Jueves 3 de mayo de 2018
Tras el marco que han tenido la movilización de miles de mujeres y la diversidad sexual en la lucha por sus derechos ha ido traspasando cada lugar importante donde las prácticas de la cultura dominante se desarrollan. Uno de estos espectros viene a ser el futbol, con la reciente clasificación de la selección chilena de mujeres a la Copa Mundial Femenina que se realizara en Francia el próximo año. La historia de sacrificio de las jugadoras de la selección, las cuales tiene que trabajar a parte para poder costear su vida, difiere mucho de los sueldos millonarios que amasan jugadores de la liga masculina. Esto ha despertado simpatía y solidaridad con las “Guerreras”, pero este apoyo no nace solamente por dicho motivo.
El movimiento de mujeres, un paso hacia adelante.
Las demandas por el derecho a un aborto legal, libre seguro y gratuito, igual trabajo igual salario así como por #NiUnaMenos, han sido defendidas en las calles por cientos miles de mujeres, que con organización han puesto el debate en lugares de estudio y trabajo, y en suma en la palestra de la política nacional. Un ejemplo de esto han sido lasrecientes declaraciones al diario la Tercera por parte de Fernanda Pinilla, zaguera de la selección, respecto a la demanda por el aborto: “Uno tiene derecho a decidir sobre su cuerpo, no creo que con unas semanas de embarazo yo esté matando a una vida. No le creo a la gente que dice esas cosas. Es ilógico: dicen que le salvemos la vida a un feto, pero no nos preocupamos de los niños y de los jóvenes vulnerados”.
Esto viene de la mano con el surgimiento de cuestionamientos al interior de los clubes más grandes del País en torno a la auto organización de las y los socios e hinchas que han venido cuestionando la cultura deportiva en el país. Al respecto encontramos hace poco la declaración que publicaron las hinchas de la Comisión de Genero “Las Bulla” al interior de la Asamblea de Hinchas Azules respecto de la portada del diario The Clinic donde se mofan del debate de aborto en tres causales.
Por otro lado, en la vereda alba, la reciente formación de la comisión de Genero era una noticia que no podía seguir tardando más, como lo comenta una de sus impulsoras, Maricela Franco, quien señala: “la idea viene de distintas conversaciones que hemos tenido con directores del Club, donde concluimos que ninguna institución que se proyecte como inclusiva, democrática o moderna puede dejar de trabajar en pro de la equidad de la mujer”.
Espacios de organización de mujeres, trabajadoras y estudiantes.
Siguiendo el ejemplo de las Colocolinas, así como las Bullangueras, hoy es una necesidad seguir poniendo en pie en los lugares de estudio y trabajo, organismos para que sean las mujeres, en conjunto con la diversidad sexual y la clase trabajadora, quienes tomen en sus manos la organización en defensa de los legítimos derechos que hoy por hoy el gobierno de Piñera y la derecha quieren hacer retroceder.