambios de los jefes de fábrica. También exigieron la restitución del ’sábado inglés’, que se refería al descanso semanal desde las 12 horas del sábado hasta las 24 horas del domingo, que luego fue corroborado por la ley de contrato de trabajo”.
Llegó la fecha de elecciones “a principios de septiembre de 1974, se realizaron las elecciones durante dos días: el 20 y el 21. El MORS había ganado ampliamente el Sindicato. Durante tres meses se lograron algunos beneficios: ropa de trabajo, el logro de más puestos de trabajo, la modificación del estatuto… pero duró poco pese al apoyo masivo del conjunto de los aceiteros, ya que nunca fueron reconocidos por el estatuto”.
Llegado el año 1976, en enero dejaron detenidos a Oscar Zarza y Jorge Massín: “se inicia la dictadura militar y quedamos presos. Fuimos liberados en la navidad del 78 (…) nos reventaron a palos, nos llevaron en el baúl de un auto”.
“Zarza no desarrollaba ninguna actividad política y se definió como "un obrero" que estaba en la organización sindical” de la aceitera Vicentín, donde fue detenido. Recordó que en el operativo de 1976 fueron trasladados a dependencias de la Base Aérea de Reconquista más de veinte obreros, de los cuales siete quedaron detenidos, y todos fueron despedidos de la firma. Zarza fue puesto a disposición del Poder Ejecutivo el 24 de marzo de 1977, pero estaba detenido desde el 2 de noviembre de 1976”.
“Lo que vino a partir del ’76, fue un giro de timón para las resistencias obreras, aunque no el quiebre. En el marco del terrorismo de Estado y sus métodos, se dio lugar a la represión, torturas y desapariciones de una gran masa de trabajadores, activistas y estudiantes”.
“El antecedente del conflicto sindical aceitero marca quizá dos o tres cuestiones fundamentales: una, el rol que tomaron las organizaciones obreras en la reconducción de sus condiciones de vida y laborales, pero también en el control de sus gremios; dos: un antecedente legal importante a favor de los trabajadores a partir de la toma del sindicato; y tres, quizá la más emblemática de todas: la unión de los obreros en una identidad común, haciendo frente a las burocracias sindicales y las patronales que ’mantenía las trenzas con los monopolios foráneos” .Fue “un período intenso que amplió los caminos de la democracia obrera y que se expresó en cada asamblea, en cada movilización…en un clima de lucha, libertad y solidaridad”.
Compromiso con la memoria, verdad y justicia
“En Reconquista, se está llevando adelante la Causa 050, que investiga los delitos de lesa humanidad por parte de las fuerzas públicas y del ejército. Hasta el momento, solamente el abogado Gustavo Miño, patrocinador de los represores Ramón Díaz Bessone, ex jefe del Segundo Cuerpo de Ejército y Fernando Manuel Saint Amant ex teniente coronel, la Empresa Vicentín, como tantas otras habrían sido partícipes en el desarrollo del Golpe de Estado de 1976”.
Como relata Zarza sobre su participación en los juicios a genocidas: "En la causa 050 en Santa Fe, donde se investigó lo que sucedió en la base aérea de Reconquista y en la Jefatura de Policía de esa ciudad, denuncié que dos personas que fueron víctimas, Godoy y Pombiña, denunciaron que habían sido detenidos y apremiados por la gerencia de entonces de la empresa Vicentín. Yo en mi alegato denuncié este hecho, pedí que se cite a los entonces directivos (...) estoy convencido de que si se van a juzgar hechos que ocurrieron en el año 1976 en nuestro país, también debe ser investigado el personal civil. Ese sector, civil, económico, empresarial alentó a las Fuerzas Armadas a dar un golpe de Estado y les dijo que era patriótico luchar contra la subversión. Muchos empresarios usaron a las FF.AA. y usaron el golpe de Estado para llenarse los bolsillos y hoy no están respondiendo por eso”. (Prensa y Archivo Federación Aceitera y Desmotadora.)
Desde el 2014, la Comisión Directiva de la Federación Aceitera, decidió involucrarse abiertamente en la llamada “Causa Molinos Ríos de la Plata”, en un “compromiso con la verdad histórica y la representación de nuestros compañeros desaparecidos”, presentándose como querellante, siendo el abogado Juan Manuel Combi, quien lleva la representación legal de la Federación acompañando en este sentido la similar acción del Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria Aceitera de Capital Federal y Gran Buenos Aires. Y ahora también se presenta como querellante en la causa de los obreros de Vicentin detenidos durante el golpe genocida del 76.
CITAS
1.- (Acta N° 10, 13 de noviembre 1960, pág. 321, y pág. 105 del libro ““Aceiteros y Desmotadores Hacemos Historia 70 años 1947-2017”, Tomo I).
2.- (Acta N° 22 noviembre 1972, pág. 74-75, y pág. 158-159 del libro ““Aceiteros y Desmotadores Hacemos Historia 70 años 1947-2017”, Tomo I).
3.- (Acta N° 23, 25 noviembre 1973, y pág. 162-163, del libro ““Aceiteros y Desmotadores Hacemos Historia 70 años 1947-2017”, Tomo I).
4.- (Acta N° 23, 25 noviembre 1973, pág. 244-247, Acta N° 23, 25 noviembre 1973, pág. 253-255., Acta N° 23, 25 noviembre 1973, pág. 256-259., Acta N° 23, 25 noviembre 1973, pág. 260-261, y del libro ““Aceiteros y Desmotadores Hacemos Historia 70 años 1947-2017”, Tomo I).
5.- (Acta N° 24, 24 noviembre 1974, pág. 345 346., Acta N° 24, 24 noviembre 1974, pág. 348-352., Acta N° 24, 24 noviembre 1974, pág. 353-354., 27.- Acta N° 24, 24 noviembre 1974, pág. 356, y del libro ““Aceiteros y Desmotadores Hacemos Historia 70 años 1947-2017”, Tomo I).
6.- (Acta N° 25, 23 noviembre 1975, pág. 144-145., Acta N° 25, 23 noviembre 1975, pág. 146., Acta N° 25, 23 noviembre 1975, pág. 148-149., Acta N° 25, 23 noviembre 1975, pág. 153. Pág. 192-193-194)
7.- (Acta N° 26, 23 noviembre 1976, pág. 254-256., y pág. 205 del libro ““Aceiteros y Desmotadores Hacemos Historia 70 años 1947-2017”, Tomo I).
8.- (Acta N° 27, 26 noviembre 1977, pág. 262. y pág. 206-207 del libro ““Aceiteros y Desmotadores Hacemos Historia 70 años 1947-2017”, Tomo I).
9.- (Acta N° 27, 26 noviembre 1977, pág. 290-291, y pág. 207-208 del libro ““Aceiteros y Desmotadores Hacemos Historia 70 años 1947-2017”, Tomo I).