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Red Internacional
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Río Negro. El Bolsón: choferes de La Golondrina, esenciales y precarizados

En esta nota queremos pensar junto a los trabajadores de La Golondrina, los desafíos y potencialidad de su lucha en el marco de la crisis abierta por la pandemia.

Martes 19 de mayo de 2020 01:30

Foto Diario La Jornada

Lo que viven las y los trabajadores de La Golondrina es una realidad que se repite en bares, restoranes, comercios, consultorios y empresas de todo tipo en la comarca, pero no sólo.

La precariedad de las condiciones de trabajo es una realidad que viene consolidándose hace décadas con los distintos gobiernos, que mantuvieron o profundizaron leyes de flexibilización laboral, y las traiciones de las burocracias sindicales, que allanaron el camino a los intereses de las empresas. En todo el país las patronales avanzan sobre los derechos conquistados para ajustar más y más a la clase obrera en el marco de la crisis desatada por la pandemia.

Es necesario ir a fondo en esta lucha, rodeando de la mayor solidaridad a los y las trabajadoras. Pero también es necesario buscar la confluencia con las distintas realidades de los trabajadores en la comarca. Albañiles, empleadas domésticas, municipales precarizados, desocupados y desocupadas, gastronómicos y un sinfín de trabajadores independientes o asalariados nos enfrentamos a una precariedad estructural que en esta pandemia no hace sino profundizarse más y más hundiéndonos en la miseria planificada.

¿Qué nos depara el fin de la cuarentena?

Claramente, la actual crisis abierta por la pandemia evidenció la precariedad de nuestras vidas. Algo que no se va a resolver con el fin de la cuarentena sino más bien todo lo contrario. Por ello, tender lazos solidarios y coordinar entre los diferentes sectores, organizarse de manera democrática e independiente, incluso clandestinamente para evitar las represalias patronales, unir lo que las patronales buscan dividir para continuar explotándonos es una necesidad urgente para los y las trabajadoras, en la comarca y en todo el país.

A ellos, a los patrones, los organiza el interés común de su clase, la burguesía: la ganancia a costa del trabajo y las vidas obreras. ¿Y a los trabajadores que nos une? Justamente: la pertenencia a una misma clase, la que produce, transporta y hace funcionar todo: la clase trabajadora. Sin nosotros no hay riqueza, así lo evidencia la declaración de “esenciales” que nos obliga a trabajar aun al costo de nuestra salud. Así lo evidencia que sin nosotros y nosotras, los patrones no producen nada.

El jueves 14 de mayo se vio a nivel nacional la aparición pública de una nueva organización de la clase trabajadora en nuestro país. Una Red de Precarixs Organizados desde su interés común: cambiar los términos de una ecuación que los tuvo hasta hoy como lo perdedores absolutos de las sucesivas crisis del capitalismo. Los pibes y pibas de las apps, de McDonald’s, de los call center, y un montón más rompieron el silencio al que nos condenan los burócratas sindicales que acuerdan con las patronales a nuestras espaldas, y plantaron su bandera de lucha y organización.

Los y las precarizadas de la comarca estamos ante el desafío de empezar a organizarnos para revertir esta condena a la que nos someten los patrones. Que la organización de los y las trabajadoras de La Golondrina, parte de los “esenciales”, sea la punta de lanza del despertar de ese gigante dormido que supo hacer historia luchando por sus derechos, la clase obrera argentina, partiendo de su eslabón más débil: los precarizadxs.