El partido rosarino lanzó una campaña a favor de Scioli titulada “No, Macri no”. En una declaración dicen que “es momento de salir masivamente a la calle” para “convencer a lo que iban a votar en blanco para que voten por Scioli y a los que iban a votar a Macri para que por lo menos voten en blanco”.
Cecilia Rodríguez @cecilia.laura.r
Miércoles 4 de noviembre de 2015
El Partido de la Ciudad Futura (PCF) votó lanzar una campaña militante en Rosario titulada “No, Macri no”. El punto de partida de los compañeros es la curiosa afirmación de que llegó el “momento de salir masivamente a las calles”.
¿Ahora? ¿No era momento de salir a las calles cuando los docentes abrieron el año con paros y movilizaciones masivas, mientras Juan Monteverde se jactaba de que la escuela Ética era la única que daba clases? ¿No era momento cuando los metalúrgicos de Liliana pusieron sobre el tapete el drama de la precarización laboral y la prohibición de organización sindical que afecta a miles de jóvenes trabajadores? ¿No había que salir cuando salieron los aceiteros a tumbar el techo salarial del gobierno que puso a Scioli? ¿Y cuándo nos movilizamos por cada uno de los pibes que mata la policía, como Franco Casco, Roberto Arrieta, Jonatán Herrera, Pichón Escobar y ahora, nuevamente, Alejandro Ponce? ¿No había que salir cuando hubo dos fraudes en la provincia de Santa Fe, el segundo de los cuales el PCF no denunció? ¿Ni en las decenas de marchas que hubo para seguir exigiendo justicia por Paula Perassi? ¿Ni al corte de la autopista Rosario-Santa Fe para luchar por Any Rivero? ¿Ni siquiera para pedir que nadie vote a la derecha el 25 de octubre? ¿Dónde estuvieron los compañeros del PCF todo este tiempo?
No, para los compañeros, recién ahora, a poco de terminar un año convulsivo y donde se fortalecieron las alternativas derechistas del PRO y dentro del FpV, es momento de “salir masivamente a las calles”. ¿Y para qué? Para que gane un representante de la derecha peronista contra un representante de la derecha liberal. La campaña, en realidad, debería llamarse “Sí, Scioli si”.
Con la izquierda no, con Scioli si
Los compañeros del PCF no se diferencia en nada de Scioli en su declaración, solo dicen que “no es el candidato de nuestro proyecto, ni el que más nos hubiera gustado de proyecto ajeno. Hay que decir nos encontramos con críticas más audaces a Scioli dentro del propio oficialismo, para no hablar de Patria Grande que llama a un apoyo crítico –igualmente equivocado- al candidato derechista. El recurso de que lo que “obliga” a pronunciarse a favor de Scioli es que el balotaje o deja otra opción es falso. Los concejales electos del PCR lo llamaron a votar en el 25 de octubre, en vez apoyar al Frente de Izquierda de Nicolás del Caño, que hizo la elección presidencial más importante de la izquierda desde 1983. Los dirigentes del PCF parecen estar más preocupados por “no hacerle el juego a la izquierda” que enfrentar a la derecha.
El sectarismo del PCF hacia la izquierda contrasta con la logística que se proponen desplegar para bancar al candidato que promete desplegar a las Fuerzas Armadas en las fronteras y sumar 100 mil efectivos a las fuerzas federales, a tono con los concejos la DEA y la CIA norteamericana. Una línea cercana a la receta que se aplicó en México, con un saldo de más de 70 mil homicidios. El proyecto de Scioli y sus ministros Berni y el “mataguachos” Granados, se parece más a Ciudad Juárez a una Ciudad Futura.
Rueda de auxilio para un kirchnerismo en problemas
“Pero Macri es peor”, contestan los compañeros, haciendo uso de todo el repertorio kirchnerista que hemos discutido en este diario. Lo cierto es que la derechización kirchnerista permite que se fortalezca Macri. Por ejemplo, el haber sostenido a gobiernos provinciales asesinos de los pueblos originarios y sin recibir un solo reclamo de los compañeros qom, es lo que habilita que Macri alce con hipocresía y oportunismo la Wiphala en su reunión con Felix Díaz.
Con Scioli a la cabeza, el kirchnerismo tiene un serio problema para poder enfrentar el balotaje y sobre todo para dialogar con el enorme sector desencantado que vio como el relato nacional y popular se hizo trizas contra la realidad. En particular, con el millón de voluntades que dijeron no a los candidatos del ajuste y los empresarios votando al Frente de Izquierda. Para esta tarea viene a su auxilio la llamada “izquierda independiente” y con particular obsecuencia el PCF, que centra toda su campaña precisamente en atacar, no el voto a Macri, sino el voto en blanco que defiende la izquierda como primer paso para luchar contra el ajuste y la represión. Ante esto, decenas de votantes del PCF en Rosario se expresan en las redes sociales no solo en rechazo a Macri sino también en contra de Scioli, expresando su decepción con el rumbo decidido por esta corriente política.
Votos si, luchas no
La política del PCF hacia el balotaje está demostrando las contradicciones políticas de un proyecto sin programa claro y que combina impulso de actividades autogestivas con una aceptación y casi adoración del Estado capitalista. La clave es llegar al Estado tal cuál es, obtener bancas (sin cuestionar el sueldo millonario de los concejales) e ir avanzando hacia más cargos. No se proponen, como lo hace el Frente de Izquierda, las bancas conquistadas en el Concejo en un punto de apoyo para desarrollar la movilización independiente de los trabajadores, las mujeres y la juventud. Tan es así que el PCF ya anuncia que va por la Intendencia ¡cuatro años antes de las elecciones! No se sabe que va a pasar en Argentina en dos semanas, pero Monteverde ya hace campaña para el 2019.
El PCF dice que hasta que ellos sean una alternativa de gobierno nacional (para lo cuál no tienen programa alguno) estamos condenados votar al “menos malo”. Primero fue Cristina contra Binner, luego Lifschitz contra Del Sel, luego Randazzo contra Scioli, luego Scioli contra Macri ¿y después qué? ¿Cuál es el límite de los “males menores”? ¿Si mañana Cecilia Pando decide presentarse a elecciones, nos van a decir que votemos a Macri? Las campañas militantes no son para apoyar a los trabajadores o enfrentar la represión, como hizo Nicolás del Caño y los diputados de la izquierda, sino para militar por Scioli, o para gastar millones en una costosa campaña para obtener bancas sin siquiera renunciar al sueldo millonario, como hace el Frente de Izquierda.
El PCF cambió la vieja y efectiva idea de enfrentar a la derecha luchando en las calles por la campaña electoral permanente, donde presentarse a elecciones y obtener cargos es un fin en sí mismo, sin “meter los pies en el barro” de las luchas en las cuales los trabajadores, la juventud y las mujeres forjan, ahí sí desde abajo, una alternativa a los Macri y los Scioli.
Cecilia Rodríguez
Militante del PTS-Frente de Izquierda. Escritora y parte del staff de La Izquierda Diario desde su fundación. Es autora de la novela "El triángulo" (El salmón, 2018) y de Los cuentos de la abuela loba (Hexágono, 2020)