El golpe fue terrible. Televisa tuvo que aceptar su fracaso en recontratar al equipo de futbol más popular de nuestro país para transmitir sus partidos por televisión abierta.
Raúl Dosta @raul_dosta
Sábado 21 de mayo de 2016
En su noticiero matutino estelar, Primero Noticias, Antonio de Valdés reflejó la impotencia de la corporación televisiva al declarar en el programa de Loret de Mola que “millones de personas se quedarán sin ver los partidos de su equipo, lo cual será lamentable”.
Lo realmente lamentable es que Televisa acostumbraba dejar a esos millones de personas sin ver a su equipo favorito por televisión abierta, al cambiar la transmisión sin previo aviso a sus cadenas de televisión de paga: Televisa Deportes Network (TDN) y SKY.
Esto le hacían dos o tres veces por mini temporada sin el mínimo remordimiento de conciencia y con un gran celo corporativo, para favorecer la audiencia de los partidos de su propio club. O modificando los horarios de los partidos de Chivas, como en el “clásico nacional” y en el reciente encuentro contra Pumas en Ciudad Universitaria.
A raíz de este último atropello, el dueño del equipo, Jorge Vergara, declaró que eso no volvería a suceder. Algunos interpretaron esto como que la decisión de ruptura ya se había tomado, aunque la mayoría de analistas lo dejaron pasar como una rabieta más del polémico propietario y que no llegaría a enfrentar a tan poderoso enemigo.
Más de dos décadas de abusos
Termina así una relación que se extendió por los últimos 22 años. Si bien en los comienzos de las trasmisiones televisivas de 1963 a 1974 Televisa trasmitió los partidos de Chivas, los cuales se alternaban con los del Atlas, todos los sábados a las 20:30, el Club Guadalajara cambió a la televisora estatal Imevisión, de 1975 a 1992, televisora que al privatizarse se convertiría en TV Azteca.
En 1994, el presidente del Club, Salvador Martínez Garza negoció un contrato con Televisa por cinco años, que le permitiría salir de la crisis financiera al equipo pero que abría las puertas a la intromisión de Televisa en la institución.
Así, aunque Martínez Garza logró construir a las “Super Chivas” con el adelanto de los derechos de transmisión, estaba sujeto a los intereses de Televisa-América que le sacaba a Chivas a jugadores que pasaban por buen momento como Ramón Ramírez, y le proporcionaba a cambio jugadores ya en decadencia como Ricardo Peláez. Aunque cometieron el error de cederle al portero ex-atlista Oswaldo Sánchez, “San Oswaldo “, le llamaron a quien se convertiría en la gran figura de Chivas y la Selección Nacional.
Con esta política intentaban erosionar la rivalidad histórica que hacía que ningún jugador de ambos equipos se planteara jugar algún día con el equipo enemigo y trataba de hacer que Chivas se viera como parte de la casa, aunque arrumbado en un rincón. Hasta que llegó Vergara y se reorientó la política del equipo que ha tenido que convertirse en un gran productor de “canteranos”, para revertir las trabas para contratar refuerzos promovidas por “los dueños del balón”.
Los tiempos cambian de la mano de la tecnología
Televisa-América ha perdido un poco de su poder en el negocio futbolero. Si bien controla la Federación Mexicana de Futbol (FMF) y a través de ésta a la Selección Nacional y el cuerpo de árbitros, ha tenido que ceder espacios en la televisión abierta. Primero con TV Azteca, que ha aceptado someterse a los designios de Azcárraga a cambio de un puñado de equipos de segundo orden y, en los últimos años, ante las emisoras de la televisión de paga.
Una de las “genialidades” de los Azcárraga fue desvirtuar la historia del balompié nacional estableciendo dos mini torneos anualmente. Así, México es el único país que tiene dos campeones de liga por año. Con esto esperaban borrar la imagen de Chivas como el máximo ganador histórico, producto del legendario “Campeonísimo” de los sesentas. No les fue muy bien, quienes aprovecharon más esta jugada fueron Pachuca, Toluca y, el segundo equipo de la casa, el Necaxa.
