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Red Internacional
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Provincia de Buenos Aires. Combo represivo en Escobar

El intendente Sujarchuk (FpV) en conjunto con los Gobiernos de Macri y Vidal atesta la ciudad de fuerzas represivas. Ciento cincuenta perfectos patrullando la ciudad, la Bonaerense en la costa del Paraná de las Palmas y ciento setenta y seis policías locales nuevos que duplican a los actuales. Una política para criminalizar a la juventud, los trabajadores y los sectores populares.

Pablo Iturrez Docente, miembro de la Agrupación Marrón y candidato a Concejal por el FITU en Escobar

Martes 10 de enero de 2017

El intendente Ariel Sujarchuk firmó un acuerdo con autoridades nacionales y provinciales para la acción articulada entre el municipio y las fuerzas federales de seguridad. Por el lapso de un año, ciento cincuenta agentes de la Prefectura patrullan de manera permanente las cinco localidades del distrito de Escobar.

Sujarchuk, quien recientemente acompañó a Cristina Kirchner en Brasil como participante de la conferencia “La lucha política en América Latina hoy”, se despachó de elogios al macrismo: “Agradezco a la Nación y a la Provincia por acompañar a Escobar en la lucha contra el delito y el narcotráfico. Nuestro municipio pone todo lo que está a su alcance para mejorar su seguridad, una política de Estado que no distingue colores partidarios”. De esta manera explica que para los partidos patronales hay que darle más poder de fuego a las fuerzas represivas con más presupuesto a esas áreas quitando dinero a la educación y la salud, entre otras.

Por otro lado la Municipalidad de Escobar y la Provincia lanzó el “Operativo Sol” en el Paraná de las Palmas. En el “Operativo Sol” operan de manera coordinada las fuerzas de seguridad provinciales y locales. Mientras que la Provincia dispone de 12 efectivos, una lancha y una camioneta, la Municipalidad despliega 36 efectivos de la Policía Local y de Prevención Comunitaria que patrullan los cinco kilómetros de costa ribereña escobarense con dos motos y un bote semirrígido. Las unidades de tierra y agua están apoyadas por los nueve helicópteros que sobrevuelan de manera constante el área, desde Vicente López a Campana.

Mientras que la Secretaría de Seguridad y Prevención Comunitaria de la Municipalidad de Escobar puso en funciones a los ciento setenta y seis nuevos integrantes de Policía Local egresados en diciembre de la escuela de formación, ubicada en Ingeniero Maschwitz. Los nuevos policías prestan servicio en las calles duplicando así el número de efectivos municipales.

El Gobierno peronista de Sujarchuk se pone a tono con la política del macrismo en torno a la “seguridad”. En los hechos llena de fuerzas represivas las calles, persigue a la juventud y se prepara para reprimir la protesta social.

Se torna una imagen cotidiana observar, a los popularmente conocidos como pitufos, hostigar a las y los jóvenes que están en las plazas y calles, estigmatizándolos. La política de perseguir a la juventud por portación de cara pareciera que es la orden con la que salen a la calle los pitufos. Una práctica en sintonía con el impulso del macrismo de bajar la edad de imputabilidad.

Al respecto Sandro Salazar referente del Frente de Izquierda de Escobar sostuvo que: “Esto es un verdadero combo represivo para criminalizar a las y los jóvenes, los trabajadores y los sectores populares. Mientras nuestros barrios se llenan de policías , los narcos están en los countries donde viven muchos funcionarios.
El Gobierno nacional que despide y recorta en educación, pretende bajar la edad de imputabilidad para profundizar su política de criminalización y cárcel para la juventud.

Nos encontramos con un salto represivo: bajo el gobierno de Macri muere un joven cada 25 horas por gatillo fácil, durante los 12 años kirchneristas eran asesinados cada 28 horas”.

Y denunció que “el ‘pequeño delito’, al que se ven empujados muchas veces los jóvenes, está organizado por esta gran ’industria’ que dirigen las fuerzas de seguridad. El caso de Luciano Arruga, asesinado por la Bonaerense por negarse a robar para la Policía, es emblemático de lo que pasa con muchos jóvenes.

Desde el Frente de Izquierda exigimos que haya jornada reducida de trabajo, con un sueldo acorde a la canasta familiar, para que todos los jóvenes puedan terminar sus estudios; y planteamos que para terminar con el delito organizado hay que desbaratar definitivamente a las mafias que operan desde propio el aparato del Estado”.