Desde el Cuerpo Delegados de IOMA-ATE organizamos un ciclo de actividades infantiles en vacaciones de invierno, para los hijos y familiares de los empleados.
Gabriela Alvarez Delegada IOMA-ATE
Lunes 1ro de agosto de 2016 02:16
Llegan las vacaciones de invierno y con nuestros chicos tenemos algo de “tiempo no apurado”, de ese tiempo no enjaulado en el despertador del que nos cantaba María Elena Walsh en la “Marcha de Osías”, pero ¿cómo construir recuerdos, cómo aprovechar vivamente el tiempo con nuestros hijos y sobrinos con lo que queda de nuestros salarios, ante esta situación de ajuste y tarifazos?
Según Michel Petit, una antropóloga que trabaja, entre otras cosas, sobre la relación de la lectura con niños y jóvenes y sobre el papel de las bibliotecas públicas en la lucha contra los procesos de exclusión, cuando cantamos para los chicos, cuando les contamos o les leemos una historia, cuando miramos con ellos ilustraciones o dibujos animados, abrimos espacios propicios al juego, al sueño, al pensamiento, a la exploración de sí y del mundo y les hacemos una suerte de promesa: que podrán estar en armonía, como en la música, al menos de vez en cuando, con lo que está allí. Lo que significa algo muy diferente que adaptarse a ello. Les dan a entender que existen otros espacios, físicos y psíquicos, frágiles y preciosos, donde se puede tender a esa armonía. Y que hay que preservarlos para que el mundo que llamamos real sea al menos un poco habitable.
Desde ese punto de vista y siguiendo la de idea del derecho al acceso a la recreación y la cultura de todos los trabajadores y nuestras familias, en IOMA nos entusiasmamos y nos dimos un espacio y un tiempo para intercambiar y apropiarnos del mundo de las obras imaginadas y por qué no, soñadas. Propusimos primero un día de la semana de ciclo de cine infantil, en donde proyectaríamos películas de Miyazaki (Studio Ghibli), lo que nos parecía un cine de animación con una sensibilidad diferente del infinito universo de la infancia. Luego, agregamos otra posibilidad: un Club de cuentos con sombras chinescas e ilustraciones, en el mismo salón auditorio de IOMA. De esa manera, trataríamos de soltar el tiempo del receso invernal juntos y solidarios.