Y tanto peso ganó Pachuca con los mini campeonatos, que se separaron de la televisión abierta y optaron por la de paga, experimentando primero con su filial, el León, se contrataron con Fox Sports y Claro Sports. El año pasado el Monterrey enfrentó la imposición de cambio de horarios a sus partidos, prefiriendo pasar sus juegos por internet hasta renegociar el asunto con los caciques del futbol. Los Dorados de Sinaloa con TVC, Santos y Atlas con ESPN, van recorriendo la misma senda.
A pesar de la situación de pobreza del conjunto de la población del país, las cadenas de TV de paga se van abriendo paso entre la gente con opciones más baratas que la abusiva SKY de Televisa, que tiene secuestrada las trasmisiones de la liga española y obliga a sus suscriptores al “pago por evento” para ver encuentros importantes.
Que Chivas pase a otras plataformas ajenas a la TV abierta puede inclinar la balanza en favor de estas. Por eso el vicepresidente de Pachuca, Andrés Fassi, salió a felicitarlos por la decisión, declarando que ahora si se pueden cobrar los derechos de trasmisión, ¿acaso con el duopolio Televisa-TV Azteca no se hace realidad ese cobro? La insinuación de Fassi no es gratuita.
Una nueva manera de ver el futbol
En conferencia de prensa, Jorge Vergara, su socio, José Luis Heredia y el Técnico Matías Almeyda presentaron la salida como algo novedoso, una ruptura con los paradigmas y enfocándolo más como un acercamiento a los aficionados. ¿Cómo se logrará esto?
No lo dijeron, se guardaron la bomba por algunos días. Mientras, la prensa deportiva especula, algunos consideran que la cadena de paga Fox Sports, que presentó un ofrecimiento de 40 millones de dólares anuales lleva la delantera, pero tiene el defecto de que todos sus comentaristas son extracciones de Televisa y/o exjugadores del América y Necaxa.
La otra cadena ESPN, no está exenta de la “infiltración” de este tipo de comentaristas antichivas, como “el joven Murrieta” (creación de Zabludowsky), el infumable Toraño, el exjugador Zague, y varios otros que arropan desde estos canales al América.
Sin embargo, el gran referente del ESPN futbol sigue siendo José Ramón Fernández, quien recientemente fue a Guadalajara a entrevistarse a Vergara. Luego de esta visita se rumorea que ESPN también estaría en la pelea, aunque en paquete con el canal Claro Sports, de Carlos Slim.
Al dar a conocer la noticia de la ruptura, el popular Joserra, aseguró entusiasmado que Chivas está en la búsqueda de mejores alternativas televisivas, en el interés de que el equipo sea más visto en otras partes del mundo y de que a partir de esto se pueda canalizar la vasta producción de jóvenes futbolistas de calidad al extranjero.
Empecinado en centrar su negocio en torno a un “poderoso” (y privilegiado) América, Televisa se convierte en un obstáculo para otros equipos de futbol. La sumisión de TV Azteca a Televisa impide que sea vista como opción alternativa y tal vez valga la
pena experimentar con las nuevas tecnologías.
Esperemos que los aficionados al deporte de las patadas se vean recompensados por este cambio trascendental. Mientras, los comentaristas de Televisa llorarán y echarán tierra a tan desconsiderados empresarios. Tratando de ocultar un fracaso más del fanático señor Azcárraga, aprovecharán para poner el dedo en la llaga una y otra vez: ¿de qué manera millones de seguidores de Chivas tendrán acceso a la trasmisión de sus partidos, si no tienen internet ni televisión de paga?
La ruptura con Televisa es vista con simpatía, pero esta sólo podrá mantenerse si el señor Vergara cumple con su dicho en la conferencia de hoy: “Lo que les garantizo es que podrán ver a Chivas de una manera única, sin limitaciones, disfrutarán a Chivas de una manera diferente”, esperar y ver.