Cientos de mujeres, se manifestaron hoy en Afganistan contra la decisión de un tribunal de rebajar las sentencias de cuatro condenados por el linchamiento en marzo de una joven de 27 años falsamente acusada de quemar un Corán.
Martes 7 de julio de 2015
Mujeres desafiaron las tradiciones islámicas y salieron a protestar. (Foto Prensa Libre: EFE)
Farkhunda fue asesinada a golpes, quemada y arrojada a un río de Kabul por una turba enfurecida que la acusaba de haber prendido fuego al libro santo del islam.
Los manifestantes consideran injusta las sentencias y un reflejo de la corrupción del Gobierno, según el manifiesto leído en el acto.
Una de las participantes en la protesta, Tahmina Ahmadi, detalló a EFE que a través del caso de Farkhonda buscan también "justicia para todas esas mujeres que sufrieron las injusticias de la sociedad" y del "corrupto sistema judicial" de Afganistán, donde "son tratadas como ciudadanos de segunda clase".
Las imágenes del linchamiento, que dieron la vuelta al mundo a través de las redes sociales, mostraban a los hombres ensañándose con la mujer mientras la policía no hacía nada para detener el brutal ataque. En total, 49 personas (30 civiles y 19 policías) fueron detenidas.
A principios de mayo un tribunal de primera instancia de Kabul condenó por "negligencia" en el cumplimiento de su deber a 11 policías, por no haber impedido el asesinato de Farkhunda, además de condenar a muerte a cuatro hombres, a ocho personas más, a 16 años de cárcel, y absolver a 18.
Sin embargo varias organizaciones de DDHH, como Human Rigths Watch denunciaron que los procedimientos se habían llevando delante de forma irregular, y que varios de los acusados no tenían abogados. "Este juicio deja la impresión de que el gobierno afgano quería un proceso rápido para sacar el caso de los titulares y pasar página, afirmaba a EFE, Heather Barr, investigadora en derechos de las mujeres en Asia.
La investigación reveló que Farkhunda no había quemado ningún ejemplar del Corán sino que había denunciado las actividades de un vendedor de amuletos que ella consideraba contrarios al islam. Ofuscado, el vendedor la acusó de blasfemia, provocando la ira del gentío, que terminó linchando a la mujer.
El linchamiento, provocó numerosas manifestaciones de protesta en Afganistán y se convirtió en un símbolo de la violencia contra la mujer en Afganistán, pese a las reformas llevadas a cabo tras la caída del régimen talibán en 2001.
Un reciente informe de Naciones Unidas urgió a las autoridades afganas a fortalecer el acceso a la justicia de las mujeres víctimas de la violencia.
Muchos de los caso de violencia contra las mujeres en Afganistán se resuelven a través de la mediación, evidenciando las deficiencias del sistema de justicia criminal afgano, que también tiene graves problemas de corrupción y abuso de poder, según ese informe.
Fuente: EFE