El titular de la Secretaría de la Defensa Nacional defendió el actuar del Ejército y aprovechó para deslindarse de la autoría de la reaccionaria Ley de Seguridad. Aseguró que a nivel internacional la tendencia es asignar a los ejércitos labores de seguridad interior.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Jueves 29 de marzo de 2018
Durante la presentación del libro de Arturo Ávila, presidente de IBN Industrias Militares, Numeralia del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana en el siglo XXI. Otra visión, el general Salvador Cienfuegos Zepeda, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional habló sobre la Ley de Seguridad Interior.
A unos días de que dos niñas y su madre fueran asesinadas por la Marina en Tamaulipas, Cienfuegos defendió el actuar del Ejército y aprovechó para deslindarse de la autoría de la reaccionaria Ley de Seguridad. Aseguró que a nivel internacional la tendencia es asignar a los ejércitos labores de seguridad interior.
Con marco en el descontento que se ha desatado tras las desapariciones de jóvenes en Jalisco y las brutales cifras de feminicidio, el secretario de la Defensa Nacional aseguró que las Fuerzas Armadas no habían solicitado una Ley de Seguridad Interior, sino "tan sólo un marco jurídico". Así, buscó deslindar al Ejército de la forma, pero no del contenido.
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Alegando un "nuevo nivel de delitos" que involucra "a veces a familias", Cienfuegos justificó lo ocurrido el domingo pasado en Nuevo Laredo, Tamaulipas, cuando dos niñas y su madre murieron asesinadas por balas militares durante un presunto enfrentamiento, versión que, por supuesto, ha negado la dependencia.
Refiriéndose a la manera en la que, a sangre y fuego, distintos gobiernos han impuesto las medidas y ajustes instruidas por organismos como la OCDE, el FMI o el BM, Cienfuegos aseguró que hay una tendencia en el mundo a se les asigne a los ejércitos labores de seguridad interior, "acompañando a la policía".
La aprobación de la Ley de Seguridad Interior ha dado al Ejército atribuciones que ponen al país bajo un verdadero estado de excepción. A doce años de una guerra que ha colocado al país a la cabeza en temas como feminicidio, agresiones a periodistas y violaciones a los derechos humanos, la militarización ha garantizado la imposición de las reformas estructurales. Así mismo, ha sido instrumento activo de la criminalización de la juventud y la protesta social, en particular la que se levanta en defensa de los derechos humanos, en contra de megaproyectos o como parte del hostigamiento permanente por parte del Estado en contra de comunidades indígenas y pueblos originarios.
Actualmente, la Ley de Seguridad Interior está en revisión por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
