Pese a lo aprobado por el Consejo Superior de la universidad, la última palabra sigue estando en manos de la gestión de la facultad.
Miércoles 13 de julio de 2016 13:07
Ayer se llevó a cabo el Consejo Superior de la UNLP donde se aprobó una serie de recomendaciones con el objetivo de poner un freno a los bochazos en la facultad de Ciencias Médicas, que dejaron afuera al 98% de los ingresantes. En el marco de las movilizaciones realizadas por los estudiantes de la facultad, la universidad recomienda la implementación de un recuperatorio y la asignación de un cuerpo de veedores para los exámenes, entre otras medidas.
La votación en el Consejo Superior aprobó por unanimidad:
*Nueva fecha de parcial en los primeros días de agosto y solicitar a la Secretaría Académica de la Universidad Nacional de La Plata el envío de veedores para la toma de recuperatorios e integralmente para todo el sistema de evaluación.
*Indicar a la facultad que implemente un nuevo sistema de evaluación con técnicas y tiempos que permitan a los estudiantes meditar sobre la respuesta correcta en cada caso.
*Recomendar a la facultad implementar recorridos curriculares alternativos para que los estudiantes continúen en la universidad.
*Solicitar a la facultad el envío con carácter urgente de la información pertinente que permita al Consejo Superior evaluar el grado de cumplimiento con el plan de estudios oportunamente aprobado, respecto de la modalidad de las cursadas y de los mecanismos de evaluación.
Si bien estas medidas son un paso para frenar los bochazos masivos que han dejado a miles de estudiantes fuera de las aulas, las autoridades de la facultad son independientes frente a la toma de decisiones finales. La votación del Consejo Superior se limita más que nada a “recomendaciones”. Esto quiere decir que pese a lo que expresa la Universidad, la última palabra la poseen las autoridades de la facultad, las cuales han tomado la decisión política desde un principio de filtrar a la gran mayoría de los estudiantes.
Hay que tener en claro además que si este conflicto llegó hasta la instancia de una votación en el Consejo Superior, no fue por la voluntad de la Universidad, sino porque tomó una gran masividad, producto de su dimensión y la respuesta que dio el movimiento estudiantil con sus diferentes formas de lucha, como las asambleas, clases públicas y marchas.
Frente a todo esto, las autoridades de Ciencias Médicas deben responder a estos reclamos en el Consejo Directivo de la primera semana de agosto. Este conflicto aun sigue abierto y hoy en día siguen siendo miles los que no pueden estudiar. Se hace necesario fortalecer los métodos que tiene el movimiento estudiantil, masificando el conflicto con grandes asambleas y movilizaciones que expresen las voces no solo de los ingresantes, sino la de todos los estudiantes de la facultad y de la Universidad, junto a los trabajadores de la salud, docentes y no docentes, que se plantan contra las autoridades y luchan por ponerle fin de una vez por todas a los bochazos en Ciencias Médicas.
