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Red Internacional
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CÓRDOBA. Charla abierta en Córdoba: “Si nos faltan tantas, no podemos dejar de luchar”

Se realizó ayer en el museo de Antropología de la UNC una charla abierta sobre las cuatro mujeres y niñas desaparecidas en localidades de Traslasierra en los últimos años.

Jueves 11 de octubre de 2018

Ayer se realizó en el museo de Antropología de la UNC la charla abierta “No más femicidios ni desapariciones de niñas y mujeres”, sobre los casos de cuatro mujeres y niñas desaparecidas en localidades de Traslasierra en los últimos años.

Participaron la escritora María Teresa Andruetto, quien manifestó que la intención de la charla es “acompañar a las familias y para visibilizar las desapariciones de dos mujeres, una niña y una adolescente en Traslasierra”. En la actividad se abordaron las deficiencias en los procesos de investigación y condiciones de desigualdad en el acceso a la Justicia. También estuvo presente Mary Luque, representante de la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos de Traslasierra.

Marisol Rearte y su hijita Luz Morena Oliva desparecieron el 2 de febrero de 2014 en Los Pozos, municipio de Villa Las Rosas. Marisol tenía entonces 18 años y Luz 2 años. Gloria Rearte, hermana de Marisol, recordó que su hermana había pensado pasar el día en la casa de una familiar en Los Hornillos, pero salió un momento de la casa con la nena y no volvió. “No llevaba documentos, ni cosas para la nena, ni plata para el colectivo. La Justicia demoró siete días en efectivizarse y nunca nos aceptaron ofrecer una recompensa por datos de mi hermana y su hija. Recién un año después de la desaparición se hicieron allanamientos a fondo”, explicó. También estuvo presente una hermana del padre de Luz Morena, que cuestionó a la Justicia porque nunca escucharon a la familia. “Nos decían ‘se fue con alguien’, cuando nosotros sospechábamos de un hombre que tuvo un vínculo con Marisol y hoy está preso por otras causas. Nosotros, sin saber de leyes, nos damos cuenta de que las cosas se hicieron mal y por eso no tengo a mi sobrina conmigo. Hay elementos de prueba que tienen que ser analizados en Estados Unidos y no los mandan porque sale caro”.

Silvia Gloria Gallardo desapareció el 12 de febrero de 2014 en la localidad de Yacanto. Tenía 34 años. María, Beatriz y Agustina Prado, hermanas de Silvia, manifestaron que recién después de tres años de la desaparición, la justicia habilitó a la familia como querellantes, luego de una gran movilización. Nunca lograron que se ofrezca una recompensa a quien aporte datos de Silvia. “En el interior no hay personal suficiente para la Justicia, eso lo tiene que solucionar el Estado, no las familias. No solamente con el tema de las desapariciones sino también con respecto a los casos de violaciones. Pero si pasa algo con una familia con plata o con poder, ahí dan vuelta todo el país”, dijeron.

El caso de Delia Gerónimo Polijo despertó nuevamente estos casos. La niña, de 14 años, fue vista por última vez el 18 de septiembre de 2018, cuando volvía caminando de la escuela a su casa. La denuncia por desaparición se realizó ese mismo día, y a pesar de los rastrillajes e indagatorias efectuados desde entonces, aún no se sabe nada de ella. Todos los días familiares y vecinos realizan una marcha en la plaza de La Paz pidiendo por su aparición. Mario y Modesta, padres de Delia, pidieron con lágrimas en los ojos que las autoridades y las organizaciones presentes en la actividad ayuden a encontrar a su hija. Los acompañaba Leandro Vallejos, secretario adjunto de la Unión Obrera Ladrillera, ya que el papá de la niña trabaja en esa actividad.

María Correa, artista y presidenta de la Fundación La Conana de Villa Dolores, leyó un texto sobre la problemática de las desapariciones: “La desaparición de una persona es algo verdaderamente siniestro, no se puede aseverar que está viva, pero tampoco que esté muerta. Las circunstancias son diferentes a las de 40 años atrás, pero el hecho es el mismo. Pero también sentimos, como en ese momento, que tenemos que hacer algo más, por eso aprendimos leyes, derechos y ahora nos paramos en la vida sin miedo. Hemos avanzado mucho, pero si nos faltan tantas, no podemos dejar de luchar”.

Julieta Quirós, investigadora del Museo de Antropología de la FFyH de la UNC, agregó algunas reflexiones sobre los puntos en común que tienen estos casos. En primer lugar, que “la problemática de la violencia de género se ha instalado en nuestra sociedad, pero eso no está plasmado en protocolos judiciales y policiales, al menos en el interior. La primera explicación siempre es ‘se habrá ido con algún novio’ o ‘ya va a volver’, necesitamos que la Justicia trabaje sobre esa banalización de una desaparición, para no perder las primeras horas que son muy importantes”. Por otro lado, en todos los casos hubo un desaliento por parte de la Justicia a la participación de las familias en el proceso de investigación. “Los familiares no pueden sentirse culpables por ‘molestar’ al fiscal con sus preguntas”.

A la charla se acercó Soledad Cuello, hermana de Yamila Cuello, que está desaparecida desde hace nueve años y es el único caso caratulado como trata de personas en Córdoba. Soledad dio su solidaridad con las familias de las mujeres desaparecidas: “Lo único que me da fuerzas es el acompañamiento de las organizaciones y el movimiento de mujeres. Acá está la solidaridad”. Además, propuso hacer una actividad grande el 25 de octubre, cuando se cumple el aniversario de la desaparición de su hermana, “para exigir que Yamila y todas las mujeres desaparecidas aparezcan ya y con vida”.

También Laura Vilches, legisladora del PTS-FIT, acercó su solidaridad junto con Mara Beltrame, docente, abogada e integrante de Pan y Rosas en Villa Dolores. La legisladora remarcó las denuncias que hicieron todas las familias contra la Justicia, los gobiernos y la Policía, que siempre presentan obstáculos ante estas investigaciones. Por último, puso la banca a disposición de las familias “para fortalecer la organización y la lucha, que es la fuerza con la que contamos”.