Hoy nos bombardean los medios con que no queda otra opción que votar por Mauricio Macri o Daniel Scioli en el ballotage dl 22 de noviembre y muchos de nuestros compañeros choferes se inclinan por uno o por otro.
Jueves 5 de noviembre de 2015
Los que ya se cansaron de este “modelo", de que les descuenten el impuesto a las ganancias, que ven como se licua su sueldo, que se cansaron de las mentiras sobre la inflación del gobierno nacional dicen que para que termine el kirchnerismo no queda otra que votar a Macri. Por otro lado, los que defienden el "modelo" dicen que con Macri se viene la derecha, enumeran todos “los logros” de este gobierno como el matrimonio igualitario, reivindican la bandera sobre los derechos humanos, dicen que nos independizamos del FMI, que logramos paritarias, entre otras cosas.
Pero lo real que en esta “década ganada” los únicos que ganaron fueron los empresarios. En nuestro caso, en el sector de transporte, los empresarios con los subsidios recibidos por el gobierno nacional garantizaron sus ganancias, mientras que nos regateaban siempre los aumentos salariales en las negociaciones paritarias. Los grupos monopólicos, como Dota, hicieron grandes negocios durante los años de gobierno K y hasta usaron la plata recibida por los subsidios para deshacerse de delegados y activistas combativos. Para este accionar cuenta con socios invalorables, el Estado y nuestros perros guardianes la burocracia de UTA, quienes no dudan en atacar a los sectores combativos que no se venden, como los trabajadores de la línea 60. Estos empresarios claramente no utilizan el dinero de los subsidios para invertir y mejorar el servicio para los usuarios y mejorar las condiciones de trabajo para los choferes. Este gobierno del cual forma parte el candidato Scioli junto con la UTA se encargaron de que así sea.
Pero Macri no se queda atrás. Es un empresario, hoy devenido en político, vinculado con uno de los primeros grupos del transporte, el grupo Plaza. Sus dueños los Cirigliano, hicieron grandes negocios en el gobierno de Menem y con la familia Macri. Macri no puede ser una alternativa. Escuchando este bombardeó de o Scioli o Macri y los ataques frente a la propuesta de votar en blanco, impulsada por el Frente de Izquierda, me trajo a la memoria una anécdota que mi abuelo, un trabajador peronista, me contaba orgulloso. En el año ’57 votaron en blanco para no avalar al gobierno de la fusiladora, a mí nunca me había parecido relevante esta anécdota del viejo, pero ahora entiendo que esa generación de trabajadores, como mi abuelo, utilizaron el voto el blanco como manifestación de su descontento.
Yo no soy un analista político, soy un trabajador de una línea de colectivos que esta despedido por querer organizar a sus compañeros, por estar siempre apoyando a los que luchan como en el conflicto de la 60. No me van a convencer que no hay otra opción que votar al mal menor porque si no se viene la derecha. Macri y Scioli van a gobernar los dos para los patrones.
En estas elecciones junto a muchos de mis compañeros choferes optamos por votar en blanco y apoyar el llamado del Frente de Izquierda militando la campaña por el voto en blanco. En esta etapa de las elecciones nosotros tenemos y podemos manifestarnos con el voto en blanco para que les quede bien claro a los que nos explotan que no elegimos a nuestro verdugos. Tenemos una opción, claro que la tenemos, es la de optar por organizarnos en nuestros trabajos para enfrentar mejor los ataques, porque gane quien gane van a querer que la crisis la paguemos nosotros los laburantes y nuestra familias.