La agresión se da en un contexto de numerosos ataques a la diversidad sexual.
Miércoles 13 de marzo de 2019
El pasado domingo, en Barrio Bellavista de Santiago, luego de ir a un bar y en dirección a su casa, Camila y Catalina fueron víctimas de agresiones físicas y verbales en relación a su orientación sexual.
La madre de una de las afectadas relató al Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (MOVILH) que ambas iban tomadas de la mano, motivo por el cual se acercan dos sujetos, insultándolas y agrediéndolas con golpes.
Catalina relata: “Dos tipos nos interceptaron por la espalda atacándonos brutalmente, azotaron mi cabeza contra la muralla, gritandonos lesbianas asquerosas, maracas culias y un sin fin de insultos más. Lanzaron a mi polola al suelo, la patearon y cuando ella se logró soltar, para defenderme, me llegó un codazo partiéndome la ceja. Al ver tanta sangre y que unas personas venían, (los agresores) decidieron arrancar”
A semanas del ataque lesbofóbico sufrido por Carolina Torres, a tres años del asesinato de Nicole Saavedra, y siete años del asesinato de Daniel Zamudio -entre otros- es que seguimos encontrándonos con casos de cobardes agresiones homofóbicas, y justamente en el marco del día internacional de la mujer trabajadora, con multitudinarias movilizaciones, en la que miles de mujeres, trabajadores, estudiantes y familias, salieron a repletar las calles por las demandas históricas del movimiento de mujeres. Por esto, es que hoy este caso nos golpea especialmente, dejando claro que la heteronormatividad y el patriarcado siguen muy presentes en nuestra sociedad, y que tirarlos no será fácil. Y donde actualmente, se siguen invisibilizando los crímenes hacia las orientaciones sexuales, o identidades de género que se mantienen por fuera de los márgenes.
Por Camila, por Catalina, por Carolina y todas las víctimas de ataques similares, es que el movimiento de mujeres y diversidad sexual debe tomar en sus manos la lucha para que estos cobardes ataques no sigan pasando, porque no queremos más muertes por expresarse tal y como son, y porque queremos cambiar la conciencia de quien mira en menos a las personas LGTBI. Esta es una lucha que debe darse en las calles, tal cual se vió este 8 de Marzo o el año pasado con el movimiento por el aborto legal, libre, seguro y gratuito, o el "Ni Una Menos".
La homofobia y la misoginia son realidades que aún están impregnadas en la sociedad, realidades que el capitalismo y patriarcado mantienen latente. Y es por esto que el repudio a estas agresiones debe darse organizades y en las calles, siendo esta la única manera de combatirlo.