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Red Internacional
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Provincia de Buenos Aires. Comenzaron las clases y se complica el acceso al Boleto Educativo Gratuito

Colas interminables, falta de información, sistemas informáticos que colapsan, límites a los viajes, dificultades para los trabajadores del transporte: así limita Vidal el acceso a la educación pública.

Viernes 23 de marzo de 2018 14:48

El ciclo lectivo 2018 no comenzó de la mejor manera para los estudiantes de la provincia de Buenos Aires, ya que el gobierno de María Eugenia Vidal no deja de atacar a la educación pública. Al cierre de escuelas, paritarias a la baja para docentes y trabajadores, y recortes presupuestarios, se suma la dificultad para acceder al Boleto Educativo.

El antiguo método de acceso al boleto que permitía que los alumnos pagaran una tarifa diferenciada con solo portar el guardapolvo, o un carnet habilitado por las empresas de transporte, fue reemplazado por un laberinto de trabas burocráticas que atrapa a padres, alumnos y trabajadores del transporte y de educación.

El nuevo sistema implementa la obtención de una tarjeta SUBE a través de la cual se carga un saldo correspondiente a 50 viajes por alumno primario y secundario, pero conlleva completar un formulario on line, luego apersonarse a las oficinas administrativas de las empresas prestadoras del servicio, para que se confirme el trámite, al mismo tiempo que cada autoridad escolar debe enviar un listado de alumnos a la web de la Dirección General de Escuela que es el encargado del chequeo, para finalizar cada alumno debe concurrir con su tarjeta personal a una Terminal Automática SUBE (TAS), habilitando al fin el beneficio.

En el caso de la ciudad de La Plata, se registraron inconvenientes en las terminales de colectivos debido a la caída del sistema informático oficial, por la gran demanda, y también en las TAS, lo que ocasionó colas de más de 200 metros, esperas de más de cinco horas y tensión entre los usuarios. En el caso de la línea 214 de Los Hornos, el Estado respondió enviando personal policial al lugar.

A diferencia del proyecto de ley presentado por el Frente de Izquierda en 2014, la ley 14735 que aprobó la legislatura, durante el gobierno de Daniel Scioli, significó un recorte: limitó la cantidad de viajes, las distancias recorridas y excluyó del beneficio a docentes, trabajadores de la educación y padres de los estudiantes menores. Fue María Eugenia Vidal, en 2016, la que la reglamentó sin modificaciones, pero complicando aún más el acceso a este derecho en la práctica.

Aunque la gobernadora asegure que: “Para esta gestión de gobierno la educación es el principal eje de crecimiento de la Provincia de Buenos Aires, siendo una herramienta igualadora de oportunidades, debiendo garantizarse el acceso a ella sin ningún tipo de obstáculo o barrera económica que la condicione”, el acceso a la educación pública, gratuita, y de calidad se hace cada vez más difícil para los sectores más vulnerables.

La educación superior también sufre los recortes

En el caso de los estudiantes de la Universidad pública, el acceso al Boleto Educativo Gratuito es sólo para aquellos que se encuentren cursando primero o segundo año, o que tengan tres materias aprobadas en el año anterior a la solicitud, y una en el semestre anterior. Además su domicilio debe estar ubicado a más de 2 kilómetros de distancia de la institución.

Este beneficio no incluye a personal no docente y docentes, además de que no contempla las dificultades que un joven trabajador pueda tener a la hora de cursar regularmente en la facultad. Asimismo, aquel que tenga título terciario o de grado no podrá acceder al beneficio.

Es irónico, porque los estudiantes terciarios que están contemplados en el texto legislativo, así como los estudiantes de bachilleratos populares y de formación profesional, que también aparecen en el decreto de Vidal, no tienen noticias del acceso gratuito al boleto.

Una vez más, los sectores más precarizados son dejados de lado, mientras las empresas de transporte hacen negocios millonarios con el Estado y reciben subsidios al boleto y al combustible, mientras se hace sentir un abultado aumento de la tarifa del transporte, junto a la inflación y la devaluación imponen una restricción mayor al acceso a la educación.

La lucha histórica de los estudiantes por el Boleto Educativo Gratuito, tiene una estrecha relación con el derecho a acceder a una educación, pública, gratuita, laica y de calidad, la cual debe incluir el acceso irrestricto e igualitario a ella. Por eso este 24 de Marzo es importante que seamos miles en la calle para defender y exigir igualdad de oportunidades, contra la destrucción de la escuela pública de Macri y los gobernadores, y porque la lucha de los lápices siga siendo la bandera de todos.