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Red Internacional
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EDUCACIÓN. Cifra récord en el gasto público en colegios concertados

El gobierno recortó 7.200 millones a la enseñanza pública mientras destina 5.918,315 millones a la concertada.

Aníbal Maza Zaragoza

Viernes 21 de abril de 2017

Los últimos datos publicados por el Ministerio de Educación muestran que el gasto público en escuelas concertadas fue de 5.918,316 millones de euros. Estas cifras son provisionales, por lo que es muy probable que esta cantidad sea aún más alta. Además, el lector debería tener en cuenta que siempre existe un “margen de error intencionado”, ya que la práctica de enmascarar los gastos parece ser habitual en los Ministerios.

Esta cuantía es la mayor de toda la historia de los presupuestos que el Gobierno dedica a la concertada, muy superior a los 5.891,028 millones que destinó a este sector empresarial en 2009.

En el 2009, bajo el presidente Zapatero, se produjo el inicio de esta sobrealimentación del sector empresarial educativo, con una inversión de 53.895,012 millones de euros.

Recordemos que en ese momento estaban paralizadas muchas convocatorias de oposiciones, sueldos congelados a los trabajadores públicos y el Gobierno había comenzado con las reformas educativas para encarecer y trabar el acceso a la universidad a los hijos de los trabajadores (LOE) que ha venido continuando el PP con sus “reformas”.

En 2015, las administraciones educativas se gastaron en centros públicos 40.739 millones de euros. La inversión está muy lejos de los 48.003 millones del año 2009. No obstante, ha habido un aumento de 1.652 millones con respecto a 2014 debido a la presión de las crecientes huelgas y movilizaciones educativas. En la concertada el gasto fue de 27 millones de euros más.

Estos datos del ministerio muestran como los diferentes gobiernos de estos años de crisis han ido alimentando más a la concertada a costa del sector público. En 2009 el gasto representaba el 10,9% del presupuesto educativo total, en 2015 el 12,6%.

Prácticamente todas las Comunidades Autónomas han seguido la estela del Gobierno engordando a las empresas del sector educativo:
El País Vasco lidera el ranking de conciertos educativos con un 24,4% del total del gasto en educación, partiendo de un 23,2% en 2009. Murcia ha sido la que lo ha hecho en mayor grado, allí la inversión en concertados pasó del 11,8% al 16% en 2015. Y en Madrid donde ha aumentado del 15,9% al 19,9%. Las subidas en otras comunidades han sido las siguientes: Baleares 18,2% al 21,1%, Comunidad Valenciana del 13,2% al 15,9%, La Rioja 14,6% al 17,2% o Navarra 18,4% al 21,2%. Las únicas comunidades en las que las empresas educativas mantienen sus posiciones a la espera de más concesiones son: Andalucía (poner enlace en rojo http://www.izquierdadiario.es/El-Gobierno-y-las-Comunidades-abandonan-la-educacion-publica?id_rubrique=2653) con un retroceso del 0,4% y Castilla y León que se mantiene en un 12,6%.

Como se puede observar en estos datos, prácticamente ningún partido régimen quiere potenciar activamente el sector público y acabar con el negocio de las multinacionales de la educación.

Las declaraciones de Dolores Valcárcel, Directora General de centros educativos de la Región de Murcia, son ilustrativas para conocer los pretextos que usan los diferentes gobiernos centrales y autonómicos: "El aumento del presupuesto destinado a conciertos entre 2009 y 2015 se debe al crecimiento vegetativo de los centros educativos que aún no están concertados completamente". Continuaba con el típico: “garantizar la complementariedad de la enseñanza concertada con la pública” y “la libre elección de centro a las familias”.

En la Consejería de la Comunidad de Madrid se dan las mismas respuestas estandarizadas: el incremento en el gasto concertado se debe al crecimiento vegetativo de los centros. Primero negar el afán privatizador hablando de “crecimientos vegetativos”, segundo recurrir a la falacia de la “libertad de elección de los padres”. En ambos casos es insultante utilizar este tipo de coartadas. En primer lugar, a día de hoy hasta los sectores reaccionarios de la población saben que se recorta y privatiza el sector público. En segundo lugar, hablar de libertad de elección de los centros para la mayoría de la población es ridículo, al final se escolariza en la localidad donde se trabaja y donde menores son los constes de transporte.

El margen de elección entre un sector público necesitado de una revuelta educativa ya en la pre-crisis y un sector privado generalmente atrasado y dictatorial para con docentes y alumnos es como elegir entre la sal gorda y la sal fina. Los comensales comerán salado, al fin y al cabo. Ahora párese a pensar, estimado lector, en si merece la pena seguir depositando algo de confianza en quien crea la miseria a través del saqueo y deteriora el derecho a la educación de los hijos del trabajador. Desconfíe de los empresarios que comparten mesa y clase con los políticos que dicen criticar, presentándose como emprendedores o salvapatrias. Comience a confiar en ud. y en todos aquellos que luchan por el futuro de la educación: trabajadores, alumnos y familias. Ellos son los que se han movilizado durante todos estos años contra la burguesía. Una burguesía que ha soltado contra nosotros a sus perros de presa: la miseria, la opresión y la ignorancia. Confíe en los que luchan porque sólo ellos alumbrarán un futuro.